EL NUEVO GOBIERNO | CÓRDOBA

La primera ley de Martín Llaryora sale con un voto albertista y otro libertario

Con la adhesión de dos aliados, el gobernador logrará la sanción de su Ley de Seguridad y se anotará un triunfo legislativo. La UCR, en su propio laberinto.

A diez días de haberse calzado la banda como gobernador de Córdoba, Martín Llaryora juega este miércoles su primera carta fuerte de la gestión en la Legislatura. El sucesor de Juan Schiaretti buscará que la Unicameral apruebe una nueva Ley de Seguridad provincial, con el voto transversal que unificará posturas con el albertismo, La Libertad Avanza y el PRO. En la víspera, el Partido Cordobés también espera por un puñado de votos radicales que le permitan sancionar la norma con la mayor cantidad de apoyos posible.

En un escenario de paridad extrema en el recinto, la nueva versión del cordobesismo volverá a sacar chapa de su construcción antigrieta, tomando una papa caliente para el schiarettismo. Para ello exhibirá el acompañamiento de espacios disímiles, que se reconocen dispersos por todo el arco político provincial.

“Vamos a sacarla con algunos votos más que con la derogación de la modificación del Tribunal de Cuentas”, aseguró a Letra P un integrante del riñón del bloque de Hacemos Unidos por Córdoba. Hace una semana, el oficialismo mostró pragmatismo y con los votos de Federico Alesandri (Creo en Córdoba – kirchnerismo), Karina Bruno (ex-PRO) y el libertario Agustín Spaccesi, ganó la votación por 36-32. Win win para Miguel Siciliano, jefe de bancada oficialista, quien habilitó el debate sobre tablas y se anotó la cucarda.

“Pese a lo que digan, no tenemos ningún acuerdo con los libertarios”, se atajan en el oficialismo ante las versiones que dan cuenta de un cambio de figuritas entre Spacessi y los exfuncionarios de Schiaretti que desembarcaron en el gabinete de Javier Milei en puestos clave como el Banco Nación, la ANSES y la Secretaría de Transporte.

Operativo invernada

“Todo se definirá en labor parlamentaria”, lanzan con monosílabos en el interbloque de Juntos por el Cambio, que en Córdoba está integrado por la Unión Cívica Radical, el Frente Cívico de Luis Juez, la Coalición Cívica y el PRO. Aunque no son pocas las voces que alertan sobre una postura mayoritaria a favor del rechazo a la norma, en el oficialismo saben que la paleta opositora es variada. “Un rato antes de la sesión tendremos definición”, asegura un legislador radical con ascendencia sobre la tropa.

La carta de cambio para engordar el número final serían algunas modificaciones, como las condiciones de capacitación de los futuros agentes o la eliminación de la posibilidad de que agentes privados puedan realizar detenciones en flagrancia.

“Tienen que tener altura, en especial los que son representantes de las ciudades del interior”, reclaman en la bancada mayoritaria. La ecuación es que el intendentismo UCR tiene un ADN distinto que permite jugar y cambiar figuritas. “Llegaron con la bandera de la territorialidad. Que se hagan cargo. Porque los vecinos de sus localidades se lo van a reclamar”, se escucha en los corrillos del recinto.

Aunque se trata del bloque opositor con mayor cantidad de votos, las tensiones internas pueden jugarle una mala pasada a la bancada del partido centenario. A la mencionada bandera de la territorialidad, se le suman los reclamos nunca olvidados acerca del poco espacio que se les dio a la hora de tomar decisiones en el año electoral que termina. Otro dato importante: la renovación de autoridades partidarias marcará un momento bisagra en la UCR el año que viene.

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Con la sartén por el mango, en el llaryorismo saben que la oposición está en una disyuntiva. “No pueden mirar para otro lado en una ley como esta cuando sus dos referentes provinciales hicieron campaña con la seguridad”, apuntan al recordar que Juez y Rodrigo de Loredo, en sus fallidos caminos a la gobernación y a la intendencia capitalina, pusieron el tema en la bandeja de asuntos prioritarios.

“Incluso, uno de los nuestros nos apuró para largar en marzo”, bromean en referencia al pedido del intendente de la capital, Daniel Passerini, quien prometió que las guardias locales estarán activas antes de la finalización del primer trimestre de 2024.

En constante construcción

Más allá del hecho clave y nodal para el llaryorismo de anotarse otra victoria este miércoles, puertas adentro de la Unicameral el mensaje parece ser claro: nadie tiene nada asegurado. Tal como viene reseñando Letra P, el ajustado mapa legislativo obliga a calcular con extrema frialdad todos los movimientos. El croupier a cargo de acercar posiciones es Siciliano, una de las espadas de Llaryora en el recinto.

Con sobrada experiencia en la gimnasia legislativa, ya que fue dos veces concejal por la capital, el ex ministro de Gobierno de la Municipalidad de Córdoba se empeña en mostrar una gestión de “despacho abierto”. "Una ley de este tipo tiene que estar acompañada por la mayor cantidad de legisladores posible", señala.

Esta postura open mind no es otra cosa que el capítulo legislativo de la porosidad político partidaria que tendrá su gestión. La presencia de la vicegobernadora Myrian Prunotto y de la propia Bruno dan cuenta de la flexibilidad que apunta a ser marca registrada del oficialismo.

La delicada construcción de consensos, que para muchos oxigena el debate legislativo tras las cómodas mayorías logradas en las gestiones de Schiaretti y José Manuel de la Sota, pondrá a prueba las lealtades y el pragmatismo. De un lado y del otro.

llaryora gobernador: la apuesta del partido cordobes a una nueva mayoria en 2027
Juan Pablo Quinteros, ministro de Seguridad y puntal del primer proyecto de Llaryora 

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