Charlas reservadas y comunicado cajoneado para bajar decibeles y sellar una tregua frágil. Una pelea que dejaría a los dos heridos. El PRO porteño sigue al rojo vivo.
Horacio Rodríguez Larreta y Jorge Macri (Archivo).
Jorge Macri y Horacio Rodríguez Larreta depusieron las armas para apaciguar el conflicto que se desató esta semana por la preadjudicación del contrato de acarreo en la Ciudad. El jefe de Gobierno porteño y su antecesor se enfrentaron como nunca desde el 10 de diciembre en una pelea que toda la semana tuvo en vilo al PRO.
En las últimas horas hubo diferentes contactos entre los entornos de ambos para sellar una tregua frágil, bajo el convencimiento mutuo de que la escalada de la crisis los terminaría perjudicando a ambos. Macri se llamó a silencio y Larreta cajoneó un comunicado que estaba preparando como respuesta a las acusaciones de su sucesor, en las que no se lo mencionó directamente, pero su nombre sobrevoló un supuesto negocio para Hugo y Pablo Moyano en la licitación del acarreo.
"A nadie le conviene que el tema siga escalando. Sobre todo de una forma tan pública", fue una de las frases que deslizaron cerca del alcalde porteño. Ese mismo mensaje le llegó a su antecesor.
Después de que Macri lo acusara de darle un negocio al clan Moyano, Larreta optó por esperar: el excandidato presidencial quería saber hasta qué punto estaban dispuestos en la Ciudad a escalar la crisis. El exalcalde tiene pensado levantar su perfil mediático en las próximas semanas, pero prefería no adelantar sus planes de reaparición ante esta polémica. Por eso, la máxima respuesta que llegó a evaluar fue difundir un comunicado en redes. Ante los mensajes que llegaron desde Uspallata, al final lo desestimó.
Para Larreta y su entorno, Macri salió a confrontar a su antecesor como consecuencia de algunos problemas de su actual gestión. En el análisis excluyeron una mano del expresidente Mauricio Macri en la ecuación, con quien el exjefe de Gobierno está enfrentado desde el año pasado. "En está, no tiene nada que ver. Porque la gestión de Horacio fue una continuidad en todo sentido", agregó un fuente cercana al excandidato de JxC.
Jorge Macri y su mesa chica tiene otra mirada: para la actual administración porteña, la campaña nacional de Larreta generó un descuido en la gestión. "Durante 2022 y 2023 todo el Gobierno se relajó", remarcó un ministro metropolitano que no dudó en reprochar que Larreta dejó "la vara baja".
La relación entre el alcalde y su antecesor estuvo signada por la desconfianza desde el 2022 cuando el entonces ministro de Gobierno larretista comenzó con su avanzada para ser jefe de Gobierno. Macri no le perdonó al expresidenciable que haya jugado para el senador Martín Lousteau en la interna de Juntos por el Cambio (JxC).
Desde ese momento la relación entre Macri y Larreta quedó signada por la desconfianza mutua. Hasta la polémica con el clan Moyano, la tensión se había mantenido de forma subterránea. "El conflicto es con Moyano, fuerte y claro lo digo”, dijo este jueves Macri, al recorrer la exposición Rural. Sin embargo, el jefe de Gobierno fue quien prendió el fósforo previo al incendio, al deslizar sus sospechas de que su antecesor no había hecho el proceso licitatorio de forma correcta y transparente. Habló de un piso garantizado de acarreos, una extensión de la licitación por fuera de lo normal y una serie de pagos por un total de US$ 340 millones.