En una extensa fase de construcción nacional, La Libertad Avanza apostará al “riesgo cero” en las elecciones de Río Cuarto, las primeras en la era Javier Milei. La contienda que consagrará al sucesor de Juan Manuel Llamosas prescindirá del oficialismo nacional, que observará desde afuera la disputa entre candidatos de “la casta”. Al menos, eso parece.
La tropa libertaria no logró llegar a un acuerdo para participar activamente en la única elección del año y jugará solapadamente sus intereses en Río Cuarto, la ciudad en el que el Presidente obtuvo más del 73% de los votos en el ballotage de noviembre.
Apenas si la presencia de Mario Lamberghini, candidato del Partido Libertario, podría representar alguna opción más pura entre la hinchada mileísta. Sin embargo, el exfuncionario delasotista responde al armado provincial de Agustin Spaccesi, el legislador provincial que hoy está alejado de la conducción de LLA que comanda Gabriel Bornoroni en Córdoba.
Por lo demás, hombres y mujeres del Presidente “la miran de afuera”. Pese a haber coqueteado con un posible armado representativo de lo que se pregona a nivel nacional, el mapa resulta, de mínima, incómodo, con las tres principales candidaturas encuadradas en lo que el oficialismo denomina “representantes de la casta”.
Hay razones simbólicas y políticas que amparan esa aseveración. Entre quienes se perfilan para disputar la intendencia el próximo domingo, De Rivas es al que mejor le calza el modelo outsidercon el que LLA busca vestir a sus referentes en todo el país.
El gobernador Martín Llaryora aún no dio su aval oficial a Guillermo de Rivas como candidato a intendente de Río Cuarto..jpeg
Pese a encabezar la lista de Hacemos Unidos por Córdoba, hay quienes aseguran que el gobernador Martín Llaryora no se pronunció oficialmente por la candidatura de Guillermo de Rivas en Río Cuarto.
En el último tramo de la campaña, de hecho, se despegó hasta del propio Llamosas, cuya gestión fue la base de su proyección. También hay quienes aseguran que el propio Llaryora no tiene una predilección clara a favor del exfuncionario municipal.
De inmejorables vínculos con el mundo agropecuario, la conexión de De Rivas con el universo libertario también encuentra otro de sus lazos con el llamosismo en el medio. Se trata de su relación con Germán Di Bella, el exsecretario de Desarrollo Economico Comercial e Industrial de la gestión riocuartense que se desempeñó como subsecretario de Agricultura de la Nación, hasta que el mundo libertario decidió "rediseñar" el esquema del gabinete y lo dejó afuera de la cartera de Fernando Vilella.
Con todo, hay un hecho concreto que se observa desde cerca en la política riocuartense: Paula Dalmasso, que ocupa el segundo lugar en la boleta al Concejo Deliberante que acompaña a De Rivas, es una de las mejores amigas de la esposa de Gastón Gónzález, uno de los nombres sondeados por LLA para plantar su propia lista.
Así, afirman en “el imperio del sur”, lo más conveniente para el partido anticasta sería la continuidad del modelo gestión que gobierna desde hace ocho años la ciudad y se referencia en el cordobesismo que comanda Córdoba hace un cuarto de siglo.
Un candidato para Javier Milei
A pesar del resultado final de las gestiones, la conducción de LLA buscó hasta el momento del cierre de listas un nombre que pudiera poner a la figura del Presidente en el centro de la escena. Como contó Letra P, uno de los primeros elegidos fue el radical Gabriel Abrile, que en 2020 quedó a seis puntos de Llamosas.
Hubo reuniones. En Río Cuarto, en Córdoba e incluso en Buenos Aires. Abrile mostró interés, pero el acuerdo se fue dilatando por la propia dinámica del oficialismo, que no termina de acomodarse internamente. Una de las trabas principales es su filiación radical, que comparte con Gonzalo Parodi, el candidato de Primero Río Cuarto, que además fue ocho años funcionario de Juan Jure, el último intendente de la UCR de la ciudad.
Gonzalo Parodi y Gabriel Abrile
Gonzalo Parodi y Gabriel Abrile, los referentes del armado "anticasta" de la UCR en Río Cuarto.
El otro potencial candidato, quizás el que mejor encajaba en el perfil que buscaba Bornoroni, fue González, que además de joven, empresario y productor agropecuario, se viste de piloto para participar de distintas disciplinas motores, entre ellas el rally. Simbólicamente, el aspirante perfecto.
Pese a eso, el nombre no llegó a instalarse y LLA se quedó sin candidato.
Escenario Río Cuarto
Todos los pronósticos analizan un escenario de tercios donde las lógicas de la política nacional y provincial estallaron como fruto de la rosca y las rencillas personales. Además de De Rivas y Parodi, la candidatura de Adriana Nazario, ex funcionaria provincial, exdiputada y última esposa de José Manuel de la Sota, aparece como una de las mejores ubicadas de cara a la elección.
Con su armado comulga la diputada del MID, Cecilia Ibáñez, que abandonó el bloque libertario en la cámara baja acompañando a Oscar Zago luego de que la conducción libertaria decidiera poner en su lugar a Bornoroni. El MID de Río Cuarto se desentiende de esa jugada, aunque el apoyo es concreto.
Parodi es un hombre de Evolución, pero en su versión cordobesa. Es decir, más cerca de Rodrigo de Loredo y Luis Juez que del presidente del Comité nacional, Martín Lousteau. En ese armado quedó afuera el PRO, la fuerza nacional más cercana al oficialismo, que presentará su propio candidato, Rolando Hurtado Dianderas. En el armado de Parodi también participa la Coalición Cívica y hay una buena cantidad de figuras que exploran alianzas con Milei, del mismo modo en que están quienes se identifican con el radicalismo más puro y, desde allí, buscan proyectarse.
Adriana Nazario y Franco Miranda
Tras la división del cordobesismo, Adriana Nazario disputará la elección de Río Cuarto.
“Hay libertarios sueltos en todas las listas”, afirman a Letra P en el sur cordobés, donde también el representante argentino en el Parlasur, Rodolfo Eiben, intentó impulsar una candidatura que finalmente no se proyectó.
En ese mapa, Milei parece quedar afuera de una discusión que, aseguran, se definirá desde las lógicas locales y no podrá nacionalizarse. Siempre y cuando ningún libertario busque subirse al carro ganador con el resultado puesto. Con un final abierto, nadie asegura que tal cosa no vaya a pasar.