EL NUEVO GOBIERNO

Daniel Tillard, al Banco Nación: otro minguito cordobés al gobierno de Javier Milei

Discípulo de Cavallo, amigo de Francos, funcionario de Schiaretti y link con La Voz. Un combo con pasado y futuro asegurado en el esquema libertario.

Con la confirmación de Daniel Tillard en el Banco Nación, el cordobesismo coló otra figura en el gobierno de Javier Milei. El nuevo titular de la banca pública nacional estuvo a cargo del Banco Provincia de Córdoba hasta la semana pasada, es hermano del gerente general de La Voz del Interior, Juan Tillard, el diario más poderoso del interior del país; y fue funcionario nacional durante la administración de la Alianza, de la mano de Domingo Cavallo. En esa línea en la que el presidente electo unifica fuerzas con el macrismo y el menemismo, desde el centro del país otro “minguito” se suma al equipo de gestión.

Como con todo lo que orbita al sector cercano al creador del "uno a uno", el contacto principal de Tillard con el entorno libertario es Guillermo Francos. Los une una vieja amistad que se remonta a los tiempos en que ambos adscribían al peronismo de los '90 y del que también formó parte Juan Schiaretti.

El gobernador suele repetir que las designaciones en la administración de Milei no son fruto de conversaciones bilaterales con el mandatario entrante. De hecho, nuevo titular de ANSES, Osvaldo Giordano, reconoció que su arribo escapó de la intervención de Schiaretti, que de todos modos le manifestó su “apoyo”.

Es posible que con Tillard suceda lo mismo, aunque al igual que Giordano forma parte de la estructura con la que Schiaretti llevó adelante sus dos gestiones más importantes al frente del gobierno provincial. Las mismas que le permitieron convertirse en el líder del espacio y hasta proyectarse como candidato nacional.

Tillard está al frente del Banco de la Provincia de Córdoba desde el año 2015. Desde allí comandó un proceso que posicionó a la mediterránea como una de las bancas públicas con mayor impacto en el país, artífice de los programas de crédito que alimentaron el grueso de las últimas políticas de incentivos schiarettistas.

Se despidió el pasado 24 de noviembre, cuando ya sabía que su destino, y su amigo Francos, le tenían reservado un lugar en el gobierno libertario.

Daniel Tillard, Juan Schiaretti y Oscar Gonzaléz en 2017.jpg

Los vínculos

El desembarco de Tillard fue confirmado por la Oficina del Presidente Electo de la República Argentina, en un mensaje que este miércoles también oficializó la llegada al equipo de Armando Guibert, exsubsecretario de Reforma y Modernización del menemismo, que será fundamental en la activación de motosierra de Milei.

El nuevo titular del Banco Nación conoce a la perfección las acciones del decálogo que inmortalizó Roberto Dromi a comienzos de los '90. En Córdoba, aquello que debía ser estatal, permaneció en manos del Estado, mientras ese menemismo tardío que fue el cordobesismo no alcanzó a privatizarlo. Con el Banco de Córdoba, sucedió a medias, ya que la privatización dejó al gobierno provincial con una mayoría accionaria. Desde el 2004, funciona como una sociedad anónima.

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Su participación en el club de los minguitos se extiende hasta la última experiencia de gestión de Cavallo. En 2001, Tillard fue convocado para desempeñarse como subsecretario de Normalización Patrimonial, donde fue el encargado encargado de gestión de los entes liquidados, como Obras Sanitarias de la Nación.

De un tiempo atrás, la primera época de Cavallo como ministro de Economía, arrastra también las acusaciones contra su esposa, Julia Couzo Peñaloza de Tillard, en una causa por malversación de fondos millonarios de la Administración Nacional de Seguros de Salud, el PAMI y la DGI durante el gobierno de Carlos Menem.

Los vínculos familares de Tillard también lo involucran en una de las corridas denunciadas por Sergio Massa durante la primera parte del 2023. Fue en abril, cuando el dólar blue pego un salto de $74 y pasó de $395 a $469. La empresa denunciada por el ministro de Economía saliente fue Max Capital, una sociedad de bolsa de la que Ignacio Tillard, hijo del nuevo jefe del Banco Nación, es socio.

La firma había enviado un paper a sus clientes en el que alertaba sobre una inminente devaluación del peso de un 50%. Cuando Massa denunció y la Comisión Nacional de Valores abrió un sumario, la firma se justificó hablando de un “error involuntario de un empleado”.

En la bifurcación de las conexiones que unen al mileísmo con el cordobesismo, el cavallismo y el macrismo, aparece el nombre de Juan Rodríguez Braun, un nombre con linaje cambiemista, que desde la rama de la familiar del ex jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ex secretario de Comercio, Miguel Braun, también aporta al staff de socios de Max Capital. Y, por ende, del hijo de Tillard.

Los lazos de sangre de Tillard también lo unen con uno de las herramientas centrales para la construcción del modelo de poder mediterráneo de las últimas décadas. Su hermano, Juan Tillard, es el gerente general de La Voz, el diario más importante del interior del país, reconvertido en una empresa con múltiples conexiones con el Círculo Rojo de la provincia.

Entre ese grupo de poder empresario, Tillard se mueve desde hace tiempo por sus vínculos políticos, pero fundamentalmente por sus trabajos en el sector financiero. Antes de llegar al Banco de Córdoba fue director del Banco de la Provincia de Buenos Aires, y director de Red Link, entre otros cargos relacionados con la actividad, y actualmente es gerente técnico de la Bolsa de Comercio de Córdoba, una de las usinas de ideas liberales más importantes del centro del país.

El último error no forzado

Involuntario también fue el movimiento que en junio del año pasado pusieron al entonces presidente del Banco de Córdoba en el ojo de la tormenta. Como informó Letra P, Tillard dio un paso en falso que pegó a la gestión de Schiaretti en una de sus zonas más débiles: nombró a cargo de la seguridad del banco cordobés al jefe policial que había sido echado por casos de violencia institucional.

Gustavo Vélez, exjefe de la Policía provincial que había sido pasado a retiro luego del asesinato de Blas Correas, fue contratado en marzo de ese año para hacerse cargo de la seguridad y vigilancia del Banco.

El asesinato de Correas fue uno de los casos policiales más resonantes en la historia reciente de Córdoba. Se trata de un joven de 17 años que murió tras recibir una bala policial en medio de un control en pleno centro de la capital. Su caso se convirtió en un emblema de la lucha contra la violencia institucional y provocó un cimbronazo político que obligó a Schiaretti a remover a casi toda la conducción de la policía.

el cavallista daniel tillard quiere llegar al banco nacion, pero tiene la cuenta en rojo
Javier Milei.

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