Congreso: qué se juegan Javier Milei, el peronismo y Provincias Unidas
El Presidente quiere acercarse al tercio. Necesita aliados y le teme a Mauricio Macri. UP podría sostener bloques fuertes. Se viene un árbitro federal.
Javier Milei hizo bien en salir a hacer campaña: en los últimos meses su imagen cayó junto a sus expectativas para las elecciones del domingo que definirán el nuevo Congreso. El Presidente se conforma con acercarse al tercio en los recintos, que permiten blindar vetos y frenar juicios políticos. Buscará amar bloques de aliados para no depender deMauricio Macri.
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Si algún día quiere llegar a una mayoría y sancionar una ley, Milei deberá llamar a los gobernadores de todas las fuerzas. No tiene otra opción. El peronismo, en su versión de Unión por la Patria (UP), aun con internas que tal vez aumenten su fragmentación, se consolidará como el bloque más grande en los dos hemiciclos. Podrá aspirar al cuórum si logra asociarse a otros espacios opositores.
La UCR se dividirá -tal vez en forma definitiva- entre aliados y opositores. Habrá un grupo pequeño que buscará destino. En Diputados, además, persistirá un bloque de izquierda, tal vez más grande que el actual (que es de cinco miembros); una dupla de la Coalición Cívica y casi ningún monobloques.
La Libertad Avanza (LLA) renueva pocas bancas (ocho de 37 en Diputados y ninguna de las siete del Senado), lo que le permitirá engrosar su escasa representación. Sin superar el 40%, como esperaba que ocurriera hace tres meses, la dinámica legislativa no será muy distinta, porque en muchas provincias sumará figuras propias y perderá aliados.
La caída en las encuestas de LLA, como era de esperar, favorece el crecimiento del peronismo, que en el formato de bloques únicos o interbloques, tendrá el desafío de no ser consumido por sus internas.
Javier Milei, sin su sueño del tercio
En el Senado, el peronismo podría seguir siendo dueño de los debates. Pone en juego 15 bancas y los últimos sondeos otorgan chances de ganar diez u 11, a partir de la caída del Gobierno en provincias como Río Negro (saldría segundo) y Santiago del Estero, donde el oficialismo local se quedaría con las tres escaños.
La Libertad Avanza espera ganar en la Ciudad de Buenos Aires, Salta, Entre Ríos y Chaco -es una elección más pareja-; disputa Neuquén con el oficialismo local y confía en imponerse en Tierra del Fuego, favorecido por la división del peronismo. Un bloque oficialista de hasta 20 miembros está en el techo de las expectativas. Son cinco menos que lo necesario para llegar al tercio.
A excepción de Neuquén, UP ganará la banca de minoría donde no triunfe y así podría tener un bloque de 29 o 30 miembros. El jefe, José Mayans, necesitará un poco de rosca para llegar a las 37 necesarios para el cuórum. Nada muy distinto a lo que ocurrió estos años, cuando -con 33 o 34 votos propios- el formoseño logró dominar el recinto en meses en los que Milei tenía niveles de aceptación altísimos.
La mira estará puesta en un lote de partidos provinciales que tendrán presencia en el Senado, la mayoría agrupados en Provincias Unidas (como Santa Cruz y Chubut), que sumarían una decena de votos. Sólo la dupla misionera se mantiene en rancho aparte. Se agregarán a PU tres votos de la UCR: dos que responden al gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés -Mercedes Valenzuela y Eduardo Vischi- y Eduardo Galaretto (Santa Fe).
A la UCR le quedan otros siete miembros en el Senado que difícilmente sigan juntos. La dupla mendocina (Rodolfo Suárez y Mariana Juri) debería aliarse al Gobierno, mientras que el resto tiene destinos diversos. Hay opositores rasos como Maximiliano Abad, Flavio Fama y Daniel Kroneberger. La santafesina Carolina Losada viene jugando cerca de Milei.
Si LLA quiere un tercio, que son 25 votos, en el Senado también podría golpear la puerta del PRO, que retendrá cinco miembros y una aliada (Beatriz Ávila). Milei y su alter ego Santiago Caputo intentarán fortalecer otros socios para no depender tanto del expresidente.
