TRELEW (Enviado especial) El mano a mano electoral entre el peronismo y Juntos por el Cambio en Chubut se desarrollaba este domingo con serenidad, no solo porque reina la calma que sucede a las tormentas después del clima furioso del sábado, cuando el viento provocó daños e incertidumbres, sino porque el ritmo de votación es cansino.
Esa realidad abre espacio a las interpretaciones y especulaciones, bajo la sensación de que la poca participación y el escaso entusiasmo, potenciado por la cuestión climática, puede fortalecer la incidencia de los aparatos, en desmedro del voto menos organizado y más “espontáneo”. Esos cálculos en el aire recién tendrán respuesta certera cuando cierren los comicios.
Sea cual fuere el resultado, la puja por la gobernación tendrá fuerte impacto nacional: la precandidata presidencial Patricia Bullrich desembarcó temprano en la Patagonia y Horacio Rodríguez Larreta llegará en algún momento de la jornada, según anunció Ignacio “Nacho” Torres, la joven estrella a la que Juntos por el Cambio le apuesta sus fichas en esta pelea.
El senador hace base en Trelew, donde en abril se anotó un porotazo con la victoria de su “pollo” Gerardo Merino en la pelea por la Intendencia: ese triunfo fue el primero de la oposición en dos décadas, y Torres espera que esa misma lógica se repita en la provincia este domingo.
Capear el temporal
El peronista Juan Pablo Luque tiene su fortaleza en la populosa Comodoro Rivadavia, en el sur petrolero: la ciudad sufrió el temporal del sábado, con vientos que provocaron daños, cortes de la energía eléctrica, casas destrozadas y personas evacuadas. Hasta el presidente Alberto Fernández se comunicó por vía del senador Carlos Linares para garantizar ayuda que llegará el lunes.
A Luque el tocó capear el temporal ya que es el actual intendente y tuvo un fin de semana ocupado de las tareas de atender la emergencia, además de seguir el pulso de la campaña.
En Comodoro votó el gobernador Mariano Arcioni, quien sigue haciendo un balance positivo de su gestión pero blanqueó el dato final del Opeartivo Despegue que eligió el oficialismo: votó y reveló en ese acto que esperará los resultados en su casa, lejos del ruido del bunker peronista, que se arma en el Sindicato de Viajantes.
Luque hizo campaña diciendo que no se siente “parte del armado oficialista”. Hoy redondeó su estrategia tras votar a las 11.30: "No es cierto que hubo 20 años de peronismo en la provincia, los últimos seis años no son parte de un gobierno peronista", le tiró con todo a Arcioni.
La situación de Comodoro había llevado al “tercero en discordia”, César Treffinger, a reclamar que se postergaran las elecciones para el 6 de agosto, pero el planteo cayó en saco roto: ni el Tribunal Electoral, ni el gobierno, ni Juntos por el Cambio accedieron a ese reclamo, que además hubiera amontonado aún más la elección provincial con la PASO del 13 de agosto.
Tradición, familia y peronismo
Llegado el mediodía del domingo se hizo notable que no hay demasiado entusiasmo por el voto y ese es uno de los riesgos para las aspiraciones de Torres, que por eso se ocupó de agitar hasta en la misma jornada de la elección la asistencia a las urnas. Usó un mensaje épico, llamando al “acto de rebeldía” de un sufragio contra la “bronca” generada por la gestión actual.
Torres está rodeado de cábalas que ya son tradiciones: además de usar el calzoncillo rojo y de programar el cierre en el local de la calle Bell, asistió a las urnas con su abuelo Ricardo, de 95 años. Eligió rodearse políticamente de los afectos: también acompañó a votar a su abuela Dora (89 años), tiene como mano derecha en su construcción a Guillermo Aranda, con quien es amigo desde primer grado; y lo acompaña a todos lados su novia Ornella, una “peronista de Néstor”, abogada, con quien está en pareja desde hace más de una década y que fue funcionaria nacional con Sergio Berni.
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Ese vínculo con lo peronista también acompaña la trayectoria de Torres: su primer contacto fue con el ala más “compañera” del PRO, con Cristian Ritondo como cara visible. Después fue cambiando de sellos, hubo enojos y desencantos, pero ahora insiste en que en Chubut Juntos por el Cambio tiene mucho aporte “vecinalista” y justicialista.
En estas horas, también están muy cerca de él la senadora chubutense Edith Elizabeth Terenzi, del radicalismo, y llegó Gladys Esther González, senadora bonaerense, que se sumó en las últimas e intensas horas de campaña, que incluyeron las empanadas y el asado del sábado a la noche. Torres aspira a que una victoria este domingo lo posicione en ligas más grandes y por eso también recibe sugerencias de una consultora convocada para la ocasión y maneja con cancha la relación con la televisión porteña.
El interrogante de la participación
Un interrogante para la oposición es si la participación será la que necesita para que los votos menos organizados y militantes le den la victoria: en Trelew, que es su bastión, la jornada electoral no amaneció con presencia masiva. Hasta en la escuela donde votó Torres, la número 5, “Domingo Faustino Sarmiento”, hubo ausencia de autoridades de mesa. El candidato acusó al oficialismo de hacer “maniobras para desalentar el voto”, pero se percibe en la propia comunidad confusión, desinformación y desinterés.
Esa situación puede potenciar la incidencia que de por sí tendrá la votación en Comodoro, la ciudad más poblada, donde el peronismo piensa cimentar su victoria y donde postulantes de todos los colores hicieron sus cierres de campaña.
Después de los fuertes vientos del sábado, que hasta provocaron alguna duda en la realización de la elección, Comodoro amaneció en paz, aunque cinco escuelas en las que se iba a votar tuvieron que ser cerradas. Treffinger denunció que algunos de los establecimientos seguían sin energía eléctrica por la mañana, situación que se recompuso poco después de las 9, cuando el Tribunal Electoral informó oficialmente que el desarrollo de la jornada era absolutamente “normal” en todas las ciudades, pueblos y parajes, con autoridades de mesa en cada establecimiento.
Después de las 18 se contarán los votos y se sabrá la realidad, que es la única verdad: en un campamento reinará la calma, en el otro se sacudirán tormentas.