De Loredo cuestionó el silencio oficial y su bloque empapeló la Legislatura. De la Sota levantó elogios secretos. Siciliano repartió bananas. Juecismo a full.
La oposición exige a Martín Llaryora que hable sobre el fallo de la Corte
El cordobesismo, esta vez, no habilitó la colectora para que segundas líneas expresaran la diversidad peronista. El silencio de sus popes de Córdoba -Martín Llaryora, Daniel Passerini y Juan Schiaretti- sobre la ratificación del fallo de la Corte Suprema a la condena de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) tuvo como contraste la defensa solitaria de Natalia de la Sota.
La noticia llegaba en medio de la sesión especial en la Legislatura que pidieron el oficialismo y la oposición para debatir sobre el financiamiento de la educación pública.
La trenza preelectoral -que terminó con el jefe de la bancada llaryorista, Miguel Siciliano, entregándoles bananas ecuatorianas a sus pares de la UCR- tuvo momentos de alta tensión, pero sobre todo de desconcierto.
Varias figuras del cordobesismo escroleaban en sus teléfonos para ver si aparecía algún posicionamiento oficial sobre el tema de alto impacto político.
Miraban con cierto nerviosismo a sus asesores para ver si llegaban instrucciones antes de que algún cronista legislativo los tomara de improviso. Otras, aprobaban sotto voce "la valentía" de la hija del tres veces gobernador José Manuel de la Sota.
Nota al pie: en el entorno de la diputada díscola salieron al cruce de las versiones (y del entusiasmo cristinista y massista) que la ubican afuera del cordobesismo. “Fue un desmarque bien notorio, pero Natalia forma parte de Hacemos y buscará seguir representando al espacio en el Congreso. Si no se puede, se verá en su momento”, soplan.
De nuevo en la sesión especial del martes, el problema llegó cuando el neolibertario Gregorio Hernández Maqueda pidió que se aprobara un cuarto intermedio para hacer una declaración conjunta en apoyo al fallo de la Corte. La oposición apoyó, junto con los oficialistas Siciliano y Abraham Galo. Se resolvió patear el debate para este miércoles.
La Legislatura abrió esta mañana con las bancas de Juntos por el Cambio decoradas con pancartas dirigidas al gobernador. Rezaban así: “Llaryora no quiere hablar de Cristina”. La chicana se suma a un comunicado oficial del bloque boinablanca donde le piden un mensaje contundente al jefe del Panal, como se conoce a la casa de gobierno provincial.
“Nuestra provincia debe alejarse de los partidismos y dar un mensaje contundente contra la corrupción, a favor de la división de poderes y de la independencia de los mismos, para que se garantice el normal desarrollo de la vida democrática”, expuso el bloque comandado por el deloredista Matías Gvozdenovich.
Antes, el diputado Rodrigo de Loredo hizo un encendido discurso en redes sociales donde concluye que no hay peronismos distintos, apuntando al relato del justicialismo local que desde la crisis del campo en 2008 a esta parte sostiene que “el kirchnerismo colonizó al peronismo” y por eso no son parte.
En los pasillos del edificio legislativo se respiraba un aire espeso. La radical Graciela Bissotto, colaboradora del cordobesismo, presentó un beneplácito por el fallo de la Corte. “¿Es amiga o enemiga?”, se mofaba un asesor peronista. En el orden del día, está el repudio al fallo que presentó el cristinista Federico Alesandri.
La sesión de este miércoles comenzó pasadas las 15.30 en el clima esperado: caliente. El jefe del bloque del Frente Cívico, Walter Nostrala, pidió que se altereara el orden del día y que se permitiera a todas las personas interesadas hablar del tema. Caso contrario, anunció que la bancada de Luis Juez se retiraría del recinto.
"El mundo está hablando de este fallo. Por qué nosotros no podríamos ampliarlo para que todos los legisladores puedan expresarse. Quedó claro que hay una orden del gobernador, que no quiere expresarse sobre el tema", chicaneó Nostrala.
Siciliano se mostró sorprendido y le facturó que, pese a no haber presentado el proyecto a favor del fallo de la Corte, lo considerarían igual. La vicegobernadora Myrian Prunotto pidió que se votara por la alteración de la minuta. Ganó la afirmativa.
Empezó la ronda de chicanas. Nostrala insistió que el debate no debía restringirse a los autores. Siciliano dijo que el juecista "montó un circo". Pruntto pidió aire con un cuarto intermedio. Al regreso, se aprobó ampliar la minuta de oradores.
Será una tarde larga.