Pedro Rosemblat, Dante Gebel y Tomás Rebord. ¿Alguno enfrentará a Javier Milei?
¿Puede un outsider desafiar en 2027 el poder de Javier Milei, que cimentó su llegada a la Casa Rosada desde el exterior de lo que bautizó "la casta"? La respuesta corta es "no", según coinciden analistas. Pero, siendo Argentina, tierra de mil matices que desafía toda lógica, hay que dejar la puerta apenas abierta para tropezarse dos veces con la misma piedra.
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El libertario llegó al poder construyendo no sólo una candidatura sino también un espacio político en tiempo récord, tomando al pie de la letra la recomendación deCristina Fernández de Kirchner de armar un partido y ganar las elecciones. La atomización de una oposición que quedó grogui con el resultado de las legislativas 2025, como boxeador ante un uppercut inesperado, abrió paso a una búsqueda individualista del futuro contrincante, sin plantear aún construcciones colectivas que demandan más tiempo.
A poco de arrancar 2026, donde se escribirá el prólogo de las elecciones presidenciales, asoman más nombres propios que siglas partidarias. Durante diciembre, Dante Gebel promocionó, con mucha ayuda del ecosistema mediático que jugó a mostrarse sorprendido, su show Presidante como si fuera un globo de ensayo de una candidatura real. Un sector evangelista lo auspicia, con ayuda de algunos electrones sueltos del peronismo y del exlibertario Eugenio Casielles, quien junto a Ramiro Marra apostaron en 2021 a otro experimento electoral: Milei.
Socio de Mario Pergolini, el pastor evangelista devenido influencer espiritual se posiciona como una antítesis mileísta desde lo moral, sin confrontar con el modelo económico libertario, pero sí con las formas de Milei, en una narrativa religiosa donde existen tanto el cielo como el infierno. Durante todo 2026 agendó presentaciones en el exterior.
Un año después de que Daniel Hadad pronosticara que el próximo presidente saldrá de las redes sociales, Tomás Rebord llenó un Movistar Arena para cerrar la temporada de Hay algo ahí. Quince mil personas antimileístas colmaron el templo de los cierres de las campañas libertarias. El mismo Hadad no dudó en poner a Rebord en una futura lista presidencial para 2027. También apostó por una candidatura del Gordo Dan.
Embed - REBORD en el MOVISTAR ARENA | HAY ALGO AHÍ | BLENDER
La cancha de Argentinos Juniors fue el escenario del festival de Gelatina, otro fenómeno surgido de un streaming, con Pedro Rosemblat a la cabeza. Pareja de Lali Espósito, habitual blanco del ataque presidencial y violencia libertaria resumida en el apodo Lali Depósito, que ella respondió con cinco fechas en Vélez este año y un River anunciado para 2026, el conductor amagó en 2023 con ser candidato a jefe de Gobierno porteño por el espacio de Juan Grabois.
El propio Grabois, devenido hoy una piedra en el zapato del camporismo, es a su manera un outsider de izquierda, casi una antítesis de Milei, en este caso ideológico, no sólo moral como Gebel. Fue de los que mejor negoció su participación accionaria en Fuerza Patria, bajo amenaza de romper, e ingresó a la Cámara de Diputados.
Javier Milei, ¿hay uno solo?
Si a Milei le va bien, en 2027 la oposición no la tendrá fácil para evitar su reelección. ¿Y si le va mal? "Es probable que el fracaso de un outsider no traiga otro outsider sino un insider", reflexiona Juan Courel, exresponsable de la campaña del Frente de Todos y presidente de Alaska Discurso y Estrategia. "Puede pasar que la experiencia de Milei nos traiga un político profesional", añade.
Coindice con el análisis Lucas Romero, director de Synopsis Consultores. "Si Milei llega al 27 con problemas de competitividad, lo más probable es que la gente no busque otro outsider. Aparecería una demanda de experiencia para reemplazarlo".
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Lali Espósito y Pedro Rosemblat.