Con una elección que tiende a polarizarse, el peronismo será favorecido en Diputados, porque pone en juego la magra elección que realizó en 2021. Es por eso que arriesga menos de la mitad de sus miembros: 46 sobre 98. La suma es baja, además, porque en estos años Unión por la Patria perdió bancas ganadas en 2021, como Agustín y Elia Fernández, del bloque de Tucumán; la salteña Pamela Calletti y el santafesino Roberto Mirabella.
En UP hay expectativa de retener los escaños que están en juego y hasta de sumar algunos con el retorno de los tucumanos. No descartan que el bloque pueda fragmentarse (con La Cámpora afuera), pero difícilmente tenga estrategias disímiles. La provincia de Buenos Aires (dónde se eligen 35 de las 127 bancas en disputa), explica el escenario: el peronismo pone en juego 15 bancas, menos que la fusión LLA-PRO.
La Libertad Avanza tiene todo para mejorar su presencia en la cámara baja, dónde arriesga sólo ocho de sus 37 bancas. Podría crecer hasta 70, aunque los libertarios más optimistas sueñan con tener casi 80, lo que dependerá del goteo que sume en provincias chicas.
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En cualquier caso, quedará por debajo de las 86 bancas del tercio y siempre lejos de las 129 del cuórum. Como explicó Letra P, para crear la pared -como le llama Milei al tercio- LLA cuenta con el PRO, pero para no depender de Macri quiere crear un bloque libertario blue, con aliados que busquen no estar sujetos a las urgencias del expresidente.
El PRO pone en juego 21 de sus 35 miembros y entre los 14 que quedan hay al menos cinco que reportan a Patricia Bullrich. Son los que LLA quiere en la bancada oficial alternativa. Entre los que tienen mandato hasta 2027, Álvaro González se sumará a Provincias Unidas. Macri prevé sumar ocho diputados que entrarán colados en la lista de LLA: tres por Buenos Aires, dos por CABA y otros por Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa. Es el grupo al que el expresidente ya les advirtió que todo volverá a empezar el 27-0. Milei está advertido.
Es por eso que LLA apuesta a licuar el poder de Macri con otro bloque aliado. Tratará de sumar a Sabrina Ajmechet, que sería reelecta por la Ciudad. Otros invitados a esta bancada serían la sanjuanina Nancy Picón y los tres radicales violetas que quedan (Luis Picat, Mariano Campero y Federico Tournier). Seguirán siendo tentados de volver al oficialismo los exlibertarios del MID (Oscar Zago y Eduardo Falcone); y Gerardo Gonzalez, de Coherencia, donde seguirán como oposición dura Marcela Pagano y Lourdes Arrieta.
Provincias Unidas tiene grandes expectativas de generar el tercer bloque del recinto, fortalecido por triunfos que se esperan de los gobernadores de Córdoba, Jujuy, Corrientes. Más difíciles están Santa Fe y Chubut.
Las cuentas más optimistas en PU dan como resultado una bancada de casi 30 diputados, que sume referentes de Santa Cruz y actuales integrantes de Encuentro Federal, como Florencio Randazzo, Margarita Stolbizer -deben validar sus esacaños el domingo-, Nicolás Massot y Esteban Paulón.
Otros partidos provinciales quedarán con un puñado de bancas y seguirán aislados, a la espera de un llamado de la Rosada, como Misiones (podría tener cinco votos) y Salta (2).
La expectativa de los gobernadores de PU es sumar a resabios de la UCR, como Mariela Coletta, cercana a Martín Lousteau, quien podría ganar una banca e incorporarse a esta bancada.
La UCR quedará desgranada y cada bloque tratará de incorporar adherentes boinablancas. El Gobierno considera aliada a la dupla mendocina: Lisandro Nieri y Pamela Verasay. También al binomio chaqueño que conformarán Gerardo Cipollini y Silvana Schneider. Sin destino definido quedan Karina Banfi (vice del bloque oficial); el entrerriano DaríoSchneider -asumiría en diciembre por la lista libertaria que patrocina el gobernador Rogelio Frigerio- y Pablo Juliano (jefe del bloque DPS), tentado por Provincias Unidas. En la Coalición Cívica tienen mandato hasta 2027 Mónica Frade y Maximiliano Ferraro.
La izquierda podría estar favorecida por buenas performances en la dos Buenos Aires. Perderá una banca por Jujuy, pero podría recuperarla y hasta superarla por los distritos grandes y pasar a un bloque de seis. La cordobesa Natalia de la Sota, quien será reelecta, tendría un monobloque. Será necesaria más de una vez. A nadie le sobra nada.