El intendente capitalino Luciano di Nápoli puso a jugar la Revisión Técnica Obligatoria (RTO) desde el primer día de octubre pasado, pero incluso antes de esa fecha ya estaba claro que no se la iba a dejar pasar así nomás el rejunte opositor que integran en el Concejo Deliberante la UCR, el PRO y Comunidad Organizada.
Hoy la batalla tiene involucrados a todos los actores: mientras se espera una resolución del Superior Tribunal de Justicia ahora que terminó la feria, intendencias opositoras pero también del peronismo se plantan contra la medida, el Consejo Provincial de Tránsito promete tratar el tema y la Legislatura mete la cola con una iniciativa que hasta exige que Ziliotto fije posición.
La mirada en 2027: esquirlas sobre Sergio Ziliotto
El trámite burocrático que se volvió discusión política de fondo se da en el contexto en que Di Nápoli quiere hacer su propio juego: es presidente del Consejo Local de Unidades Básicas y desde que comenzó su “segundo tiempo” al frente de la capital puso en su radar la posibilidad de ser gobernador en 2027.
Es uno de los anotados en esa carrera. Se distanció de La Cámpora y teje puentes con el espacio de intendencias no alineadas con el ziliottismo, que también integra Fernanda Alonso, la intendenta de General Pico, la segunda ciudad de la provincia. El viejo cacique Carlos Verna ve ese armado con interés y juega a ser su padrino.
Esa mirada ambiciosa a futuro le granjea a Di Nápoli no sólo enemigos internos en el PJ pampeano, sino también fronteras afuera del partido: la oposición, que no tiene una jefatura definida, se ordena y encuentra unidad en esmerilar al intendente de la capital.
También es blanco preferido de esos cuestionamientos la secretaria de Gobierno, Carmina Besga, posicionada con altísimo perfil, pareja del intendente y, además de virtual jefa de Gabinete, cara visible en la presentación de la RTO, aunque en las últimas semanas prefirió hacer silencio frente a los debates institucionales y las movidas vecinales de protesta que también se agitan. Los voceros del oficialismo insisten en su interpretación de que la campaña opositora es una operación de desgaste.
ziliottosergiodinapoliluciano2024-123jpg.webp
Con el conflicto provincializado, las esquirlas de la pirotecnia contra Di Nápoli alcanzan a Ziliotto: el radicalismo pidió que el gobernador convoque a una reunión general con las intendencias de toda La Pampa donde se determine cuáles son las reglas. Sandra Fonseca, diputada de Comunidad Organizada, fue más allá: además de una denuncia judicial solicitó una sesión especial que trate el tema.
Desde el Concejo, la radical Luján Mazzuco también reclamo una "intervención" de Ziliotto y el concejal oficialista Francisco Bompadre le recordó la autonomía municipal e ironizó: "Dólo falta que pida una intervención militar".
Un caballito de batalla de Luciano di Nápoli
La RTO fue sancionada por ordenanza a fines de 2023, con la composición que el Concejo tenía en esa etapa de clara mayoría peronista. Hoy el cuerpo legislativo está empardado y la oposición lo hace valer.
La RTO es uno de los caballitos de batalla del intendente: junto a las fotomultas, el Alcohol Cero y nuevas velocidades máximas, es una medida que apunta a generar seguridad y control sobre el tránsito, con aval inicial de organizaciones que trabajan la problemática como Estrellas Amarillas.
Con todo, el modo de aplicación de la herramienta generó reacciones y rispideces: la licitación terminó otorgándole un monopolio al taller Técnica Sur, de una firma rionegrina, para la realización de los controles, que se tienen que hacer una vez por año. Además se le concedió exclusividad por 20 años, cuestiona la oposición.
El desembolso para hacer el trámite implica un costo de $45.000 en el caso de vehículos particulares comunes y, aunque todavía no se labran infracciones porque está en etapa de concientización, también las hipotéticas multas son un golpe al bolsillo.
Hasta la Intersindical de gremios estatales salió con los tapones de punta, quejándose de que se trata de una disposición de afán recaudatorio que persigue a los sectores trabajadores. Copete di Nápoli también tiene en ese frente gremial uno de los obstáculos que interrumpen su andar plácido en la gestión.
La UCR y el PRO tironean
A la oportunidad del momento socioeconómico para la novedad, se suman más planteos, entre ellos el estado de las calles de la ciudad: hace más de un lustro que Santa Rosa está en emergencia sanitaria, hay obras constantes para arreglar asfalto, cloacas y desagües y eso genera que las condiciones de las arterias, sobre todo en los barrios más lejanos al centro, provoquen daños a los vehículos.
Además, ni el Ejecutivo provincial ni ninguna otra comuna aplica la medida que sí dispone la Ley Nacional de Tránsito. Como la oblea de la RTO se le exige a personas que residen en otras comunidades, pero que llegan a Santa Rosa para trámites, cuestiones laborales o recreativas, disparó la queja de otras intendencias, como la de General Acha y Macachín, gobernadas por los opositores Abel Sabarots y Martín Mujica.
rto opo.jpg
La concejala radical María Luján Mazzuco junto a ediles de la UCR, el PRO y Comunidad Organizada: agitan el cuestionamiento al gobierno de la capital de La Pampa.
Sin poner el grito en el cielo, también jefes comunales del peronismo hacen saber ese planteo y por esa razón el ministro de Seguridad de la provincia, Horacio di Nápoli, adelantó que el Consejo de Tránsito tratará el tema en marzo.
La gestión de Di Nápoli espera que para ese momento el máximo organismo judicial, que ya le dio un triunfo en esa área cuando rechazó un amparo, decida a favor de la Municipalidad de Santa Rosa en la cuestión de fondo: ese proceso contencioso-administrativo ante el STJ fue uno de los caminos elegidos por la oposición.
La UCR, el PRO y el tiernismo de Comunidad Organizada insisten en que la medida de Di Nápoli es “ilegal” porque en su momento se rescindió un convenio con la Agencia Nacional de Seguridad Vial: la oposición asegura que las obleas no son válidas como verificación técnica vehicular en otros lugares del país, pero hasta ahora no apareció ninguna constatación concreta en ese sentido.