El acuerdo de los gobernadores patagónicos con el presidente Mauricio Macri parece esfumarse por el impacto del tarifazo de gas. Luego de varios meses de romance político, la dirigencia en el sur argentino judicializó su reclamo para frenar el malestar social en sus comarcas. Ahora, como anunciaron, no dejarán que las medidas aplicadas por el Ministerio de Energía de la Nación avancen sobre el territorio. Pero el problema para el jefe de Estado es más amplio y es político: se diluye también la posibilidad de contar con un puñado de buenos aliados (los mandatarios y sus delegados en el Congreso) en un mapa nacional dominado por caciques peronistas que nunca le van a firmar una paz sustentable.
Desde Chubut, Mario Das Neves marcó el camino que siguieron Alicia Kirchner, en Santa Cruz, o el intendente de San Carlos de Bariloche, Gustavo Gennuso, quien obligó al mandatario rionegrino, Alberto Weretilneck, a plantarse y anunciar que el aumento era “inviable”. De Rosana Bertone (Tierra del Fuego) no trascendió casi nada, pero de Omar Gutiérrez (Neuquén), uno de los de mejor sintonía con Cambiemos, también se escucharon algunas quejas.
RELACIÓN ESPECIAL. La Patagonia fue un reducto infranqueable del Frente para la Victoria (FpV) en elecciones nacionales. Daniel Scioli logró un triunfo en todas las provincias australes, mientras sufría el certero golpe en distritos como Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba o Mendoza en octubre y noviembre. Toda la región le dio su rédito pero el advenimiento de la "revolución de la alegría" condicionó a las fuerzas provinciales, o al peronismo/kirchnerismo patagónico. Barajar y dar de nuevo en las relaciones con el poder central fue el recurso. De a uno, los gobernadores fueron alineándose.
Das Neves, de pertenencia justicialista, fue de los primeros que se acercó a Macri. “Tenemos un borrador de trabajo conjunto”, decía un día después del ballotage. Luego llegaron elogios mutuos y hasta el Presidente viajó, junto al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a la apertura de sesiones ordinarias en Rawson. Aquel día anunciaron el desembolso millonario para obras e infraestructura, anticipados por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. Pero el tarifazo cambió todo.
“El amparo habla de la gravedad del aumento y lo que implica en territorios como el nuestro. Todo esto muestra que no conocen el territorio”, disparó Das Neves en cadena de medios nacionales sobre la cautelar que el juez federal Hugo Sastre hizo lugar para frenar los aumentos. En radio Mitre descargó su bronca por el clima que pueden generar en ciudades como Esquel, Trelew o Comodoro Rivadavia. “Esto nos va a traer muchos problemas en la temporada de invierno. Tienen que ser más cautos y consultar antes”, insistió.
Lo de Weretilneck fue diferente. La victoria del 14 de junio del 2015 frente a Miguel Ángel Pichetto (en la elección para gobernador que sacó una amplia ventaja) abrió un nuevo camino que no le impidió acercarse al macrismo cuando se produjo la transición presidencial. Para evitar intermediarios, lo recibió al Jefe de Estado en la sede del INVAP y escuchó la frase que necesitaba: “Gobernador, cuente conmigo y con mi equipo las 24 horas del día”, dijo Macri en un acto sobre las orillas del lago Nahuel Huapi. Días después, en la previa de otro encuentro, le aseguró a Letra P que la situación había cambiado. “Aspiramos a estar lo más cerca posible del Gobierno nacional”, comentaba de paso por Catriel. El caso de Bariloche, o la presentación de la defensora del Pueblo, Nadina Díaz, en juzgados federales (Bariloche, Viedma y General Roca), demostraron que los rionegrinos se enfurecieron. “Esto es impagable”, repitió Weretilneck hasta el cansancio y envió a sus asesores, como pudo saber Letra P, a idear una acción de amparo que podría presentarse en el transcurso de los días.
Kirchner delegó en su vicegobernador, Pablo González, la cumbre con el ministro Juan José Aranguren para tratar de solucionar los problemas que tiene en Río Gallegos. Un paro de estatales y de docentes la obligaron a mantenerse en territorio, pero emitió un comunicado oficial para criticar a la Nación. “Deciden mantener el aumento con techo del 400 por ciento”, fue lo único que dijo la cuñada de la ex presidenta.
Bertone y Gutiérrez, dos de los de mejor afinidad con el Gobierno nacional, fueron cautos. Aunque el neuquino algo planteó, ninguno emitió un comunicado oficial tras el encuentro en la Ciudad de Buenos Aires. Los dos son de los que más respaldo recibieron, por lo que significa Vaca Muerta o por cómo debió atravesar la ex senadora los primeros meses de gestión. La fueguina tuvo ayuda de Frigerio y hasta fue invitada al Vaticano por el matrimonio presidencial en la comitiva que viajó a entrevistarse con el Papa.
“Los neuquinos merecemos el valor que nos corresponde por nuestros recursos naturales”, comentaba Gutiérrez tras la confirmación de aumento en las tarifas de gas que Aranguren hizo en la reunión de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina. A principios de mayo, junto a la vicepresidenta, Gabriela Michetti, inauguró una central térmica y también se refirió a los precios. “Hay factores, hay causas, que está llevando adelante el Gobierno nacional que permiten este desarrollo”, remarcaba.
Lo cierto es que las decisiones no sólo deterioraron la relación con los gobernadores. Los representantes del macrismo en el sur sufren a diario los reclamos y admiten preocupación: “Nos perjudica a todos”, le reconoció a Letra P un alto dirigente de Cambiemos con influencia en Neuquén y Río Negro. En tiempos en que se busca contener a sectores del empresariado gastronómico y hotelero, esperan por la próxima reunión de equipos técnicos mientras se judicializan (a favor y en contra del Estado nacional) las medidas oficiales.