Una de las dos bancas que el peronismo de Entre Ríos apuesta a renovar en Diputados en 2025 pertenece a Carolina Gaillard. Como cualquiera, el deseo es la permanencia. Fue espada del expresidente Alberto Fernández, muestra estirpe del kirchnerismo, tiene relación con intendentes jóvenes y armado con Agustín Rossi.
Gaillard llegó al Congreso de la mano de Vilma Ibarra entre 2007 y 2011, en ese entonces como asesora. De ahí que su círculo cercano, que se esperanza con la continuidad, afirma que “conoce la casa”. Va por el tercer mandato. Ocupó una banca de 2013 a 2017, completó el mandato de Juan José Bahillo desde 2019 y, por último, fue electa en 2021. En tiempos en los que el gobierno denuncia a la casta, Gaillard puede decir: “soy casta, por eso deben elegirme”. Le tocó ser diputada primero con Mauricio Macri y, ahora con Javier Milei, por ello - esgrimen en su entorno - tiene tesón para ser una voz ante el gobierno libertario.
Durante el gobierno del Frente de Todos fue cercana a Alberto Fernández. Fue una figura central cuando el expresidente decidió impulsar un pedido de juicio político contra miembros de la Suprema Corte de Justicia y ella presidía la comisión que llevaría adelante el proceso en Diputados.
Parte de la apuesta para perpetuarse está atada a su linaje kirchnerista. Un perfil similar, en este punto, al que presenta La Cámpora como carta para incorporarse a las listas legislativas de 2025. Como reveló Letra P, su par Tomás Ledesma come en la misma pecera y, de alguna manera, ambos se abrazan al 20 por ciento que votos que ronda Cristina Fernández en la provincia. No sobra nada.
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La diputada Gaillard con Cristina Fernández en una publicación que de Instagram de enero de este año.
La Corriente con Agustín Rossi
En tanto pertenencia formal a una línea nacional dentro del peronismo, Gaillard se inscribe en La Corriente, el espacio que lidera el santafesino Rossi. Hoy un sector no tan convocante, pero con el que pudo mostrar actos durante la campaña como candidato a vicepresidente junto a Sergio Massa.
Ahora, el espacio le sirve como un paraguas para actividades aunque no la limita. Rossi tiene a su favor ser un referente que, aunque no despierta pasiones ni adhesiones de renombre en la provincia, tampoco cosecha grandes rechazos. En tanto, a la par de las relaciones que pueda tejer con otros sectores es el que le permite armar encuentros o actividades en el territorio.
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Carolina Gaillard con Agustín Rossi.
Rosca con intendentes sub 40 y cultivo del kirchnerismo
Conforme avanza el tiempo y con ello las especulaciones sobre el futuro de las listas, cada sector empieza a moverse con la especulación de volver a ser protagonista en lo que viene. Gaillard, en este sentido, se muestra cercana a un grupo de intendentes jóvenes del Partido Justicialista (PJ).
Los autodenominados “sub-40” son jefes comunales que si bien no son nuevos en política oscilan esa edad. Pujaron por comandar el PJ aunque su peso relativo los hizo guardarse para otra oportunidad cuando se corroboró la actual conducción. No gobiernan ciudades grandes, aunque tienen una extensión no despreciable en la geografía provincial. Gaillard se identifica con ellos, tratando de componer una “nueva melodía”.
Al igual que la juventud de La Cámpora, cultiva un perfil coincidente con el kirchnerismo, un poco por coincidencia generacional y, otro tanto por haber acompañado e impulsado algunas de las demandas históricas del sector. Aunque ahora desliza críticas. “Hay que decodificar lo nuevo”, se le escuchó decir últimamente. En este sentido, en un encuentro peronista en la ciudad de San José, cuestionó que el Estado no siempre estaba cerca de la ciudadanía en aspectos concretos, como salud o educación. Se sumó aquí a la proclama de Estado presente, pero que a la par demuestre eficiencia.
Polémica y agenda propia
Como legisladora, Gaillard, además de presidir Juicio Político durante el albertismo, hoy integra la decisiva Bicameral de DNU. En tanto, los temas de agenda legislativa que están en discusión los toma y no esquiva posturas.
Promovió y militó la discusión por el cannabis medicinal, un tópico que, en principio, no mide en Entre Ríos. Ahora, trabaja en un proyecto referido a salud mental que incluye los consumos problemáticos y la prevención de suicidios. De nuevo, temas que no son taquilleros para la política pero que, de algún modo, interpelan a minorías específicas de la sociedad.
Gaillard militó y votó a favor de la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Sigue la agenda de derechos humanos, se define feminista e impulsa particularmente la industria cultural. Sobre esto último, en la provincia, cuando fue secretaria de Cultura y Turismo con el exgobernador Gustavo Bordet, impulsó un festival de cine que aún persiste.
En el recinto defiende posturas sin esquivar polémicas. Por ejemplo, en uno de los tratamientos de la ley ómnibus pedía a los gritos que se cumpla el reglamento. “Dale un rivotril a (Carolina) Gaillard que está sacada”, le lanzó la radical Karina Banfi. “Soy vehemente y pasional. No especulo jamás”, disparó luego desde X.