Provincias Unidas levantó su perfil opositor para la campaña: "Estamos podridos de elegir entre CFK y Milei"
Apuntaron en Chubut contra el Presidente y reivindicaron la alternativa federal ante un kirchnerismo que ponen en el pasado. Reclamos y diálogo en stand by.
Provincias Unidas tuvo su acto de lanzamiento en Chubut.
Reunidos en Chubut, los gobernadores de Provincias Unidas decidieron aprovechar el viento de la Patagonia para terminar de apagar “la llamita” del kirchnerismo y enfocarse en polarizar con Javier Milei de cara a las elecciones del 26 de octubre. En Puerto Madryn, el grito federal volvió a resonar para pelear por recursos y apuntar, de lleno, contra el modelo libertario.
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Con los candidatos chubutenses, Ana Clara Romero y Gustavo Menna, en primera fila, los seis gobernadores pidieron llevar al Congreso a representantes que defiendan los intereses de las provincias y cuestionaron “la falta de sensibilidad” de “un gobierno que tiene la motosierra como única herramienta”.
Luego de visitar la planta de Aluar, la única empresa productora de aluminio primario en Argentina, cargaron las tintas contra el modelo libertario, lo acusaron de defender “la timba” y le exigieron políticas que defiendan la producción y el trabajo. “Gobernar es crear trabajo”, dijo Juan Schiaretti en uno de los fragmentos del discurso con el que comenzó la exposición de los mandatarios. También aprovecharon la ocasión para volver a poner el grito en el cielo por la falta de recursos, la obra pública cero y el exterminio de los programas nacionales.
“Se tiene que gobernar con sensibilidad hacia la gente y no sensibilidad hacia los números y las planillas de Excel”, dijo Schiaretti que, casi como maestro de ceremonias, dio paso a los gobernadores marcando el pulso de una conversación que empieza a imponerse desde Provincias Unidas y que no elimina la polarización, sino que la resetea. “Hay un polo que expresa Javier Milei, y otro representando por nuestro espacio que pueda poder expresar todo lo que el modelo de Milei no expresa”, sentenció.
En #PuertoMadryn, junto a los gobernadores de @ProvUnidasAR recorrimos la planta de Aluar, empresa argentina que genera miles de puestos de trabajo, abastece con aluminio a la industria nacional y exporta a los principales mercados del mundo. Un ejemplo de producción que impulsa… pic.twitter.com/zS9OndldVL
Como ya se dijo en la cumbre de Río Cuarto, el kirchnerismo es descripto como “una llamita que empieza a apagarse” y que los federales que lo enfrentaron sólo volverán a usar para advertir la necesidad de construir "algo nuevo" ante el inminente fracaso libertario.
Una alternativa contra Javier Milei
Ignacio Torres recibió en Puerto Madryn a sus pares Gustavo Valdés (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba) y Claudio Vidal (Santa Cruz), quien finalmente dio el presente pese a que no iba a ser de la partida. Llegaron junto a Schiaretti y una comitiva interprovincial que recorrió la planta de Aluar junto a la plana mayor de la empresa liderada por Javier Madanes, para luego reunirse y lanzar un mensaje que busca abrirse camino como una alternativa que sirva para dejar atrás los modelos que, entienden, fracasaron.
"Ahora vamos por el Congreso y en el 27 ponemos un presidente federal para que cambie la Argentina", gritó Llaryora en una de las arengas más claras de la siesta chubutense. Ese es el principal desafío del espacio que el 26 de octubre debutará electoralmente con representación oficial en seis provincias que ponen en juego 29 bancas en Diputados, con representantes que tienen mandato hasta 2027 y que se sumarán al espacio desde el 10 de diciembre y con socios en otros distritos que también probarán suerte desde el flamante sello. En la primera fila del acto en Chubut estaba sentado el senador radical Pablo Blanco, candidato a la reelección por Tierra del Fuego con el sello de PU.
“No somos la tercera vía, somos la única posibilidad que tiene Argentina para que no vuelva el kirchnerismo nunca más a gobernar nuestro país", dijo Pullaro y advirtió que "no alcanza con hacerse el loquito y andar gritando y peleando con todo el mundo". Ese espíritu sobrevoló todos los discursos. Milei, nombrado hasta el cansancio por un grupo de dirigentes que se había especializado en la elipsis que evitaba chocar con la Casa Rosada, fue apuntado por sus recortes a la educación, al transporte, a la educación, la seguridad y la salud. Le cuestionaron la falta de obras, de programas que apuntalen la producción, de políticas a largo plazo y de sensibilidad. Le dijeron “dogmático” y le recordaron el escándalo por las coimas de la ANDIS.
Maximiliano Pullaro y Nacho Torres en Puerto Madryn
Los gobernadores de Provincias Unidas Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Nacho Torres (Chubut).
"Al campo lo volvieron a estafar. Le hicieron creer a productores agropecuarios que iban a terminar con las malditas retenciones y terminó siendo una medida para las agroexportadoras", agregó Pullaro para afianzar uno de los mensajes centrales del espacio y fortalecer la relación con el sector que parece haber roto lanzas con Milei.
