Derrama la motosierra: paro contundente y ruidos en el histórico vínculo del gobierno pampeano y UTELPa. Paritaria y violencias. Quién es quién en cada gremio.
La Pampa: el gremio docente se le plantó a Sergio Ziliotto, bajo presión de las bases y de la oposición
El sindicato que agrupa en La Pampa a la mayoría del gremio docente agitó la semana con un paro que hizo foco en el gobierno peronista de Sergio Ziliotto, una medida de fuerza convocada bajo presión de las bases y de la oposición.
La Unión de Trabajadores de la Educación de La Pampa (UTELPa) responde a pie juntillas a las políticas de CTERA y tiene una histórica buena onda con el gobierno peronista de la provincia.
Fue esa misma circunstancia la que obligó a la conducción a plantarse y atender demandas de sectores que cuestionan esos vínculos, en un contexto de conflictividad creciente y con las elecciones de delegados gremiales bien a la vista.
El paro en demanda de mejoras salariales y por otras cuestiones laborales fue contundente: el gremio dijo que el acatamiento fue del 90%. También hubo una movilización, poco nutrida en Santa Rosa. El fuego cruzado entre el sindicato y el Ministerio de Educación a cargo de Marcela Feuerschvenger hizo ruido, pero fue prudente.
El paro se votó por unanimidad en el último congreso. El gobierno de Ziliotto aseguró que atendió todas las demandas que se hicieron en la previa a la medida de fuerza, pero la secretaria general Roxana Gugliara insistió en que pretende “respuestas más expeditivas”. Admitió que el diálogo siempre está abierto.
El gobierno pampeano y UTELPa hacen un sistemático equilibrio. Comparten desde hace años la gestión educativa, pero el nuevo escenario político ahora los pone frete a un tironeo de intereses.
El gremio, además, percibe cierta pérdida de legitimidad a partir de la visibilidad de otros actores: sindicatos específicos que hicieron rancho aparte, una oposición competitiva en la capital y el surgimiento de espacios “autoconvocados”.
El mismo fenómeno afecta a otros gremios que negocian con la provincia. El caso más resonante es el del Sindicato de Trabajadores Judiciales, que también hizo fuertes medidas de fuerza tras el surgimiento de una relativamente potente organización “autoconvocada”.
Desde hace largos años UTELPa mantiene con el gobierno de Ziliotto una relación de mutua consideración. Hay un extendido reconocimiento de que la paritaria provincial es una de las mejores del país. Los sueldos que se pagan en el sector están entre los más altos de la Argentina y salvo excepciones se incrementan siguiendo el índice inflacionario.
Con todo, la crisis es más notable desde la asunción de Javier Milei. El achique del salario, la eliminación del plus por Conectividad y del Incentivo Docente que la provincia afrontó con fondos propios solo durante un par de meses y la caída de otros programas generan malestar y reacciones.
A la vez, el gobierno provincial también sufre un proceso de ajuste. Afronta una deuda de la Nación por más de $400.000 millones, según los números del Ministerio de Hacienda de Guido Bisterfeld. La pelea en la paritaria esta vez no dejó conforme a la cúpula sindical, que eligió patalear visiblemente, también para cumplir con una exigencia de las bases y de sectores opositores, que fueron haciendo un caldo de cultivo.
UTELPa intenta proteger su conducción, luego de una última elección de autoridades, el 7 de septiembre de 2022, en que la oposición se agrupó para dar el batacazo y a punto estuvo de quedarse con la seccional más importante, Santa Rosa.
Frente a esa paridad, la oposición denunció fraude y la elección terminó cuestionada judicialmente. En las últimas semanas la Corte Suprema de Justicia determinó que es un asunto que debe tratar la justicia provincial, porque había una disputa para determinar si no le correspondía intervenir al fuero federal.
La oposición, bajo la denominación “Agrupación Rosa y Verde”, nuclea espacios de izquierda, independientes, radicales y sectores de derecha. Básicamente, sectores alejados del peronismo que le reprochan a UTELPa su alineamiento con CTERA y se quejan de lo que interpretan como pasividad frente al gobierno provincial.
El último candidato a secretario general en Santa Rosa fue Walter Del Río. Carlos Alonso y Cecilia Alcántara son otras referencias. También apareció en su momento Luján Mazzuco, hoy concejala por la UCR.
En este nuevo escenario, una de las razones que empujó el descontento y la posterior medida de fuerza es el crecimiento de situaciones de violencia soportadas por docentes. Un caso de supuesto abuso en un jardín que terminó en una agitada reacción de madres y padres y un estudiante apuñalado a la salida de un colegio secundario pusieron esa situación en primer plano. Antes de que apareciera el paro, hubo manifestaciones docentes espontáneas, sin UTELPa.
Otro de los puntos que generó reclamos es la inequidad que se generó en las escuelas de jornadas completa, donde un incremento salarial para docentes ingresantes no se replicó en quienes aquilatan más antigüedad. Un ingresante tiene un salario inicial garantizado de $893.000 por cuatro horas y media de trabajo, lo mismo que percibe un docente ya en actividad que trabaja siete horas.
En ese ámbito puntualmente UTELPa se debilitó. Los cuestionamientos de docentes del sector derivaron en la creación del Sindicato de Escuelas Hogares y Rurales, que comanda Bruno Paoli. El gremio no es aceptado aún en las negociaciones provinciales, pero ya encontró paraguas nacional en la Confederación de Educadores Argentinos.
En la marcha se plegó la Asociación de Docentes Universitarios, que con Santiago Audisio como secretario general responde a la CONADU Histórica. En la provincia hay puentes con el rector Oscar Alpa, presidente del Consejo Interuniversitario Nacional.
En la paritaria, además de UTELPa, participan otros tres gremios.
AMET es el sello de la docencia de las escuelas técnicas y lo comanda Cristian Paulino desde que dejó la conducción el histórico Jorge Rodríguez, ahora secretario del Concejo Deliberante de Santa Rosa.
Las escuelas privadas están nucleadas en SADOP. Pablo Bertone y Marcela Urban son las caras sindicales más visibles, con Jorge Kallinger como referente pampeano que talla alto en el nivel nacional.
El Sindicato de Trabajadores de la Educación Pampeana (SITEP) también surgió como consecuencia de críticas a la conducción de UTELPa y rompió por izquierda. El secretario general es Christian Rosso, de General Pico, segunda ciudad de la provincia.
UTELPa además pisa fuerte en la CTA de los Trabajadores, donde Lilia López es una referencia. El gremio docente sostiene en la provincia una disputa que tiene sus vaivenes y reconciliaciones, pero es siempre ácida, con la Asociación de Trabajadores del Estado y por lo tanto con la Intersindical donde se agrupan también Legislativos, Viales, Luz y Fuerza, Judiciales.
En noviembre del año pasado la Intersindical convocó a un paro contra el gobierno provincial y UTELPa no dio su respaldo a quienes adhirieron a la medida.