Acuerdo comercial con Estados Unidos: sectores ganadores y perdedores
El pacto, en su letra gruesa, beneficia a los bienes terminados en tierras de Trump, a cambio de flexibilizar ciertos productos primarios. Puja por patentes.
Ganadores y perdedores del acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos.
El anuncio de un acuerdo marco de comercio e inversión entre Argentina y Estados Unidos ya permite perfilar qué sectores celebran y cuáles se enfrentarán a un nuevo escenario de competencia desigual. Aunque promete acceso a bienes de capital y tecnología, presiona a sectores sensibles como la industria farmacéutica, la automotriz, y las pymes industriales.
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Según anunciaron oficialmente desde Washington, Argentina otorgará acceso preferencial al mercado para exportaciones estadounidenses de medicamentos -que podrán aprobarse localmente sólo con el aval de la FDA-, químicos, maquinaria, tecnología de la información, dispositivos médicos, vehículos y productos agrícolas.
A cambio, Estados Unidos eliminará aranceles para algunos recursos naturales y ciertos insumos no patentados utilizados en aplicaciones farmacéuticas, además de mejorar el acceso de la carne vacuna argentina a su mercado.
ANALITICA COMERCIO ESTADOS UNIDOS
“El acuerdo debe ser analizado en contexto. No debe estar aislado de la asistencia financiera que estuvimos viendo. Es un comunicado de la Casa Blanca y entonces habla desde esa perspectiva. No vi un comunicado oficial de la Argentina. Hay que ver la inversión que se puede hacer: puede haber una menor cantidad de productos que exportemos, pero sí habría más inversión”, relativizó las críticas el analista de comercio internacional Marcelo Elizondo en una entrevista radial.
La consultora Max Capital advirtió, sin embargo, que la apertura aparece “desbalanceada en favor del socio más grande”. Aun así, proyecta un impacto neto positivo por acceso a bienes más baratos y mayor productividad, condicionado a cómo se compatibilice el acuerdo con el Mercosur.
“Como en cualquier acuerdo comercial, algunos sectores se benefician y otros pierden”, evaluó, al remarcar que su efecto final dependerá de la letra chica.
Ganadores: carne, recursos naturales y economía digital
Los principales beneficiarios se concentran en sectores con ventajas comparativas y aquellos que verán una reducción sustancial en sus costos operativos.
Uno de los que celebra es la cadena cárnica. Marcos Pereda, vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina, afirmó que “lo primero que se beneficia es 20.000 a 80.000 toneladas de carne” y sostuvo que los productores “son competitivos”. También restó importancia al ingreso de ganado estadounidense: “Difícilmente se mande hacienda en pie para acá”.
Un informe de Empiria destacó oportunidades en “recursos naturales, carne, farmacéuticos no patentados, combustibles y aceites, oro y plata”, y valoró que Estados Unidos revise capítulos vinculados a acero y aluminio.
En el sector de la economía del conocimiento, una fuente del ecosistema tecnológico planteó que el acuerdo “dice muy poco aún”, aunque consideró positivo “alinear estándares”, sobre todo con el principal mercado del sector. El acuerdo incorpora reglas de comercio digital y transferencia segura de datos, un punto subrayado también por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
Vale la pena aportar un par de comentarios sobre el acuerdo entre Argentina y Estados Unidos que recién anunciaron @JMilei y @realDonaldTrump. El comunicado es muy claro en sí mismo, pero repasemos sus puntos más importantes: cambios en acceso a mercados (tanto arancelarios, como… https://t.co/FpdlZ33YNr
El funcionario remarcó que el pacto “reconocerá a Estados Unidos como jurisdicción adecuada para la transferencia transfronteriza de datos”, lo que permitirá que Argentina “entre en la red mundial del comercio digital” con seguridad jurídica para fintech, startups y empresas tecnológicas.
