EL DÍA DESPUÉS DE LA QUIEBRA

El plan de Mariano Grassi para convertir a Vicentin en una plataforma de negocios del agro

El empresario santafesino se quedó con la cerealera tras el default histórico y explicó la propuesta financiera, cómo saldará la deuda y el rol de la Justicia.

El corredor cerealero rosarino Mariano Grassi quedó al frente de Vicentin luego del mayor default agroindustrial de las últimas dos décadas en Argentina. El proceso de cramdown puso fin a una larga disputa judicial y abrió una nueva etapa para la compañía, con una estructura accionaria distinta y un plan de negocios de largo plazo.

El impacto del default y la estrategia inicial

—¿Cuánto dinero tenía comprometido cuando Vicentin declaró el default?

—La deuda era de u$s 50 millones. Unos u$s 40 millones correspondían a clientes y u$s 10 millones eran propios. La prioridad fue responder de inmediato a quienes nos habían confiado su producción. No se demoró ningún pago.

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La puja por quedarse con Vicentin

La puja por quedarse con Vicentin

—¿Cómo se afrontó esa situación financiera?

—Hubo desinversiones y movimientos patrimoniales, incluso venta de inmuebles. También apareció un fuerte respaldo de productores, que ofrecieron postergar cobros. Eso fortaleció la posición y permitió incluso aportar más fondos de los necesarios.

—¿Cuándo surgió la idea de avanzar sobre la empresa?

—Al inicio se intentó colaborar con el directorio original, sin intención de compra. Con el tiempo quedó claro que el pasivo real superaba ampliamente lo informado y que era necesario otro esquema. A partir de allí se analizó la composición de la deuda y se diseñó una propuesta viable.

El cramdown y el rol de la Justicia

—¿Qué hizo posible la propuesta ganadora?

—Sobre un pasivo de alrededor de u$s 1600 millones, había unos u$s 400 millones de acreedores granarios. La clave fue reconstruir la confianza de los productores para que acompañaran con entrega de soja y pusieran nuevamente en marcha la empresa.

—¿Cómo evaluó el accionar judicial?

—Fue un proceso de enorme complejidad. El concurso terminó siendo exitoso porque los acreedores terminaron cobrando más de lo que se ofrecía inicialmente. En ese marco, el trabajo de los equipos legales fue determinante.

—¿Y el desempeño del juez del concurso?

—Hubo momentos de tensión, pero el resultado final permitió preservar los activos y la continuidad operativa, algo central en un expediente de esta magnitud.

Acreedores, inversión y nuevo escenario económico

—¿Cuánto capital demandará la nueva etapa de Vicentin?

—Es un proyecto de varios años, con inversiones muy importantes. Se trata de activos estratégicos y de alto valor para el complejo agroindustrial.

Mariano Grassi Vicentin
La cerealera centenaria rosarina se quedó con Vicentin

La cerealera centenaria rosarina se quedó con Vicentin

—¿Qué pasará con los acreedores financieros?

—Algunos optaron por capitalizar. Es el caso de la sociedad Avir South, vinculada a Esteban Nofal, que recibirá acciones de la nueva compañía. Fue una decisión tomada con fuerte descuento sobre la deuda original.

—¿Y el Banco Nación?

—Tiene alrededor de u$s 70 millones contemplados en el acuerdo y debe definir la modalidad de cobro. Por el resto de la deuda, el diálogo se dará una vez asumida plenamente la conducción.

El futuro de la empresa

—¿Cómo incide el contexto económico en el negocio?

—La normalización reduce distorsiones y mejora la competencia en un sector de márgenes muy bajos y alta rotación. Cada intervención artificial termina afectando la previsibilidad.

—¿Qué mirada tiene sobre las familias que controlaban Vicentin?

—La gestión anterior condujo a esta situación. Aun así, acompañaron la propuesta ganadora y priorizaron la continuidad de la empresa, algo que merece ser destacado en un escenario tan complejo.

—¿Fue un buen negocio quedarse con Vicentin?

—Sí, sin dudas. Pero lo más relevante es lo que viene. La idea es que Vicentin se convierta en una gran plataforma de negocios y agregado de valor, con un esquema asociativo que ya empezó a generar interés en todo el sector.

El corredor de cereales Mariano Grassi ganó el proceso de salvataje de Vicentin
Esteban Nofal, el financista cazador de empresa quebradas que apoya a Javier Milei.

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