Victoria Villarruel no consiguió ablandar a los partidos provinciales y este jueves se tratará en el Senado el DNU 70/23, conocido como decretazo, la herramienta de Javier Milei para aplicar desregulaciones. Como anticipó Letra P, el último intento de la vicepresidenta fue en la reunión de labor parlamentaria de esta tarde, luego de recibir una fuerte presión de la Casa Rosada.
La reunión fue en el despacho de la vicepresidenta, quien sugirió "posponer" el decretazo. Insistieron para sostener su tratamiento la rionegrina Mónica Silva y el correntino Carlos Espínola, presidente de Unidad Federal. En la UCR hubo diversas posiciones y Unión por la Patria fue el bloque que siempre pidió llevar el DNU al recinto. El PRO fue el único monolítico aliado del oficialismo.
En LLA negociarán hasta último minuto, pero admiten que no tienen los votos para avalar el decretazo, que perderá vigencia sólo si es rechazado por ambas Cámaras.
El encuentro tuvo un momento de tensión cuando los presentes leyeron en sus teléfonos el comunicado de la Oficina de Presidencia con fuertes mensajes hacia Villarruel. "No está bueno", fue lo único que dijo la vicepresidenta, ante la mirada de las autoridades de bloque.
Último intento de Victoria Villarruel
En los últimos dos meses, la vicepresidenta resistió la presión de la oposición para tratar el decretazo. Ignoró tres pedidos de sesión de Unión por la Patria, con el argumento de que el reglamento del Senado le permite definir cuando abrir el recinto.
Como explicó Letra P, cuando recibió una nota de los partidos provinciales para reclamarle poner el DNU en consideración, Villarruel entendió que no podía sostener su rebeldía y prometió una sesión para el jueves 7. Una visita del asesor presidencial Santiago Caputo la obligó a posponer esa decisión. Este lunes, la vicepresidenta propuso a los bloques hacer una sesión sin el decretazo en el temario y hasta juntó firmas de jefes de bloque, como el radical Eduardo Vischi y Espínola.
Este último le había pedido sumarlo y, sorpresivamente Villarruel accedió y así el decretazo fue agregado al temario. Influyó la presión de Milei para dar marcha atrás con los aumentos de las dietas. El lunes por la noche, el Presidente le había enviado mensajes a la vice para obligarla a firmar una resolución conjunta con el presidente de Diputados, Martín Menem, para retrotraer la suba salarial.
La presión de Javier Milei
En la Casa Rosada buscaron aprovechar el envión que le dio haber logrado frustrar la sesión sobre movilidad jubilatoria -con apoyo clave de los gobernadores- para intentar sostener el DNU. Villarruel recibió una fuerte presión para excluir el expediente del temario. Como la sesión ya estaba convocada, esa decisión sólo podía tomarse por consenso de una mayoría de las fuerzas políticas. Sólo aceptó el PRO.
Villarruel trató de cambiar la historia como pudo. Llamó a representantes de cada fuerza local, que son claves para construir una mayoría en el recinto, para explicarles que rechazar el decretazo puede ser motivo de "gravedad institucional". Pidió mantenerlo congelado un tiempo más.
En esos momentos, la vicepresidenta era hostigada en las redes sociales, donde hasta se viralizaron supuestos tuits favoriteados por el presidente con fuertes agresiones hacia su vice. No alcanzó para que ella convenciera a los bloques chicos de cambiar el temario de la sesión. Una opción que se barajó en LLA fue debatir el decretazo y demorar la votación, pero al cierre de esta nota no había una mayoría que la aceptara.
Números complicados
Desde su publicación, el 21 de diciembre, el decretazo no tiene respaldo en el Senado y nadie dijo haber cambiado de opinión. Unión por la Patria cuenta con 33 miembros, sólo cuatro menos que el cuórum. Sus voceros aseguran que habrá un rechazo unánime, pese a los gestos a la Rosada del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, quien dejó sus bancas vacías cuando se eligieron autoridades. La otra sospecha es la tucumana Sandra Mendoza, cercana al gobernador Osvaldo Jaldo, aliado al Gobierno.
También se expresaron en contra del decretazo la rionegrina Silva, la dupla santacruceña José Carambia y Natalia Gadano; la neuquina Lucila Crexell, el entrerriano Edgardo Kueider y Espínola, quienes comparten Unidad Federal con la cordobesa Alejandra Vigo.
Los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut no se pronunciaron, pero firmaron la nota de fuerzas locales para pedir a Villarruel descongelar el decretazo. Ese documento lo suscribió también el radical Pablo Blanco, uno de los rebeldes del partido centenario, que tuvo su reunión de bloque.
La embestida de la UCR contra Milei la lideró Martín Lousteau, quien hasta se habría reunido con partidos provinciales para contar los votos en contra, según informaron a Letra P fuentes del Senado.