Reelecciones indefinidas, el mecanismo favorito de la casta.
Reelecciones indefinidas, el mecanismo favorito de la casta.
En la provincia de Buenos Aires, la política se ha convertido, para muchos, en una carrera vitalicia. La posibilidad de reelegirse indefinidamente en cargos como el de intendente, concejal o legislador es uno de los mecanismos más descarados que utiliza la casta para seguir aferrada al poder, sin rendir cuentas y sin ofrecer soluciones reales al vecino.
Registrate para continuar leyendo y disfrutando de más contenidos de LETRA P.
El debate sobre las reelecciones no es nuevo, pero cada vez hay que estar más alerta a los deseos de la corporación política. Desde que en 2016 se sancionó la Ley 14.836 para limitar la reelección indefinida de intendentes, concejales y legisladores, se abrió una ventana de aire fresco en una política que parecía dominada por nombres que se repetían una y otra vez. Sin embargo, los intentos por eludir o modificar esa norma han reactivado una discusión de fondo: ¿la democracia bonaerense puede sostenerse con liderazgos eternos?
Permitir que una misma persona se mantenga indefinidamente en el poder, aunque sea por vía electoral, concentra poder, debilita la alternancia y distorsiona la competencia.
No se trata solo de un problema legal, sino de una trampa institucional que destruye la competencia democrática y perpetúa a quienes han fracasado una y otra vez en resolver los problemas estructurales de la provincia: inseguridad, educación en crisis, infraestructura colapsada y un aparato estatal ineficiente y sobredimensionado. El creciente descontento de la ciudadanía con la política refleja una profunda decepción con una clase dirigente que, en muchos casos, parece más preocupada por sus propios intereses que por las necesidades de la gente, alimentando la apatía y, en algunos casos, la indignación, que se trasunta en la clara disminución de la participación electoral en los últimos comicios provinciales y en la Ciudad de Buenos Aires. El vecino ya ve a todos iguales y siempre a los mismos.
La reelección indefinida genera feudos locales donde el poder se maneja como si fuera un negocio familiar. ¿Cuántos intendentes llevan 20 años en el cargo? ¿Cuántos concejales son parte del mismo círculo desde hace décadas? ¿Cuántos usan los recursos del Estado para hacer campaña eterna? Esto no es democracia, es un sistema cerrado, una corporación que se protege a sí misma.
Desde La Libertad Avanza defendemos una democracia real, con reglas claras, instituciones fuertes y alternancia en el poder. Creemos en la política como herramienta de transformación, no como una carrera con la única finalidad de asegurarle un buen pasar al candidato. El que gobierna mal se va. El que cumple, tiene derecho a presentarse. Pero nadie puede eternizarse. Nadie es imprescindible.
La provincia de Buenos Aires necesita menos funcionarios de por vida y más representantes comprometidos con la libertad, la transparencia y el mérito. Solo así vamos a romper con décadas de estancamiento y devolverle al pueblo bonaerense el poder de decidir su destino.
El poder no es un derecho, es una responsabilidad. Y el respeto a la ley debe ser igual para todos, incluso (sobre todo) para quienes ocupan cargos públicos. Por eso, sostenemos con firmeza que los límites a la reelección deben respetarse sin trampas, sin privilegios y sin excepciones.