En medio de la incertidumbre por el formato de las elecciones nacionales del año próximo, el gobernador Raúl Jalil vuelve a evaluar la posibilidad de eliminar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en Catamarca, algo en lo que ya había intentado avanzar en 2023.
Con diferencias entre las líneas internas del peronismo provincial, el gobernador eligió el Día de la Lealtad para confirmar algo que ya era un secreto a voces en las diferentes líneas del oficialismo: pegará las elecciones provinciales a las nacionales del 26 de octubre de 2025.
“Vamos a unificar, para que cada candidato a concejal, a diputado y a senador ayude a que Catamarca siga teniendo dos diputados nacionales, ese es el desafío”, aseguró hace poco más de un mes despejando una serie de rumores que auguraban un movimiento estratégico para llevar las elecciones a marzo. A esta altura, afirman en el oficialismo, ya no hay margen para eso.
Puntualmente, el electorado catamarqueño deberá decidir el destino de tres bancas en Diputados: dos del oficialismo (Silvana Ginocchio y Dante López Rodríguez) y una de la oposición (Francisco Monti). El objetivo de Jalil es conservar los dos escaños que le permiten mantener su poder específico en el Congreso, a la vez que se juega una buena parte de la suerte de sus últimos dos años de mandato con las elecciones provinciales que definirán los nombres de media Legislatura: 21 bancas para la Cámara de Diputados y ocho en el Senado.
La discusión atada a la estrategia de Javier Milei
Al igual que en los intentos anteriores, el argumento principal para justificar la eliminación de las PASO catamarqueñas es el costo que implica su realización. En la provincia insisten que esa es la mirada que tiene la mayor parte de la población, ergo, del electorado. La situación se agudiza con la avanzada libertaria que busca eliminar la instancia a nivel nacional.
Entre los distritos que tendrán comicios provinciales el año que viene, Catamarca es una de las cuatro provincias que todavía mantiene activa la elección primaria. Mendoza, la Ciudad y la provincia de Buenos Aires son las otras que no han cambiado sus reglas electorales, como sí lo hicieron Salta y Chaco.
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Gustavo Saadi, Lucía Corpacci y Raúl Jalil.
Más allá de los deseos del gobernador, que se contraponen con algunas miradas peronistas que conviven en el seno del PJ provincial, la eliminación de las PASO nacionales obligaría a Catamarca a hacerse cargo en soledad de los costos logísticos que implicaría llevar adelante una instancia que deberá desplegarse en todo el territorio provincial.
“Las PASO no están mal, pero ¿quién pone la plata para hacerlas?”, advierten en la provincia que para salvar el escollo económico se colgará de la contienda nacional en las generales de octubre. En eso, a Jalil no se le puede cuestionar una lógica histórica: desde que existen las primarias, Catamarca nunca votó un día diferente al elegido para definir cargos nacionales.
El paso estratégico de Raúl Jalil
La derogación de las PASO es un proyecto que está a tiro de la firma del Ejecutivo provincial. Sin una ruptura demasiado estridente, tiene los votos para cambiar las reglas electorales, contando a La Libertad Avanza dentro de los espacios que apoyarían no sólo el fin de las primarias, sino también la adopción de la boleta única.
De hecho, los cuestionamientos aparecen en torno a las formas. El bloque libertario está convencido de que hay que derogar la ley y no suspender extraordinariamente la elección del año que viene.
Confiados en el poderío y el fortalecimiento de la imagen del Presidente, en La Libertad Avanza saben también que la eliminación de las PASO terminará por favorecer su posicionamiento en un eventual frente opositor, donde el PRO y una parte del radicalismo buscarán confluir en un armado anti-Jalil. El gobernador piensa lo mismo, pero se imagina detonando ese frente para favorecer su propio espacio.
El antecedente de Lucía Corpacci
Las PASO rigen en Catamarca desde 2015. Además del intento por suspenderlas el año pasado, hubo una ley que efectivamente se sancionó en 2018. Por entonces gobernaba Lucía Corpacci y la Legislatura suspendió las primarias, pero por 120 días.
La intención era habilitar a la entonces gobernadora a convocar a elecciones para el primer trimestre de 2019 sin las necesidad de asumir los costos de organizar una contienda previa a la general. Sin embargo, la suspensión nunca se hizo efectiva.
Como parte de la estrategia del naciente Frente de Todos, Corpacci decidió pegar la contienda provincial a la nacional y las candidaturas locales se definieron el mismo día en que se oficializaron los aspirantes para el Congreso y la Presidencia de la Nación.