Mileísmo versus peronismo: un bicoalicionismo de fragmentación
Aturde la implosión de las criaturas de la era de Javier Milei. Democracia de minorías y núcleos duros. ¿La Libertad Avanza? Peronismo roto y PASO en falso.
Si la crisis de 2001 rompió el bipartidismo que había regido la democracia refundada en 1983 y lo recicló en un bipartidismo de coalición –peronismo kirchnerista-macrismo, para simplificar–, el big bang que produjo el Gran Confinamiento pergeña una criatura todavía más contrahecha; una que podría denominarse con el oxímoron de bicoalicionismo de fragmentación.
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Si aquellas dos primeras estaciones no fueron eficaces para asegurar el cumplimiento de la promesa alfonsinista sobre el impacto material de la vigencia de las libertades, pero sí para gestionar la política, cabe preguntarse si la tercera, hermana gemela del mileísmo, con agüeros aun más adversos, servirá para cumplir siquiera con uno de esos roles.
Las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre y las legislativas nacionales del 26 de octubre suponen la fase dos de la era de Javier Milei. La primera fue su propia emergencia, fruto del estallido; la actual interroga sobre las bases de lo nuevo que puede surgir o demorarse.
La política de la democracia, encerrada en sí misma
El espectáculo del cierre del listas bonaerenses del sábado –extendido hasta la madrugada del domingo y hasta las 14 de este lunes con el folklorismo del corte de luz en la Junta Electoral– acuña una política más ensimismada en la rosca de oficinas cerradas que lo ya conocido. Si a eso se suman un oficialismo emperrado en hablarle a una núcleo duro iracundo y un peronismo cuyo rol histórico está en entredicho, se completa el panorama de una política de minorías: pujas agónicas de cuadros, intereses personalísimos, violación flagrante de cualquier noción de disciplina partidaria, falta de vocación por representar, anquilosamiento de ideas y obturación de nuevas figuras.
El bicoalicionismo de fragmentación –conformado por esas nebulosas caóticas que son La Alianza La Libertad Avanza y Fuerza Patria– deviene entonces en un artefacto cruzado por severas contradicciones internas y tendiente a la polarización de minorías, dada por la excitación de los núcleos duros y el aprovechamiento –o el padecimiento, se verá– de la indiferencia del tercio despolitizado.
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Vuelvan, PASO, las perdonamos
¿Para esto se suspendieron, en la provincia de Buenos Aires y en la Nación, los mecanismos de primarias? ¿Qué gana y qué pierde la ciudadanía a cambio de unos millones de pesos que se ahorra en logística e impresión de boletas?
Las PASO fueron reemplazadas por esa rosca hermética y por el regreso –en los dos campos principales– de ese mal parche de la crisis de representación que son las candidaturas testimoniales, las mismas que fracasaron en 2009 y que se había jurado jamás reeditar.
De estas elecciones, el Gobierno apuesta a sacar un esquema de gobernabilidad más sólido que el surgido de las de 2023, algo más que represión de la protesta social, inacción del Congreso, falta de presupuestos, decretos, vetos, compra –política, claro– de "héroes" que aseguren el bloqueo legislativo y caminatas al borde de la Constitución.
El peronismo, se supone, una renovación o validación de liderazgos, así como una actualización de ideas y una solidificación de la alianza en la que convive mal desde 2020.
Así gane "arrasando", como promete el Presidente, es imposible que pase a dominar un Congreso que se renueva parcialmente cada dos años. Sin embargo, más allá de podios y porcentajes vistosos, un objetivo de mínima sería avanzar en el Senado y pasar a controlar –con tropa propia, sin dependencia de aliados volátiles– más de las 87 bancas de la Cámara de Diputados que le darían el tercio de bloqueo para sostener vetos y, en un extremo, alguna aventura destituyente. De ahí hacia abajo, habita el fracaso. Hacia arriba, un éxito de diferentes dimensiones.
La segunda mitad de la gestión de Milei tiene como desafío excluyente, además de sostener un nivel imprescindible de respaldo ciudadano, la reconstitución de la confianza de los diferentes segmentos del mercado, hoy cuanto menos condicional. Para lograrlo, debe contar con el capital político que le permita institucionalizar el ajuste, lo que a nivel legislativo se expresaría en la triple reforma prometida al Fondo Monetario Internacional (FMI): la tributaria –a medida de un Estado mínimo–,la laboral –aun mayor que la hecha de facto por la malaria–y la previsional –destinada a consolidar la licuación de los haberes y reprivatizar el sistema–.
Un dios triste y envidioso: el mercado desconfía de Javier Milei
Una referencia ineludible de ese dios que es el mercado financiero internacional que tiene ratitos para mirar a la Argentina les puso números a esos escenarios, vinculados a la factibilidad poselectoral de concreción de esas reformas.
De acuerdo con J.P. Morgan, el banco de inversión de la bicicleta intermitente, para Milei y sus amigos, un éxito sería una cosecha nacional de al menos 45% de los votos, un fracaso menos de un 30% y todo lo que queda en el medio, motivo de observación.
