El radar de la Casa de Gobierno de Santa Fe emitió una señal de alerta ante la chance de que Agustín Rossi ponga un pie en la grilla de los presidenciables del Frente de Todos, como él mismo admitiera, tras conocerse el anuncio del presidente Alberto Fernández de que no irá por la reelección. En el perottismo prefieren esperar a que se conozca la decisión del Chivo antes de emitir opinión, pero que haya un peronista santafesino ajeno a la conducción del gobernador en las grandes ligas y empoderado no estaba en los planes.
La posibilidad no termina de ser simpática para el gobernador Omar Perotti, que ha tenido duros enfrentamientos con el actual jefe de Gabinete. Si bien desde que Rossi asumió en la Casa Rosada los dos bajaron la guardia y dejaron de lado sus diferencias para priorizar el rol institucional, no deja de ser un adversario interno incómodo. El gobernador está en plan de consolidar un liderazgo sui generis en el PJ santafesino y Rossi siempre vuelve como una pieza con juego propio.
En 2021, Rossi desafió con lista propia a Perotti en las PASO legislativas. La jugada no le salió bien y el gobernador se impuso holgadamente con sus candidatos, básicamente a partir de un acuerdo para armar las listas en conjunto con Cristina Fernández de Kirchner, que fue la que desequilibró la balanza.
Sin embargo, cuando el perottismo daba por descontado que el rossismo era historia –de hecho, expulsó del gobierno a los funcionarios de ese sector– el Presidente lo rehabilitó al elegir a Germán Martínez, mano derecha del Chivo, al frente de la bancada oficialista de la Cámara de Diputados de la Nación en reemplazo del renunciante Máximo Kirchner.
El enojo de Perotti fue ostensible, pero el futuro le tenía reservada alguna sorpresa más. En febrero pasado, Rossi fue designado jefe de Gabinete, en coincidencia temporal con un pico de la crisis de seguridad en Rosario. A pesar de los antecedentes, la designación resultó muy fructífera para Santa Fe: en pocas semanas, el nuevo jefe de ministros agilizó trámites, gestionó recursos para la provincia y despabiló a la Casa Rosada sobre la gravedad de la emergencia, algo que hasta entonces no merecía más que alguna declaración de compromiso de funcionarios nacionales.
Rossi ya había mostrado sus intenciones de ser precandidato presidencial en 2019. Se bajó de inmediato cuando Cristina Fernández anunció la fórmula Fernández-Fernández. En las últimas semanas, fue medido por encuestadoras nacionales a pedido del propio gobierno. Los números registrados serán uno de los elementos que tendrá en cuenta en los próximos días para definir si se larga.
Una precandidatura presidencial de Rossi también podría resultar en una jerarquización de Leandro Busatto, que en las PASO del peronismo santafesino se prepara para competir contra el delfín de Perotti, el diputado nacional Roberto Mirabella. "Caminar Santa Fe de la mano de un candidato presidenciable potencia la propuesta provincial", reflexionaban este viernes en La Corriente de la Militancia, la línea que lidera el Chivo.