Rafael Gutiérrez quiere volver a presidir el máximo tribunal.
LaCorte Supremade Justicia de Santa Fe quedó atrapada esta semana en su interna. La acordada en la que debía encaminarse la definición sobre la presidencia para 2026 —un movimiento crucial en pleno proceso de renovación del Poder Judicial— no tuvo resultados y los ministros decidieron postergar la discusión por, al menos, una semana, aunque la definición podría estirarse.
Registrate para continuar leyendo y disfrutando de más contenidos de LETRA P.
Gutiérrez, en el centro de la escena de la Corte de Santa Fe
Los jueces llegaron al plenario con el tablero dividido entre la vieja guardia y quienes representan a la nueva Corte. En ese escenario trabado, la figura del histórico Rafael Gutiérrez volvió a ocupar el centro de la escena: está interesado en asumir la presidencia en 2026. En los pasillos del Palacio de Justicia sostienen que esa fue solo una de las condiciones que le puso al gobernador Maximiliano Pullaro en una bilateral de menos de 10 minutos que tuvieron hace dos semanas en la capital provincial.
La interna en la Corte no es sólo etaria. Está fracturada en dos bloques de poder: Daniel Erbetta, Margarita Zabalza y Jorge Baclini por un lado, y por el otro Gutiérrez, Roberto Falistoco, Eduardo Spuler y Rubén Weder que, aunque fue parte de las últimas incorporaciones, rápidamente hizo migas con ese sector. En lo concreto, con las fichas sobre la mesa y utilizando su propio voto, Gutiérrez podría ser presidente. Sin embargo, quiere que ese respaldo salga, como otros años, por unanimidad. Y ahí se abre la negociación que ya tiene dos puntos de tensión.
Fin a la alternancia norte - sur
El primero es que Erbetta, Zabalza y Baclini quieren derogar la famosa acordada de 2012, que estableció la alternancia norte-sur para la presidencia del tribunal. El criterio territorial, que buscaba equilibrar representaciones, terminó convertido en un beneficio para Gutiérrez y Falistocco, que presidieron 10 veces cada uno el tribunal cimero gracias a esa cláusula. La idea que circula ahora es reemplazar ese esquema por un sistema de rotación entre personas, no entre regiones. Un mecanismo que obligue a alternar y abra el juego, evitando que las presidencias queden capturadas por acuerdos geográficos o por la voluntad de un solo actor.
Corte Suprema de Santa Fe completa
Un plan de trabajo que dé transparencia
El otro punto de las negociaciones es que, quien quede a cargo de la presidencia, deba presentar un plan de trabajo para el año, que establezca cómo se van a ir implementando los pasos de modernización del Poder Judicial, ajusten funciones que terminen con la estructura que identifican como el “ala antigua” de la Corte. Incluyen además un capítulo clave: la redefinición de las funciones que concentraba Eduardo Bordas, el histórico secretario de Gobierno del tribunal que anunció su retiro. Durante décadas manejó licitaciones, presupuesto y la logística fina de la administración judicial.
La salida de Bordas obliga a rediseñar la superintendencia, un área crítica que la Corte ejerce sobre todo el Poder Judicial. Los ministros reclaman ahora un esquema más horizontal, en el que cada uno asuma responsabilidades de gestión según especialidades, en lugar de quedar supeditados al poder concentrado de la Secretaría.