Su principal candidato, el legislador Juan Martín, batallará con Lorena Villaverde y Aníbal Tortoriello, al que ya doblegó en una cruda interna partidaria. Las críticas se expandirán a la gestión del gobernador Alberto Weretilneck y su frente municipalista.
Apuntalado en ejes para unificar el discurso, todo el macrismo rionegrino se apresta a ingresar a una campaña compleja, reñida, atravesada por la ruptura de una alianza que avaló, pero de la que escapó sobre el filo del cierre de listas.
La estrategia asoma y pretende ordenar la comunicación de campaña, mientras marca diferencias tanto con aliados circunstanciales de La Libertad Avanza como con el oficialismo provincial de Juntos Defendamos Río Negro. A grandes rasgos, Martín y su lista insiste marcar un apoyo al modelo del Presidente, pero con condiciones.
Bancar para mejorar
Martín y su armado alabarán a Milei, resaltando virtudes de un modelo cultural antagónico al kirchnerismo. La única discrepancia será con las candidaturas libertarias en la provincias. Los dardos apuntarán a Villaverde como a Tortoriello, a quienes acusa de una nula acción en el Congreso.
A la diputada de San Antonio Oeste, le recordarán los problemas judiciales relacionados a una supuesta estada de un loteo en la localidad atlántica.
Juan Martín Sergio Capozzi.jpg
Juan Martín habla en un congreso del PRO Río Negro. Este jueves rompió con La Libertad Avanza.
“Cambia partido cada dos años”, chicanean sobre Tortoriello, al que recuerdan por su magro paso en el PRO y cómo decidió, por medio de su ladera histórica Patricia Mc Kidd, mantenerse al frente del consejo partidario desde las sombras.
Otro punto, que unifica críticas, es cómo los armadores de La Libertad Avanza lograron lo que Weretilneck no había conseguido: dividir la oposición al kirchnerismo. “Bancamos a Javier Milei, pero no nos vamos a juntar con delincuentes, vagos ni paracaidistas”, insistió Martín, en un tiro por elevación a sus circunstanciales aliados por horas.
El modelo Nacho Torres como éxito
Sin apoyos en la provincia y con todas las expresiones del PRO formando partes de distintos frentes en el resto de la región, el macrismo pretenderá refractar dos formas de gestionar en la Patagonia. El Chubut del gobernador Ignacio Torres, será el objetivo de presentar un éxito de su propuesta electoral.
JUAN_MARTIN_1.jpg
Juan Martín, una figura cercana a Nacho Torres, gobernador de Chubut.
Actualmente, Torres es la cara visible de un armado que incluye a mandatarios de corte similar a Weretilneck. El rionegrino, al igual que Rolando Figueroa, mandamás de Neuquén, definió competir en soledad. La diferencia entre ambos es que en el oficialismo neuquino el PRO forma parte de la mesa y el gabinete.
Palos a Alberto Weretilneck
Con todo, en Río Negro sólo dos fuerzas obtendrán lugares en el Congreso. Para eso, Martín deberá abrir su frente de ataque y generar una colisión directa también contra el modelo provincial. Como sucede en la Legislatura, donde el bloque PRO se balancea pero se para desde la oposición, se bajó la orden de diferenciarse del gobernador y su boleta, que lleva de candidato al Senado a un peso pesado del parlamento como Facundo López.
“Río Negro tiene un enorme potencial y gente talentosa, pero hace tiempo que tiene un gobierno que no está a la altura”, dice el mensaje que se transmitirá en una campaña desafiante, con los frentes nacionales bajo la predicción del electorado.
Entre los principales cuestionamientos a Juntos Somos Río Negro, la boleta amarilla hará saber sus críticas a las políticas de salud, seguridad, educación y “transparencia”, consideradas “flancos débiles” según encuestas que manejan.