A su manera, Victoria Villarruel se vengó del exsenador Edgardo Kueider, quien la dejó con una banca aliada menos por su expulsión, tras haber sido detenido en Paraguay al querer ingresar con 211 mil dólares no declarados. Este jueves, la vicepresidenta dispuso desplazar del Senado el personal que cumplía funciones en el despacho del entrerriano.
Según un memo interno firmado por el director de Recursos Humanos, Gonzalo Diego Izurieta, los agentes de planta temporaria que cumplían servicios para Kueider deben "cesar en el empleo con la terminación del mandato del legislador", que es en diciembre de 2025. Son 13 personas, que en algunos casos tenían experiencia en la cámara alta y esperaban su nombramiento permanente.
La comunicación interna también dispone "afectar a destino en trámite", a otras 13 personas que trabajaban con Kueider, pero que tienen planta permanente, a los que se pide que en caso de no tener "afectación en área alguna" sean "nuevamente asignados a destinos de revista anteriores, evitando así que los agentes permanezcan ociosos".
Según fuentes del Senado, la indicación sería que los empleados que tenía Kueider no puedan buscar destino, como ocurre habitualmente, sino que se sometan a tareas asignadas por Recursos Humanos. "Los quieren limpiando baños", se especulaba en la cámara alta del Congreso.
El memo se completa con un párrafo revanchista, que señala que "atento los acontecimientos de público conocimiento en relación a la expulsión del Senador", la dirección "solicita se indique temperamento a adoptar respecto del personal permanente y temporario afectado a dicho despacho, bloque o comisión".
La gente de Edgardo Kueider
A todas las bancadas les tomó por sorpresa el memo de Recursos Humanos. Había molestia en Provincias Unidas, donde reportaba Kueider, porque la mayoría del personal pedía asilo; pero también causó bronca en Unión por la Patria, que promovió la expulsión del entrerriano pero no tenían en los planes castigar al personal a cargo. Algunos funcionarios de UP trabajaban para rescatar agentes que cumplían funciones para el entrerriano.
Kueider no era un senador más: hace exactamente un año, Villarruel gestionó y logró darle la presidencia de la comisión de Asuntos Constitucionales, una de las más importantes del Senado, con agentes asignados que trabajan hace décadas y reportaron a las anteriores autoridades.
Lugo de su detención se supo que el senador tuvo poder para nombrar personal y designó en la categoría más alta a Celina Erica Costa, la madre de su secretaria Iara Magdalena Guinsel Costa, quien está detenida junto a él en Paraguay y también fue empleada de la cámara alta hasta agosto.
Esta noticia colmó los ánimos de Villarruel que fue contra el resto del personal a cargo de Kueider, como si fuera responsable de los presuntos delitos cometido por el senador. La vicepresidenta intentó evitar la expulsión de entrerriano y pidió sin éxito que fuera suspendido, para que no asumiera en su lugar Stefanía Cora, de La Cámpora. No lo logró y una semana después decidió desplazar a todo quien pasaba por el despacho del exsenador, sin distinciones.
Factor villarruelines
En el Senado adjudican la abrupta decisión de echar a los exempleados de Kueider a "los villarruelines", como se denomina a la agrupación juvenil identificada con la vicepresidenta que cumple funciones en el Senado. El grupo se refugia en la Dirección de Atención Ciudadana y sus referentes son Juan Martín Donato y Abril Fernández Soto.
En el segundo semestre, mientras avanzaba su pelea con el Poder Ejecutivo, Villarruel se blindó con este grupo para tomar decisiones políticas y relegó a sus funcionarios más cercanos, como el secretario parlamentario, Agustín Giustinian; y a la secretaria administrativa, María Laura Izzo, quien según fuentes del Senado presentó la renuncia luego de enterarse del despido de 56 agentes.
El temor de Iazzo es atendible: hay antecedentes de personal temporario que fue a la Justicia luego de ser echado, por tener antigüedad suficiente para ser nombrado como permanente. La renuncia de Iazzo no se trató, pero en la sesión preparatoria de febrero deberá definirse su continuidad o su reemplazo. Se vota por mayoría.
Además de Izurieta, la otra funcionaria clave para Villarruel es la directora de Asuntos Jurídicos, Grisela Alejandra García Ortiz. Junto a los villarruelines, esta dupla acompaña a la vicepresidenta día y noche y la ayuda a tomar decisiones, como vaciar de gente el despacho de Kueider.