Los efectos del ajustazo libertario están a la vuelta de la esquina también en La Pampa, cuya historia de orden administrativo, casi leyenda, parecía dotarla de un salvavidas ante los recortes que le cayeron en distintas dimensiones. El fantasma de una Misiones en llamas parece otra realidad, pero en la Patagonia se lo mira de reojo.
Si como dice la literatura local La Pampa es un viejo mar donde navega el silencio, según las palabras del escritor Juan Ricardo Nervi a las que Alberto Cortez le puso música, viene un tiempo picado donde habrá olas.
El gobierno de Sergio Ziliotto se asoma a su primer conflicto sindical fuerte: la paritaria se complicó más de lo pensado y las cuentas que saca el gobierno provincial empiezan a mostrar un rojo visible, al punto de que el área económica revela que ocurrió lo inimaginable: se agotó el fondo anticíclico.
La Intersindical de La Pampa se planta
La intersindical de gremios estatales, liderada por la Asociación de Trabajadores del Estado, hará paro la semana que viene, después de que la oferta de un incremento salarial del 15% dejara insatisfacción en la dirigencia. Los gremios rechazaron la propuesta, que igual saldrá por decreto.
En el mismo posicionamiento está el gremio docente, UTELPa, que está alineado con CTERA y desde hace años mantiene un vínculo de simpatía y buena onda con el oficialismo pampeano. Un punto aparte es la adhesión de UPCN a la medida de fuerza: el sector es liderado por el exdiputado Jorge Lezcano, que tiene varios jugadores y jugadoras en puestos claves del gobierno de Ziliotto.
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En realidad, los gremios iban preparados para escuchar una oferta incluso inferior, pero resultó que en el transcurso de las negociaciones se conocieron algunos números de recaudación que elevaron las expectativas.
Los sindicatos estatales vienen acostumbrados a una situación que no se daba en otras provincias: desde que el incremento de precios se hizo inmanejable, La Pampa aumentaba los salarios cada mes según el índice inflacionario, con una cláusula gatillo automática.
Desde la asunción de Javier Milei, para no traicionar, Ziliotto anunció que esa lógica sería imposible, porque la Nación tomó medidas que dispararon el costo de vida y además perjudicó a la provincia con otros recortes de peso. Según el gobernador, el objetivo libertario es "fundir a la provincia".
Sergio Ziliotto y el fuego amigo sindical
Hasta ahora, y en coincidencia de que el enemigo está en otra parte, gobierno y gremios venían cuidando las formas en defensa de distintos intereses, pero los bolsillos flacos recalientan el reclamo de las bases y los sindicatos tuvieron que adecuarse a ese otro clima.
El gobierno garantiza con su oferta que el que peor cobra en el Estado llega a los $500.000. Sostiene que su propuesta es para las arcas provinciales una erogación de $61.000 millones en el año.
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Los sindicatos creen que en el oficialismo “hacen trampitas” cuando explica los números. En lo que va del año, la provincia ya aumentó el 60%, pero a fines de 2023 no pagó las cláusulas gatillo. Roxana Rechimont (ATE) y Julio Acosta (Luz y Fuerza) dicen que la mayoría del incremento en realidad corresponde al año anterior y que en 2024 sólo hubo un aumento real de 3,2%.
El secretario general del sector legislativo, Aldo Bafundo, le metió nafta al fuego amigo con una comparación: “En la gobernación de Carlos Verna no perdíamos frente a la inflación”, dijo para indignación del ziliottismo, que en la mayoritaria Línea Plural tiene sus luchas intestinas con los soldados del exgobernador.
Javier Milei licuó el "canuto" de La Pampa
“El ahogo financiero actual es peor que en la época de Mauricio Macri”, responde el ministro de Hacienda, Guido Bisterfeld, y va más allá: “Tomando en cuenta el contexto y la realidad en otras provincias, nuestra oferta es excelente. El rechazo nos sorprende muchísimo”.
Ziliotto decidió sostener la actividad económica afrontando con bolsillos provinciales algunos de los recortes que sufrió la provincia, incluyendo especialmente la falta de pago del déficit de la caja previsional, establecido por ley.
La obra pública es otro ejemplo: con fórceps, sacó una ley que continúa con emprendimientos que Milei abandonó y así alivió la situación de unos 700 trabajadores. También bancó durante un tiempo el monto del Incentivo Docente que eliminó la Nación y pactó un subsidio con las cooperativas que brindan el servicio eléctrico para que el tarifazo no fuera tan feroz.
El impacto ya se siente: las políticas de Milei licuaron el gran "canuto" pampeano. El fondo anticíclico que juntaron peso a peso distintas gestiones provinciales se fue desgranando. El ministro Bisterfeld confirma que a fines del año pasado ese monto era de $30.000 millones, exactamente lo que la Nación le está debiendo a La Pampa.
La Pampa es Patagonia: hay que pasar el invierno
Lejos del estallido misionero, en La Pampa parece medianamente garantizada la armonía y la convivencia, también a partir de las políticas de “Estado presente” que los gobiernos peronistas sostienen sistemáticamente desde 1983.
Esa decisión le otorga un rol vital al banco provincial, que por ejemplo este mes otorgará créditos a tasa cero para que las empresas puedan pagar los aguinaldos sin complicarse, obviamente por decisión política del Ejecutivo, que es el que banca el subsidio. También abrió la puerta a una promoción para la compra de alimentos con tarjetas de crédito.
La próxima semana el gobierno espera obtener dictamen para la ley que impone un impuesto transitorio a grandes riquezas. La oposición obliga a Ziliotto a pagar costos, pero La Pampa dice que necesita unos $10.000 millones que saldrán de un “aporte solidario obligatorio” que durante seis meses afectará al sector financiero, al negocio de los juegos de azar, a funcionarios de distintos poderes y a propietarios de cinco inmuebles urbanos y autos de alta gama.
Ziliotto no se mueve un centímetro de su posición de resistencia al ajustazo y al gobierno de Milei. La Pampa nunca se tragó el Pacto de Mayo y no tiene en su radar ni Pacto de Junio ni Pacto de Julio, pero hay que pasar el invierno.