Jorge Liottialudió en La Nación a un sondeo de consumo reservado en el Gobierno que no arroja, precisamente, el escenario más optimista de los mencionados. "No todos en la Casa Rosada están seguros de que se avecine una victoria tan holgada como para disciplinar automáticamente al sistema político. Incluso manejan números más bien mezquinos. La última encuesta que analizaron le da a LLA 38 puntos a nivel nacional. 'Si eso es así, estamos perdidos', admitía uno de los referentes que accedió a esos datos", escribió.
Javier Milei, Karina Milei y Santiago Caputo: no todo es lo que parece.
Gordon Dan, alias "Daniel Parisini"; Nahuel Sotelo, Agustín Romo y el bajo clero del Ministerio de Odio fueron barridos por Karina Milei, Sebastián Pareja y Lule Menem con un ensañamiento no menor al aplicado al PRO, semillero tal vez de pases de factura futuro. ¿Será casualidad el revoleo de corruptelas sugeridas, por un lado, en el Valijagate y, por el otro, en los millonarios contratos con el Estado de empresas que hasta diciembre de 2023 pertenecieron a Martín Menem?
karina milei en la plata
Karina Milei en La Plata junto a Lule Menem, Cristian Ritondo, Diego Santilli y Sebastián Pareja.
Hasta ahora había funcionado un esquema en el que el Presidente se reservaba el rol de supervisor directo del plan económico. Su hermana secretaria general se hacía cargo de la estrategia electoral y el jefe de Gabinete blue, de un conglomerado de funciones que abarcaban la estrategia política del Gobierno, la comunicación paraoficial y el control de dependencias clave como la SIDE, la ARCA, la Unidad de Información Financiera (UIF) y la ANSES, entre otras.
Las elecciones rompen esa división del trabajo. Si Karina M. busca imponer la marca LLA con armados propios o hegemónicos incluso en provincias donde hay pocas chances de triunfo, si eso malquista a gobernadores a quienes hay que recurrir para juntar votos en el Congreso y si la política de la humillación –especialmente del extinto PRO– es pan para hoy y hambre para mañana, no hay cómo pensar que el encargado de sostener la gobernabilidad no chille. Más, cuando lo que viene depende de la compleja concreción de la triple reforma mencionada.
Cristina Fernández de Kirchner está políticamente limitada y electoralmente cancelada en San José 1111. El sector que le responde se empequeñece porque no tiene heredero. Axel Kicillof es, para ella, pasado y, se vio, Máximo Kirchner no puede conducir más que a los puros.
Resulta interesante que CFK esté obligada a hablar a través de su hijo, pero que este se haya ausentado y, a su vez, también haya necesitado representación en los agónicos diálogos del sábado. Sus delegados fueron los intendentes Federico Otermín y Mayra Mendoza y el diputado provincial Facundo Tignanelli.
Fuera de la identidad o la militancia, ¿qué llevaría a un independiente peronismo-friendly a optar por Fuerza Patria el 7-S o el 26-O… si es que la unidad se sostuviera hasta entonces? ¿Qué al que cree que Kicillof es el futuro, qué el que le reprocha escasa lealtad a La Jefa, qué al que se siente harto de las imposiciones de La Cámpora?
Más sintéticamente, ¿le alcanzaría a este peronismo con ser una expresión testimonial de rechazo a lo que Milei hace y representa? ¿Puede ser fértil la queja sin proyecto?
La política de la democracia, sin rastro de nosotros
Si el Gobierno necesita nacionalizar las elecciones, el peronismo bonaerense precisa dotarlas de una lógica eminentemente local. Sin embargo, el espectáculo lamentable de la negociación –por llamarla de algún modo– del cierre de listas augura que cualquier estrategia le resultará difícil de aplicar.
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Elecciones 2025 - Cierre de Listas Buenos Aires
Si el adelantamiento de las elecciones locales fue un cálculo del kicillofismo –se verá si acertado o errado–, la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) bonaerenses se produjo sin que nadie en el peronismo atinara a responder por qué ni para qué. Primó, digamos, un clima de época, una resignación ante la incapacidad de convocar y una legitimación de la indiferencia y la abstención ciudadana. Primó una inercia.
El problema es que, sin ellas, esa pelea por el liderazgo se quedó sin instrumento y sin posibilidades de apurar el paso hacia un 2027 que será muy distinto o no será.
El gobernador se quedó parado en la frontera del desafío, sin poder ir más allá. CFK y el camporismo cedieron, pero todos los sectores velan las armas y preparan narrativas para exculparse de la derrota que presienten.
El resultado está por verse. Para Kicillof, será pato o gallareta, tanto para pensar en la pelea presidencial como para terminar sin dramas mayores una segunda gestión signada por la motosierra paleolibertaria.
Sólo le sirve el triunfo. En caso contrario, Cristina y Máximo Kirchner recordarán que se opusieron al desdoblamiento y que, en el estribo, cedieron las principales candidaturas en las cruciales Primera y Tercera secciones electorales. No dirán nada, claro, de sus propios aportes a la deriva de los años recientes y de la actualidad.
La renovación del peronismo es algo así como la dieta que comienza todos los lunes.