Axel Kicillof presiona para sacar tres leyes clave y juega con la necesidad de los intendentes. Reclamos a la Nación. Sin recursos no hay 2026 ni 2027.
Lo necesita para transitar el 2026 sin grandes sobresaltos pese al ajuste del gobierno nacional que lidera Javier Milei, pero también para poder proyectar más allá, hacia el 2027. El gobernador bonaerense ya arrancó la carrera por la candidatura presidencial y para que ese camino no sea de espinas necesita, de piso, tener las cuentas en orden en la provincia. No se puede permitir el caos.
Pero no es el único que no tiene plata. Muchos de los municipios bonaerenses, en especial los del interior, necesitan recursos como agua. Esa debilidad juega a favor del gobernador, que ató los fondos que requieren los intendentes al endeudamiento, la ley más difícil de sacar ya que a diferencia de las otras necesita dos tercios de los votos para ser aprobada.
Axel Kicillof necesita plata
El gobernador necesita el paquete de leyes. “Es imperiosa su aprobación”, dijo cuando presentó los proyectos en el salón Dorado de la gobernación. Son las herramientas básicas que requiere cualquier gestión, pero más aún en el contexto actual con la administración provincial recortada en sus recursos como nunca antes por parte del gobierno nacional, y después de transitar todo un año sin estas herramientas.
Axel Kicillof presupuesto
El gobernador Axel Kicillof durante la presentación del proyecto de presupuesto 2026
A eso se le suma el parate económico, en especial en el sector productivo, que está generando un fuerte impacto en la recaudación provincial, distorsionada también debido a que no se pudieron hacer actualizaciones durante 2025 porque el gobierno tampoco tuvo ley impositiva para el año en curso.
Pero más allá del presupuesto y la ley impositiva, es clave para el gobernador conseguir las autorizaciones de endeudamiento que está pidiendo. La nueva, del equivalente a 1.990 millones de dólares, se sumará al pedido anterior que aún mantiene, por 1.045 millones de dólares. Eso le va a permitir, de aprobarse, afrontar los pagos de vencimientos de deuda como cualquier situación crítica que se pueda presentar.
Proyección 2027
Contar con estas leyes y los recursos necesarios para gestionar, es clave para una administración en cualquier caso. Más aún, para un dirigente que tiene la aspiración de convertirse en 2027 en el candidato a presidente de su fuerza política. Kicillof no se puede permitir tener dos años caóticos si quiere llegar con vida a la hora de las definiciones y romper con el mito de la “maldición bonaerense” mediante la cual ningún gobernador llega a Presidente por el voto.
Axel Kicillof San Vicente
Tanto el gobernador como quienes impulsan su candidatura, también entienden que una provincia ordenada desde lo económico es imprescindible para evitar los cuestionamientos libertarios por desorden en las cuentas públicas. Y para poder sostener un modelo de gestión opuesto al impulsado por Milei desde la Casa Rosada.
Kicillof necesita sostener la obra pública, financiar a pymes y productores, mantener programas sociales y de salud, entre otras medidas, para seguir mostrándose como quien actúa de “escudo y red” contra los embates libertarios. También hay conciencia que a finales de 2026 será más complejo conseguir herramientas como el endeudamiento, a las puertas de un año electoral clave.
El reclamo a Javier Milei, vía Santilli
El recorte del gobierno nacional tiene un impacto demoledor en la provincia, las deudas se suman de a billones. Por eso, Kicillof mantendrá el reclamo tanto por la vía política, como por la administrativa y la legal. Hasta ahora no tuvo ningún resultado positivo concreto; pero, si los recursos o las obras no llegan, baste la pulseada simbólica para confrontar con Milei. Ser la contracara de la motosierra.
Con la llegada de Diego Santilli al ministerio del Interior, Kicillof retomó los reclamos. Lo hizo a través del ministro de Gobierno, Carlos Bianco, quien primero le mandó un mensaje informal al flamante funcionario para mantener una reunión. Después, ante la falta de respuesta, le envió una nota formal que publicó en sus redes sociales. Pero solo obtuvo una chicana twitera por toda respuesta.
Lejos de deponer el reclamo, este lunes en conferencia de prensa Bianco detallará nuevamente pero de forma actualizada todos los fondos y las obras que el gobierno bonaerense le reclama al gobierno nacional. Son alrededor de mil obras paralizadas y más de 12 billones de pesos.
Los intendentes tampoco tienen plata
La administración bonaerense no es la única que necesita plata. También la situación de los municipios es acuciante, en especial la de los del interior que tienen menos respaldo para aguantar los momentos de crisis. Los intendentes debieron enfrentar el año electoral con una importante baja en la recaudación municipal, la ausencia de un fondo específico de la provincia y el recorte a cero de las obras nacionales.
La situación compleja en las arcas municipales es un punto a favor de Kicillof en la negociación. A diferencia de lo que ocurrió el año pasado, todo parece más o menos encaminado en la legislatura para que se aprueben los proyectos. No se vislumbran, por ahora, grandes cuestionamientos, más allá de algunos intentos de los intendentes de que el fondo municipal no esté atado al pedido de endeudamiento, sino que sea un monto fijo, algo que por ahora es rechazado por el ejecutivo.
El 2025 funcionó como escarmiento. Cuando naufragaron el presupuesto y el pedido de endeudamiento, los intendentes se quedaron también sin esos recursos que mediante diferentes formatos venían recibiendo cada año desde la gestión de María Eugenia Vidal.
La necesidad tiene cara de hereje
Así y todo, en los distritos ya están mirando con lupa qué obras tendrá cada uno, y en el kirchnerismo ya se prendieron las primeras alarmas: apuntan que el gobernador benefició en el reparto a sus socios políticos, como sucedió el año pasado con La Plata. “Entre Quilmes, Lomas de Zamora, Lanús y Florencio Varela no alcanzás lo destinado a La Plata y lo triplican en cantidad de habitantes”, señalan.
No obstante, tampoco ven situaciones de mayor peso que puedan generar demasiado conflicto en lo que depende de su espacio. En suma, todos abrevan a mantener el delicado equilibrio entre la política y la necesidad; que como el dicho lo dice, tiene cara de hereje.