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Confirmado: Vidal no se conforma con una silla en la Corte bonaerense

Hay una vacante en el tribunal. Pero Letra P pudo confirmar que la gobernadora no promoverá al reemplazante “hasta marzo o abril”. Para entonces, espera –buscará- que haya dos casilleros disponibles.

La gobernadora María Eugenia Vidal no activará todavía el operativo que tiene diagramado para cumplir otra etapa del plan que diseñó con el objetivo de ocupar –con cuadros políticos y técnicos propios- los principales espacios de poder institucional en la Provincia y, particularmente, en la Justicia: hasta marzo, al menos, no moverá sus fichas para cubrir la silla que hay vacía en la Suprema Corte desde el 31 de octubre pasado, cuando se jubiló Juan Carlos Hitters.

 

¿La mandataria está distraída en otros temas? No: stand by estratégico. Una fuente del entorno más cercano a la jefa del Estado bonaerense le confirmó a Letra P lo que este portal venía señalando como el objetivo de máxima: Vidal no se conforma con poner un ministro o una ministra en el máximo tribunal de la Provincia. Va por dos.

 

La fuente admitió que la gobernadora esperará “hasta marzo o abril” con la expectativa de que se concrete la salida de alguno de los jueces que están en condiciones de jubilarse. En criollo: operará fuerte en estos dos meses para abrir esa segunda hendija por donde entrar a una corte que, a diferencia del máximo tribunal de la Nación, es más técnica que política, pero eso no la descalifica como espacio clave de poder.

 

El artículo 27 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Provincia (Nº 5827) establece que el máximo tribunal bonaerense “se compondrá de siete (7) miembros”. Hoy, está compuesto por seis: el actual presidente,  Luis Genoud; la vice, Hilda Kogan, y los ministros Héctor Negri, Julio Pettigiani, Eduardo de Lázzari y Daniel Soria. El séptimo asiento ya está disponible.

 

CANDIDATOS (A IRSE). En la (corta) danza de nombres que puntean como potenciales nuevos jubilados, los operadores judiciales de Vidal no creen que puedan con Héctor Negri. El ministro decano de la Corte provincial va a cumplir 34 años en funciones. Es una celebridad con sitio web propio (hectornegri.com.ar, donde se destaca que “posee una intensa trayectoria que abarca el ámbito judicial, docente y literario” y se publica la larga lista de homenajes y distinciones que lo han tenido como destinatario). “Es el Fayt bonaerense”, se resignan.

 

Casi descartado Negri, el que tiene todos los números de la rifa es Eduardo Julio Pettigiani. El especialista en Derecho de Familia llegó a la Corte en 1996, promovido por el entonces gobernador Eduardo Duhalde, después de ser juez y camarista federal de Mar del Plata y secretario de Seguridad bonaerense, justamente con el cacique de Lomas de Zamora en el sillón que hoy ocupa Vidal. También, una vez, se lanzó a la aventura de ir por la intendencia de La Feliz. Falló y no volvió a probar. Ahora, está a tiro de lobby para abandonar la casa, según admite la fuente ultra vidalista a Letra P.

 

 

PREVIOUSLY ON LETRA P
Vidal quiere a una mujer en la (abrumadoramente masculina) Corte bonaerense y tiene a quién proponer: la senadora nacional María Laura Leguizamón, abogada peronista de Duhalde (primero) y de Cristina (después), NyC bonaerense, OKm en el campo del Derecho pero con amplio rodaje en la ruta legislativa. “Sería una designación sorpresiva”, dicen en el palacio de la avenida 13 platense. Se refieren al perfil más técnico que político del máximo tribunal provincial.
Hay, lógicamente, boy scouts siempre listos:
  • El asesor general de Gobierno, Marcelo López Mesa. El hombre estaba convencido de que era él. Se hace escuchar bien dispuesto a asumir el desafío. 
  • El presidente de la Cámara Segunda en lo Civil y Comercial de La Plata, Agustín Hankovits. Puede gestionar cartas de recomendación del ministro de Justicia nacional, Germán Garavano, y del (ahora más influyente que nunca) jefe de la curia platense, Héctor Aguer.
  • La camarista de San Isidro María Fernanda Nuevo. La promueve su marido, el intendente de ese distrito, Gustavo Posse.
  • También el diputado nacional Sergio Massa está anotado en el juego. Quiere cobrarle a Vidal sus buenos oficios de garante de la gobernabilidad en el estreno de Cambiemos en la Provincia. Pide un lugar en el tribunal para su amigo el camarista de la Casación Penal Fernando Luis “Pipi” Mancini.

 

TODO EL POWER. Como se ha dicho en este portal, la gobernadora Vidal ostenta una notable voluntad de poder y construye su imperio bonaerense con lógica y métodos que bien podrían emparentarse con el peronismo, fuerza a la que despojó del gobierno en el estado más pesado de la Argentina después de una hegemonía de 28 años.

 

Ya en el ejercicio del poder, se ha rebelado insaciable y eficiente.

 

En un año, engordó 13% su tropa de intendentes leales: inició su gestión con los 65 que le dieron las urnas a la alianza PRO-UCR-CC y ya cuenta 74. Entre los nueve nuevos, abundan los peronistas y hay hasta un kirchnerista. Preside la Cámara de Diputados a través de Manuel Mosca, un diputado que es Vidal en estado puro. Y controla el Ministerio Público –nada menos que la jefatura de los fiscales de la Provincia- por medio de su hasta ahora secretario de Legal y Técnica, Julio Conte Grand, su preferido de la elite de juristas PRO.

 

Como se dijo, quiere más: dos sillas en la Suprema Corte y las vacantes en el Tribunal de Casación Penal, la máxima instancia de ese fuero, que acaba de quedar acéfala por el fallecimiento de su presidente, Federico Domínguez.

 

ADELANTE, RADICALES. Entusiasmados, dirigentes radicales de todas las líneas internas iniciaron un proceso de promoción de candidaturas para la Corte.                       

 

Los nombres que circulan son varios, pero se destacan dos:

 

  • El ex concejal platense Miguel Berri, actual funcionario de la Fiscalía de Estado y asesor honorario de correligionarios con bancas en la Cámara de Diputados, es promovido por varios colegios de abogados de la Provincia.
  • La camarista en lo Contencioso Administrativo Claudia Milanta, esposa del constitucionalista Pablo Reca.

De todos modos, en línea con la flaca participación que han conseguido los socios del PRO en el gobierno de Cambiemos, existen pocas probabilidades de que Vidal destine un lugar de tan alta trascendencia a una figura salida de las entrañas de la UCR.

 

Martín Menem y Karina Milei.
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