Martín Menem logró su objetivo: extendió la sesión en la Cámara de Diputados hasta la mañana de este jueves e impidió que a las 12.30 se reuniera la comisión de Peticiones Poderes y Reglamentos para debatir los proyectos que proponen investigar a los seis miembros de La Libertad Avanza (LLA) que visitaron a exrepresores, entre ellos Alfredo Astiz, en el penal de Ezeiza.
La socia del riojano en esta maniobra fue la diputada del PRO Silvia Lospennato, presidenta de la comisión, quien volvió a convocar para el martes a las 12, luego de llamar a referentes de todas las bancadas para informarles de la suspensión.
Ese día, las libertarias Rocío Bonacci y Lourdes Arrieta planean romper con sus pares, a quienes acusan de haberlas engañado con la invitación a una visita humanitaria que luego derivó en una careo con represores. La rosarina lo planteó en la reunión de bloque del martes, que terminó entre gritos e insultos.
El argumento de Lospennato para la postergación de la comisión fue que no había sido formalmente levantada la sesión convocada para las 10, en la que se iba a tratar el DNU que sumó 100 mil millones de pesos de fondos reservados para la SIDE. En realidad, como explicó Letra P, esa citación fue cancelada en la sesión por el diputado Nicolás Massot, ante la imposibilidad de reunir el cuórum.
Los tiempos de Martín Menem
El vínculo entre Lospennato y Menem no es nuevo: los referentes de la cámara baja admiten que la diputada se convirtió en la principal asesora parlamentaria del riojano, quien estudia al detalle el reglamento pero carecía de experiencia legislativa.
La legisladora lo ayudó a estirar el tiempo para iniciar el debate sobre el tour a Ezeiza, que era el objetivo del presidente de la cámara baja. No fue casual que haya sido citada para el jueves y no para el martes, antes de la sesión. Todo un gesto.
Menem no tiene otra estrategia que la dilación, según explican en su entorno, porque las encuestas que le llegan marcan que la sociedad no está muy interesada en el tema. Menos lo estará si aparecen otros asuntos en la agenda pública.
Aun así, la tensión en el bloque oficialista se sintió en la reunión del martes, cuando Bonacci anunció que este jueves contaría detalles de la visita en la comisión. Le avisaron que probablemente no se haría, pero aclaró que estaría igual. Nadie prometió acompañarla.
"¿Nadie va a decir nada? Son unos cagones", increpó la rosarina a Beltrán Benedit. Esta, junto con Guillermo Montenegro, fueron organizadores de la comitiva que también integraron Arrieta, Alinda Ferreyra y María Fernanda Araujo. Montenegro la acusó de filtrar las fotos de la visita, con Astiz escondido. La diputada dijo que la imágen estaba en los teléfono de las dos personas que viajaron en la combi y una era la secretaria de Montenegro, a quien no le dejó pasar su reproche..
"Cuando Victoria Villarruel te echó del Senado me llamaste para integrarte al bloque", le recordó la rosarina. Ese fue el clima, que se agravó con los reproches de la periodista Marcela Pagano a Lilia Lemoine, por el cruce que tuvieron en Twitter en viernes, cuando la cosplay la acusó de haber faltado a la sesión que se quedó sin cuórum.
Silencio oficialista
En la sesión no hubo voces libertarias para defender la visita a Ezeiza, mientras se repetían las cuestiones de privilegio contra ellos. Menem logró que fueran intercaladas y no sean votadas: se enviaron a la comisión de Asuntos Constitucionales, donde serán cajoneadas por el oficialista Nicolás Mayoraz.
Benedit fue el que peor la pasó: su coterráneo Tomás Ledesma, de Unión por la Patria (UP), le recordó al expresidente de la Sociedad Rural que uno de sus compañeros de curso, Eduardo Mencho Germano, fue detenido y desaparecido por la última dictadura.
El diputado Montenegro casi no fue nombrado y tampoco abrió la boca. No tiene previsto ir a la reunión de Peticiones, en la que se pondrán en tratamiento los proyectos para abrir una investigación al sexteto libertario. No fue posible votarla en la sesión, porque no prosperó una moción de orden pedida por Germán Martínez (UP) y Nicolás del Caño (FIT).
Debía repetirse al final de la sesión, pero se levantó antes de tiempo por falta de cuórum. No llegaron a debatirse los proyectos sobre Venezuela, pedidos por el PRO. La moción para adelantar el debate fue votada por Bonacci, quien considera que una investigación la favorece a ella y a Arrieta, porque no podrían ser acusadas de promover un careo con represores.
En UP quieren apuntar contra Benedit y Montenegro, quienes por ahora prefieren el silencio. Saben que podrían tener muchos alegatos dentro del palacio.