La jura de Margarita Zabalza y Jorge Baclini como nuevos integrantes de la Corte Suprema de Santa Fe pasó rápidamente de un acto protocolar a uno de alto contenido político por los discursos de ambos. El reclamo fue hacia adentro del poder Judicial: mayor eficiencia, respecto a la Constitución y clara intervención en materia de seguridad.
La plana mayor de la Justicia santafesina estuvo completa, dentro del salón de actos y en los pasillos del primer piso del Palacio de Tribunales; y la ausencia del gobernador Maximiliano Pullaro, que se quedó en la Casa Gris a escasos 100 metros, fue la otra marca del acto. La renovación de la Corte es uno de los ejes de su gobierno, pero quiso evitar la foto en el día cero de la nueva era. De todos modos, garantizó la presencia institucional del Ejecutivo con la vicegobernadora, Gisela Scaglia, y los ministros de Justicia, Pablo Cococcioni, y Gobierno, Fabián Bastía. Y es que, tras 17 años de una única composición, por primera vez se quiebra la mayoría reutemista del máximo tribunal santafesino.
Incluso en términos visuales, la foto final fue profundamente simbólica del cambio. La incorporación de una mujer joven como Margarita Zabalza marca un contraste con el resto, que superan los 75 años y posan desde hace mucho tiempo con la cruz gigante de fondo. Su alocución fue muy fresca, sin ayuda memoria y hasta dio lugar al chiste: “Yo también me había anotado lo que iba a decir, pero lo dejé en el bolso, que lo tiene Felipe”, bromeó sobre su cartera, que quedó en la silla de la primera fila, al lado del senador por San Cristóbal, Felipe Michlig.
Menos burocracia, objetivo de la nueva Corte Suprema
El primero que habló fue Baclini, marcó el momento histórico que transita la provincia con la reforma constitucional y consideró que uno de los puntos a reformar tiene que ser cómo el Consejo de la Magistratura trabaja para lograr una composición equilibrada para la designación y el juzgamiento disciplinario de magistrados. Además, planteó que el Ministerio Público de la Acusación (MPA) tiene que ir hacia la autonomía.
El foco fuerte, sin embargo, fue sobre el control interno al poder judicial. Habló de la necesidad de erradicar la burocracia, la delegación innecesaria de funciones, les exigió a los jueces evitar excesos que generan dilaciones en las audiencias y modificar prácticas de trabajo instaladas: “Los procesos no pueden durar indefinidamente”, cuestionó.
La mirada fija de Rafael Gutiérrez
En uno de los momentos más importantes de su discurso, Zabalza reivindicó los acuerdos políticos para la renovación de la Corte, la aprobación de cada uno de los tres nuevos pliegos – incluyó al de Rubén Weber que jura dentro de un mes- en la Legislatura provincial, y el respeto a la Constitución. El mensaje puede tener una doble lectura. Por un lado, la diferencia con el decretazo de Javier Milei para designar a los supremos nacionales, pero también por la discusión que aún mantiene el Ejecutivo provincial con Rafael Gutiérrez, Mario Falistocco y Eduardo Spuler, los ministros que ya superaron la edad prevista en la Carta Magna para ejercer la magistratura y resisten la jubilación.
Las dos interpretaciones, pero probablemente mucho más la última, hicieron que Gutiérrez mirara fjio a Zabalza, mientras daba su discurso. Su trayectoria, como abogada especializada en derecho tributario, y docente de la Universidad de Rosario, pero con carrera por fuera de la estructura judicial, le dio aire para un discurso encendido. Sostuvo que la Corte tiene que ejercer el rol de gobierno de ese poder, que la magistratura tiene que ser ejercida con independencia y sin favoritismo y puso el foco en el rol de la Justicia en materia de seguridad.
Lágrimas
En sus discursos tanto Baclini como Zabalza agradecieron a sus familias. Baclini se quebró cuando recordó a sus padres, contó que siempre lo motivaron y Zabalza hizo llorar no sólo a sus hermanas que seguían la ceremonia desde el fondo del salón, sino también a la diputada nacional del PS Mónica Fein.
Es que, en la danza de nombres, Zabalza fue la figura que propuso el socialismo, hija del histórico dirigente Juan Carlos Zabalza, pero también en el marco de la fuerte impronta que da ese partido a las mujeres en las primeras líneas de poder.
Animal print
El toque de color a la jornada se lo dio el juez Daniel Erbetta que llegó al acto no sólo de buen ánimo sino también con una corbata animal print. “Fue para acompañar el espíritu joven de la nueva Corte”, bromeó sobre su elección del llamativo accesorio.