La vicepresidenta Victoria Villarruel consiguió este viernes que se aprueben las autoridades del Senado por un año y resistió el tercer intento de Unión por la Patria (UP) para tratar el DNU 70/23 enviado por Javier Milei al Congreso, conocido como decretazo, que tiene expectante a una mayoría en la Cámara alta dispuesta a rechazarlo.
El interbloque peronista se conformó con una decena de discursos para exigir que el decretazo sea debatido en los plenarios del Congreso, por considerar que pasaron los diez días hábiles desde su arribo. La ley 26.122 permite que cumplido ese plazo sea votado, sin dictamen de la comisión de trámite parlamentario, que recién se constituyó este jueves.
UP respetó el esquema de sesión preparatoria, -había solicitado otra a las 14 para debatir el decretazo- y avaló el organigrama votado el 13 de diciembre, cuando no había querido participar de la negociación. Además, incorporó como vicepresidenta del Senado a la neuquina Silvia Sapag, quien se convirtió en la tercera autoridad de la Cámara alta. La definición se tomó en una reunión de bloque el jueves por la noche, donde surgieron reproches por haber dejado ese lugar vacante.
Autoridades que siguen
El resto de los cargos que se ratificaron por un año con el voto unánime del recinto fueron el del oficialista Bartolomé Abdala como presidente provisional, la radical Carolina Losada, como vicepresidenta primera; y la cordobesa Alejandra Vigo, de Unidad Federal, como vice segunda. Para no reabrir el debate, el jefe de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, logró que fueran considerados en forma conjunta.
También se garantizó la continuidad de los funcionarios políticos. Seguirá María Laura Izzo como secretaria administrativa, una figura cercana a Villarruel. El secretario parlamentario es Agustín Giustinian, un exasesor del PRO. Hay dos prosecretarías lideradas por radicales: Lucas Clark, en la administrativa, y Dolores Martínez, en la parlamentaria. La restante es la de coordinación operativa, que encabeza Manuel Ignacio Chavarría, cercano al senador Juan Carlos Romero.
Decretazo en puerta
Villarruel no evitó dos horas de discursos de UP, con reproches por no permitir tratar el decretazo y reclamos a otras medidas del Gobierno, como el recorte de transferencias a las provincias. La vice se llevó como dato favorable que ningún referente de los partidos provinciales anticipó su rechazo al DNU 70/23.
Inclusive, la neuquina Lucila Crexell salió al cruce de la peronista riojana María Florencia López, para recordar que hay decretos de gobiernos anteriores sin tratar que están operativos, un argumento que utiliza el oficialismo para pisar el 70/23 en comisión. Otro dato alentador para Villarruel fue la presencia temprana para ayudar con el cuórum de Gerardo Montenegro, uno de los votos que responde al gobernador santiagueño Gerardo Zamora, quien viene dando señales favorables a un acuerdo con el Gobierno. Tardaron en entrar al recinto los santacruceños José Carambia y Natalia Gadano, principales escollos del oficialismo para aprobar el decretazo.
Unión por la Patria aprovechó la ocasión para dar mensajes internos. Uno de los encargados de cuestionar el decretazo fue Guillermo Andrada, cercano al gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, el mandatario peronista de mejor diálogo con la Casa Rosada. "Rechazar el DNU nos da la posibilidad de mejorar muchas cosas que están ocurriendo en Argentina. Llevan más de dos meses de gestión y comenzaron con una devaluación atroz", sostuvo el senador.
La pelea por el decretazo seguirá la próxima semana. UP volverá a pedir una sesión especial un miércoles o jueves a las 14 horas desde marzo, días y horas votados para abrir el recinto hasta el 30 de noviembre. Villarruel no lo considera un dato relevante, porque el reglamento le asigna la potestad de convocar y por ahora prefiere esperar.
Las peleas de Victoria Villarruel
El debate tuvo sólo oradores de UP, que además de reclamar por el DNU cuestionaron al Gobierno y lograron que Villarruel perdiera la paciencia. La vice se mantuvo tranquila cuando habló la rionegrina Silvina García Larraburu (recordó los ataques verbales de Javier Milei al Congreso) y luego no soportó que la fueguina María Eugenia Duré la acusara de no pelear la soberanía de Malvinas.
"A ustedes esta cuestión no les interesa, no las reclaman y dejan que vengan usurpadores", reclamó Duré. "Cuando se refiere a la causa Malvinas tenga el respeto de no usarla para la politiquería barata. Soy hija de un veterano y no es un tema de campaña: en mi casa, desde el '82, mi padre ofreció su tranquilidad, su sangre, su cuerpo, su vida y la de sus camaradas por el reclamo de soberanía", respondió Villarruel.
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Silvia Sapag, de Unión por la Patria, después de asumir como vicepresidenta del Senado. Su bloque pidió debatir el decretazo.
Otra intervención de la vicepresidenta fue para interrumpir la descripción a Milei que hizo el chaqueño Antonio Rodas, de UP. "Yo no lo voy a llamar presidente, lo voy a llamar el nuevo Calígula de Sudamérica. Un emperador sin corona. Falta que lo nombre a (el perro) Conan y que lo traiga al Senado para que sea cónsul. O que pretenda casarse con su hermana, como lo hizo Calígula". Villarruel no lo soportó: "¡Le pido que mantenga el respeto!", exigió.
El busto de Néstor Kirchner
El último cruce se dio al final de la sesión, durante la exposición del jefe de UP, José Mayans, quien no ahorró adjetivos. "Milei le dice organización criminal al Estado. ¿A quien le dice: a los docentes? ¿A los médicos? ¿A las fuerzas armadas?. Es una persona con problemas mentales". El formoseño tampoco toleró las acusaciones de no trabajar del presidente al Congreso. "Él siempre fue consultor y sabemos lo que hacen: ¡Se rascan las pelotas!".
La última pelea fue por el busto de Néstor Kirchner, que Villarruel quitó del salón de las provincias del Senado. "No fue senador, no fue vicepresidente y no soy su viuda", justificó su decisión la vice. "Ah, lo van a hacer desaparecer como hicieron con (Juan Domingo) Perón con (la exresidencia presidencial) Palacio Unzué", acusó Mayans. "No se olviden de Isabel (Martínez de Perón), a la que ustedes tampoco quisieron poner", cerró el debate la vice. Fuera de micrófono le gritó Anabel Fernández Sagasti. "¡No nos van a hacer desaparecer! ¡Vamos a estar acá!"