La firma de las candidaturas para la Legislatura bonaerense dejó conforme a LLA, que cedió discretas dosis de purismo y logró poner cabezas de lista en seis de las ocho secciones electorales; pero también satisfizo a la tríada del PRO: Ritondo y Santilli lograron ubicar a parte de su tropa en las listas y Montenegro encabezará en su sección.
Haber contenido a la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, que responde a Jorge Macri, es un alivio para el PRO, que no terminó de dinamitar todo con el jefe de Gobierno porteño a pesar de que otras tres intendencias sí pegaron el portazo. Hiperfragmentado y sin una conducción homogénea, el espacio quedó partido entre quienes fueron cooptados por LLA y quienes fugaron a otros frentes.
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La cúpula de la alianza La Libertad Avanza.
El reparto de los PRO en las listas
Ritondo logró colocar a Natalia Blanco como cabeza de la Segunda sección y a Matías Ranzini en la nómina de la Cuarta, que elegirá bancas para el Senado. Santilli puso a Gustavo Coria en la Sexta, Julieta Quintero Chasman en la Octava y Ezequiel Galli en la Séptima. Montenegro será el 1 de la Quinta y ubicó a Alejandro Rabinovich en la Cuarta. También quedó Lucila Bontempo, del teamNéstor Grindetti, en la nómina de la Tercera.
Martínez consiguió lo que los otros 12 intendentes del PRO no pudieron: dar vuelta los porcentajes que buscaba imponer LLA y quedarse con un reparto de 70%-30% en su favor para la lista de aspirantes al Concejo Deliberante. Dijeron que fue un cierre “complejo, poco habitual”, pero que primó “la decisión de Macri de hacer un frente”. Fue la excepción: en el resto se impuso la estrategia de Karina Milei y quienes no estuvieron de acuerdo abandonaron el frente.
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Adentro. Soledad Martínez (Vicente López) permaneció en el frente La Libertad Avanza.
El PRO, deshilachado y anárquico
Así, el partido queda sin una referencia central y ordenadora. Ritondo tuvo la misión de convencer a toda la tropa bonaerense, pero no lo logró. Santilli empujó desde el inicio y fue el primero en avisar que quería jugar con el Gobierno nacional. Montenegro, el último en sumarse a la mesa libertaria, no pudo persuadir a nadie más que a su tropa marplatense.
Petrecca, Gentile y Javier Martínez (Pergamino) deberán definir qué rol jugarán en los frentes con los que jugaron y en qué lugar dejarán a su partido de origen, donde se sintieron huérfanos, ante la total ausencia del padre de la criatura, Mauricio Macri.
El ingeniero intentó enfrentar al Gobierno en la elección de la Ciudad de Buenos Aires y recibió un cachetazo histórico: su partido perdió por primera vez en la historia en su bastión electoral. Se corrió de la escena y pidió a su dirigencia hacer un acuerdo “con dignidad”.
Ese PRO debilitado y anárquico, craneado y moldeado por Karina Milei, es el que formalizó este sábado la caída al vacío del partido que ayer nomás gobernaba el país y la provincia más importante y hace dos meses salió tercero en su kilómetro cero.