Maximiliano Pullaro envió a Puccini a buscarle clientes al puerto de Rosario para sacar a TPR de la modorra
El ministro recorre las provincias ofreciendo el puerto a empresas exportadoras. Las razones del enojo con la concesionaria. La capitulación de la firma.
Gustavo Puccini, el ministro de Desarrollo Productivo de Maximiliano Pullaro que sale por las provincias ofreciendo el Puerto de Rosario.
El gobierno de Maximiliano Pullaro salió a buscarle clientes al puerto de Rosario. El Ejecutivo provincial, que ya había apuntado contra Terminal Puerto Rosario (TPR), la concesionaria integrada por las empresas Vicentin y Ultramar por la falta de obras, le achaca además pasividad en la búsqueda de cargas para la terminal portuaria más grande de Santa Fe.
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El problema de la falta de clientela fue uno de los primeros que motivó el enojo de la Casa Gris con Terminal Puerto Rosario (TPR). Al iniciar la gestión, el ministerio de Desarrollo Productivo que conduce Gustavo Puccini advirtió que la mayoría de los exportadores de la Bota no elegían Rosario como puerto de salida.
Puccini descubrió la apatía de TPR para venderse en su gira por ferias productivas y en el contacto con empresas de Santa Fe. El ministro, que tenía por orden del gobernador la misión de potenciar los puertos provinciales, tomó por costumbre preguntarle al empresariado si exportaban y por dónde lo hacían. Muchos planteaban que ni siquiera conocían la terminal rosarina, que dentro del ministerio que conduce Puccini está vista como “el eje neurálgico del sistema logístico santafesino”.
El caso de una cooperativa que produce miel fue paradigmático. Inauguraba una sala de extracción de miel en Ambrosetti, en el norte santafesino. Puccini asistió al acto de apertura y se enteró que el emprendimiento exportaba vía Buenos Aires porque nunca había logrado establecer contacto con TPR. De inmediato se armó una mesa logística a la que el Ejecutivo convocó a TPR, a los representantes del programa de promoción apícola y a los propios funcionarios de Desarrollo Productivo. Cosar, la cooperativa en cuestión, finalmente hizo el envío de su primer cargamento vía Rosario en agosto de este año.
Gustavo Puccini, de gira buscando clientes
Ante la inacción de TPR, el ministro salió de gira por las provincias “a vender las potencialidades de los puertos santafesinos, especialmente el rosarino”. El último lugar que visitó, hace pocos días, fue Tucumán. En esa provincia ofreció rebajas de entre 20% y 30% en costos logísticos para las economías regionales y para productos como el limón, el arándano o la caña de azúcar. “Vengo a buscar la carga”, dijo Puccini en una de las reuniones.
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El puerto de Rosario
Antes, tuvo un contacto con el ministerio de Producción de Salta para unir agendas y que el litio que produce esa provincia del norte salga por Rosario, algo que ya se empezó a concretar. También tuvo un acercamiento con Córdoba para ofrecerle la salida al exterior al clúster de autopartes y metalúrgicas mediterráneo. Con esa provincia y con Catamarca presentaron un acuerdo bioceánico en el que Santa Fe, justamente, ofrece su acceso al río Paraná.
La gestión de Pullaro tiene la intención de desarrollar operativos de promoción logística que incluya puertos y aeropuertos propios. El primero de ellos ya se hizo hace unos dos meses, en Venado Tuerto. Todas las instancias sirven para la gira que encaró Puccini. Una actividad en la Bolsa de Comercio de Rosario generó ilusión porque allí General Motors sugirió la posibilidad de exportar sus autos -que fabrica en la localidad de Alvear- por Rosario, aunque advirtieron que faltaban “algunas condiciones en materia de infraestructura”.
La capitulación de Terminal Puerto Rosario
En ese sentido, el anuncio de TPR de una inversión de US$30 millones para refaccionar los muelles que tiene concesionados -tres están clausurados- es un aliciente que permite seducir a más exportadores. Es lógico. La empresa tensionó -incluso forzando conflictos sindicales- con los sucesivos gobiernos provinciales exigiendo una extensión de cincuenta años en el contrato -que vence en 2032- a cambio de refaccionar el puerto. La respuesta estatal siempre fue la misma: primero las obras, después la extensión contractual. Ningún exportador se veía seducido con ese tire y afloje.
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Maximiliano Pullaro, en una recorrida por el Puerto de Rosario.
Con Pullaro en la Casa Gris, esa tensión escaló. El gobierno santafesino filtró que estaba dispuesto a rescindir el contrato si no avanzaba con las obras. TPR tensó el vínculo todo lo que pudo, pero perdió el factor tiempo con el que especuló en otras oportunidades: con la reforma constitucional, el hughense tiene la posibilidad de ser reelecto y permanecer muchos años en el cargo. Así, tras el operativo de presión desplegado por la Casa Gris, hace algunos días la cúpula de Ultramar se reunió con Pullaro en la sede de Gobierno de Rosario y le anunció un desembolso de US$30 millones.
Rebeldía tributaria y reveses judiciales
Ese anuncio descomprimió en parte la tensión, aunque aún persiste cierto malestar por de la actitud combativa de TPR. Por ejemplo, en la relación con la municipalidad de Rosario: la firma concesionaria viene recibiendo reveses judiciales en varios pleitos que inició contra la administración local porque considera que no debe pagar el Derecho de Registro e Inspección. En esos pleitos -se van judicializando por períodos- ya tuvo tres fallos desfavorables en la Cámara Contencioso Administrativa y aguarda por una resolución de la Corte Suprema de Santa Fe.