Algo parecido esgrimió el diputado Santiago Cafiero al promocionar la candidatura legislativa del experimentado Jorge Taiana: "A la antipolítica se le gana con la política". El excanciller fue de los pocos que intentó darle un marco teórico a un armado de listas condicionado por la interna peronista. A pesar de lo que las elecciones de septiembre hicieron creer, octubre de 2025 no marcó el fin del crédito de Milei.
Una rendija deja Mario Riorda, reconocido profesor y politólogo: "Un outsider suele ser una expresión de algún nivel de cansancio, de hastío con el sistema político, sea estable o inestable, da lo mismo. Por lo tanto, sí es factible que a un outsider que representó literalmente un castigo al sistema político, si no funciona adecuadamente en términos de expectativas, también le pudiera hacer surgir otro outsider que le compita". No obstante, completa la idea: "Es bastante difícil, poco probable y no hay experiencias en niveles internacionales".
Buscando la némesis perfecta
Un opuesto a Milei tampoco sería total garantía de quedarse con el porcentaje del electorado que La Libertad Avanza no interpela o decepcionara. Incluso podría ser funcional al oficialismo.
"A Milei le conviene alguien que esté en el otro extremo, porque generaría más rechazos que simpatías. Grabois, por ejemplo, no podría seducir a los votantes disponibles, aquellos no definidos y que estén bajo disputa por ambos", dice Romero. Y cierra: "Es más riesgoso para Milei alguien que esté parado en el centro y cuya identidad no convoque al rechazo. Sería más competitivo un Martín Llaryora (el gobernador de Córdoba) que un Grabois".
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Juan Grabois, la cara radical del peronismo.
Coincide Courel. "Quien representa todo lo contrario a Milei no es un radicalizado, sino un moderado. Un outsider estatista, feminista y latinoamericanista no necesariamente es un opuesto a Milei, sino que puede serlo un insider con formas más convencionales y con trayectoria política, una figura más gris", analiza, antes de recordar que Joe Biden le ganó al primer Donald Trump. "Lo opuesto no son sólo las ideas, también lo son la estética y las formas", cierra.
Riorda marca una distinción: "Es posible que se pueda construir un outsider, incluso con ideas contrarias a un outsider dominante, en algún momento o contexto dado. Si bien es raro que compitan dos outsiders, una cosa es un outsider partidario y otra cosa es un outsider político". "Hay experiencia de líderes outsiders que eran personas activas dentro del sistema político, que eran outsiders de los partidos políticos tradicionales", completó.
Es el peronismo, estúpido
Mientras Milei llegó a la presidencia con su propio partido político, en una sociedad de tradición bipartidista como la norteamericana, Trump lo hizo cooptando al Partido Republicano desde adentro. Un outsider competitivo para Milei no puede salir de un repollo.
Riorda recuerda el fallido caso de Marcelo Tinelli, cuya candidatura nunca pasó de globo de ensayo. "Como él, una serie de famosos siempre tuvieron una pretensión presidenciable, pero una cosa es que alguien sea popular y deje correr el rumor y otra es que alguien sea popular, deje correr el rumor y actúe para darle densidad a ese rumor a través de actos concretos que empiecen a politizar o a ser viable un anclaje político de alguien que generalmente está afuera del sistema político".
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Dante Gebel, ¿otro Javier Milei para 2027?
A la reciente instalación de Gebel, quien como pastor evangelista llena estadios desde hace una década, todavía le falta decantarse por una u otra opción.
Una postulación de otro outsider sin anclaje en "la casta" parece una quimera para 2027. "El peronismo, dentro de las complicaciones que tiene, suma la ventaja de ser la principal oferta anti-Milei. Capitaliza cada enojo que genera el oficialismo. Es un marco de referencia para elegir al actor que pueda enfrentarlo, ya que es muy difícil que surja un competidor por fuera del peronismo", sentencia Romero. Y apela a una metáfora automovilística: "El PJ es la mejor escudería para rivalizar con Milei, es McLaren".
Claro que para subir al podio también depende del piloto: una figura sin "prontuario" político podría encarnar la tan mentada renovación peronista. "Podría ser un activo para el peronismo, un outsider que ayude a reconciliar al peronismo con la sociedad". Rebord y Rosemblat pueden levantar la mano. Todavía no lo hicieron.