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Javier Milei definió su estrategia para ampliar la Corte Suprema y completarla sin ayuda del kirchnerismo

Los operadores del Presidente acompañarán proyectos que suman sillas al tribunal. Después, intentarán romper a UP en el Senado para nombrar magistrados.

Después del fracaso de la negociación de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, Javier Milei ya tiene su plan para nombrar jueces en la Corte Suprema de Justicia. Consiste en avalar el proyecto de ampliación que debate el Senado y, recién en diciembre, reunir dos tercios junto a la oposición dialoguista y gobernadores de Unión por la Patria.

La mira está puesta en dos mandatarios: Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, quien de mínima sostendrá dos de sus tres bancas de la cámara alta; y Raúl Jalil, de Catamarca, que seguirá con un voto propio. Con estos aportes, en diciembre, La Libertad Avanza podría llegar a dos tercios sin negociar con el Kirchnerismo.

Claro que para lograrlo requiere un acuerdo sin fisuras con el resto del recinto, donde convivirán partidos provinciales, la UCR y restos del PRO, que tendrán línea abierta con Mauricio Macri.

La rosca de Javier Milei

Las negociaciones con el Senado por los pliegos judiciales siguen a cargo del viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, respaldado por Santiago Caputo. Pero después de su traspié con las gestiones por Lijo y García-Mansilla, esta vez también interviene Lule Menem, en nombre de Karina Milei.

Como explicó Letra P, en la elección del 26 de octubre UP y LLA dirimen alcanzar el tercio propio en el recinto del Senado. El peronismo lo necesita para seguir siendo árbitro de la negociación por los pliegos de la Corte y el cargo de Procurador, que requieren mayoría especial. A LLA, bloquear los dos tercios en al menos una cámara del Congreso le sirve para blindar los vetos presidenciales a leyes hostiles.

Las encuestas que difundió Letra P dan cuenta de un escenario favorable para el oficialismo en las ocho provincias que renuevan tres bancas para el Senado, aunque difícilmente UP no pueda sostener al menos los 25 votos que representan el tercio del recinto.

Si el bloque peronista tiene en diciembre 26 o 27 bancas, el Gobierno apuesta a robarle dos o tres alfiles que respondan a los gobernadores para juntar 48 votos sin tocar la puerta del sector que responde a Cristina Fernández de Kirchner.

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Los pasos de la negociación en el Senado

Antes de reunir una mayoría especial, en el Senado podría avanzar un proyecto para ampliar la Corte, que empezó a debatirse en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia y Asuntos Penales, presididas por Alejandra Vigo (Provincias Unidas) y Juan Carlos Pagotto (LLA).

La Corte actual tiene cinco butacas y sólo hay tres ocupadas por los jueces Horacio Rosatti (su presidente), Juan Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. Los dos primeros controlan la mayoría y fueron muy críticos de Milei durante la campaña electoral. UP presentó un proyecto para ampliarla a nueve y así generar seis vacantes; mientras que el aliado Juan Carlos Romero propuso que se integre cor siete. Hay consenso en sumar presencia femenina y de la mayoría de las regiones del país.

En el último plenario, Vigo anunció que citará a funcionarios del Ministerio de Justicia para exponer. Serían invitados el ministro, Mariano Cúneo Libarona; y Amerio. Antes o después de estas visitas, la senadora cordobesa quiere una reunión con senadores para avanzar en un texto de consenso, que no parece tan lejano.

Es que UP está dispuesto a ceder en sus pretensiones y, si es necesario, avalar una Corte de siete miembros. La negociación está abierta por entre los partidos provinciales hay propuestas para sumar dos supremos (la presentó la chubutense Edith Terenzi), como también para que haya nueve (es el proyecto de la rionegrina Mónica Silva).

El peronismo, además, está apurado en aprobar la ampliación de la Corte antes del recambio legislativo del 10 de diciembre, porque luego perdería al menos ocho bancas y no tendrá incidencia en la mayoría simple. De todos modos, hasta ahora el PRO y la UCR no se expresaron y parecen fuera de la negociación. Serán necesarios cuando se debatan pliegos. El incentivo que tienen para que no quedarse afuera es que las negociaciones incluirán los pliegos para cubrir vacantes de la justicia federal, que se aprueban con mayoría simple.

Nombres con acuerdo en el Senado

Un elemento que modificará el Gobierno respecto a la fallida negociación del año pasado es definir los nombres de los candidatos a jueces antes de enviar los pliegos, con la certeza de tener el camino allanado para su aprobación. Ya se habla de alguna jueza de provincia como alternativa.

Caputo, el año pasado, quiso imponer sus pliegos y convirtió a Milei en el primer presidente al que le rechazan pliegos para la Corte.

El asesor oficializó las propuestas de Lijo y García-Mansilla, para recién después iniciar una negociación con el kirchnerismo que nunca tomó vuelo. Su interlocutor fue el ministro de Justicia de la provincia, Juan Martín Mena, confidente de CFK.

Las gestiones se frustraron porque la expresidenta estaba dispuesta a aprobar el pliego de Lijo, pero pedía borrar al académico y sumar a una mujer de su confianza, como la santafesina María de los Ángeles Sacnun. Cristina también avalaba una ampliación de la Corte, con la certeza de tener poder de veto sobre las propuestas.

Esa capacidad podría quedar intacta en diciembre sólo si en UP resisten la presión del Gobierno y nadie saca los pies del plato. Los tiempos para elegir un juez de la Corte, aún con consenso, son extensos, porque antes de la votación es necesario esperar objeciones de la sociedad civil. Recién después, está la audiencia y el recinto. La última vez no terminó bien.

Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner.
El debate en el Senado por la ampliación de la Corte.

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