El diálogo y el Presupuesto
En el marco de ese cúmulo de reclamos, el jujeño Sadir habló de “la necesidad de tener Presupuesto”. “Venimos con un Presupuesto prorrogado desde 2023, por lo que necesitamos aprobar la ley para 2026 porque estamos perdidos si pensamos que la única herramienta es la motosierra”, lanzó poniendo sobre la mesa uno de los temas centrales para los gobernadores.
El reparto discrecional de fondos fue, desde el minuto cero de la gestión Milei, uno de los problemas centrales para los gobiernos locales, que vieron estallar sus arcas detrás de cada recorte aplicado por la administración nacional. “Necesitamos orden y equilibrio presupuestario, pero no a costa de la gente”, aseguró Sadir, que pidió aceitar los canales de diálogo porque, dijo, si hay algo que saben los gobernadores es cuáles son las necesidades de la gente.
“Nosotros estamos dispuestos a dialogar, sobre todo con el gobierno nacional”, dijo Valdés en un posterior diálogo con la prensa, aunque antes se había lamentado que el Gobierno haya tardado dos años en designar un ministro del Interior. “Realmente duele”, asumió el correntino resumiendo la idea que es común a todos sus colegas: Milei no escucha.
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Mientras Lisandro Catalán gira por el país buscando recomponer los canales de diálogo que alguna vez existieron y la situación de José Luis Espert complica (todavía más) las chances de discutir el Presupuesto en el Congreso, los gobernadores tienen en sus manos la llave para blindar legalmente las reformas impulsadas por la gestión libertaria y cumplimentar con uno de los pedidos que los Estados Unidos le impuso al gobierno de Milei.
En principio, el escenario parece complicado. No sólo porque el perfil que cada lista libertaria asume de cara a la batalla electoral en las provincias se lleva puestos los puentes que podrían generar algún tipo de encuentro, sino también porque hasta el acuerdo con Donald Trump empieza a generar suspicacias. A Sadir, que será anfitrión del próximo encuentro fechado para el 9 de octubre, le preguntaron por eso al finalizar el acto. “Este salvataje no está del todo claro y todos tenemos derecho a dudar cuál es la letra chica de este acuerdo, cómo viene la cosa y cómo va a terminar”, contestó.
Los hits de Provincias Unidas
Afianzados en las ideas centrales que lentamente van dando forma a un armado que nuclea a referentes de diferentes ideologías, con trayectorias distintas y realidades por momentos demasiado distantes, los gobernadores volvieron a reclamar por la falta de diálogo y el poder concentrado en el AMBA.
“Los pueblos del interior producen divisas con esfuerzo y sacrificio. Están cansados de que esas riquezas se dilapiden en Buenos Aires. Con las diferencias culturales y productivas que tenemos, hoy estas provincias estamos unidas, espalda con espalda, para dar una pelea que parecía imposible: romper la polarización. Y lo vamos a hacer levantando las banderas del trabajo, la producción y el federalismo”, bramó Torres sobre el final del acto.
“Necesitamos diputados y senadores a los que las luces porteñas no les hagan perder las convicciones”, lanzó Llaryora y revivió el espíritu de su frase sobre “los pituquitos de Recoleta”. Además, recuperó textualmente el mantra cordobesista que pide gobernar con “tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario”.
Sin pegarle ni a Axel Kicillof ni a Milei, Pullaro repitió que había que esquivar el clima de época que obliga a elegir entre “los candidatos de Cristina (Fernández de Kirchner) y los candidatos de Karina (Milei)” y pidió votar por las listas de Provincias Unidas porque "Argentina necesita grandes acuerdos políticos y se los tiene que dar el Congreso".
Gobernadores en Puerto Medryn
Gobernadores de Provincias Unidas reunidos en Chubut.
"No nos unimos por una cuestión electoral, nos unimos para defender al trabajo, la producción, al campo y a la industria", dijo el santafesino e hizo match con un concepto que sirve como respuesta a las dudas que sobrevuelan respecto a un armado sobre el que muchos dudan por su heterogeneidad. “Yo no estaría tan preocupado por quién conduce el nuevo proyecto político. Me preocupo por sentarme con ustedes para redactar un modelo que se desarrolle con los trabajadores adentro”, aseguró Vidal, bucando llevar tranquilidad.
"No hay posibilidad de tener una Argentina grande si no hay provincias grandes, fuertes y bien administradas", dijo Valdés, que afirmó que "ningún hombre del interior quiere ir a vivir al conurbano bonaerense, pero quienes gobernaron lo hicieron pensando sólo en ellos".
Todos los que estuvieron presentes en el encuentro de Chubut entienden que es tiempo de cambiar. "Tenemos que pensar y construir una Argentina diferente", aseguró el gobernador de Corrientes mientras caminaba el escenario con la seguridad de quien se prepara para asumir un próximo desafío.
En el Hotel Rayentray de Puerto Madryn se abría espacio uno de los tantos aplausos que se sucedieron a lo largo de la tarde.