En paralelo, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, celebró el anuncio: “Estoy muy contento con el acuerdo porque nosotros vamos a reemplazar a los proveedores de Estados Unidos”. Consideró que la apertura podría recuperar terreno en cadenas globales donde el país estaba rezagado. “Mientras nos alimentaban el sentimiento antinorteamericano, otros países aumentaban sus exportaciones, como México”, sostuvo.
Farmacéuticas: equilibrio frágil
El capítulo farmacéutico es uno de los más sensibles. La Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA) expresó estar “a favor de un acuerdo comercial que fije las bases de mayor competencia, acceso a medicamentos y una propiedad intelectual balanceada”.
Un empresario del sector destacó que mantener el equilibrio regulatorio es clave: “Mientras se respeten las directrices de patentamiento de Argentina y cumplamos con la OCDE, no habría inconvenientes. Nuestras directrices permiten patentar verdaderas innovaciones, lo que deja afuera los segundos usos que extienden las patentes casi de forma indefinida y contra los que el mundo está peleando”.
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Explicó que esas patentes de segundo uso “generan monopolio, abuso de posición dominante, precios abusivos y falta de acceso”. Recordó, además, que la ley argentina de patentes -vigente incluso desde los años 90- es adecuada para evitar prácticas monopólicas, aunque Estados Unidos mantiene un lobby constante para reforzar la protección de propiedad intelectual.
El acuerdo prevé “mejorar la protección de los derechos de propiedad intelectual”, un punto que Sturzenegger celebró al señalar que Argentina sufría “patentes demoradas, marcas falsificadas, mercados piratas”. Parte de la industria local teme que la armonización con estándares internacionales derive en presiones para flexibilizar los criterios de patentabilidad.
Perdedores: autos, maquinaria y pymes
Del lado de los perdedores aparecen sectores expuestos a la competencia directa: automotriz, maquinaria, electrónica, químicos y pymes industriales con costos dolarizados. También siguen sin resolverse las demandas de acero y aluminio, dos sectores aún protegidos por Washington.
Max Capital alertó que empresas vinculadas a Brasil o productoras locales en áreas donde Estados Unidos tiene ventajas comparativas -como medicamentos, vehículos o electrónica- “se verán claramente perjudicadas”. El ingreso de autos y maquinaria sin exigencias regulatorias locales y aprobados solo con estándares estadounidenses supondrá una presión adicional.
La principal amenaza, advirtió la consultora, es el posible “conflicto con las reglas del Mercosur” que podría incluso derivar en la salida argentina del bloque. Para algunos analistas, el Mercosur “ha actuado como un freno a las relaciones internacionales”, pero su disolución tendría costos económicos y diplomáticos.
En la misma línea, Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos, señaló: “Argentina no está preparada para beneficiarse con acuerdos comerciales porque no somos competitivos. No es que Estados Unidos nos va a invadir; ya estamos invadidos: desde China vienen productos de todo tipo”.
El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, sostuvo que “está claro lo que queda afuera: Estados Unidos mantiene las tarifas sobre acero y aluminio, dos sectores clave para el entramado industrial argentino”.
EE.UU. anunció un acuerdo “amplio” con la Argentina que se perfila como el pacto económico-comercial más desigual y asimétrico firmado desde el Pacto Roca-Runciman. Un esquema 90/10, con 15 obligaciones asumidas por la Argentina y apenas 2 de EE.UU. Hilo pic.twitter.com/2T420dy5dV
No obstante, el acuerdo abre la posibilidad de que Washington flexibilice los aranceles del 50% o habilite cupos de importación para producción argentina.
La continuidad de estas barreras condiciona los beneficios para la industria metalúrgica y automotriz, fuertemente dependientes de estos insumos.
El sector corporativo estadounidense
Desde Portfolio Personal Inversiones evaluaron que el anuncio abre “un nuevo capítulo en la relación bilateral con la primera economía del mundo”, con ejes que abarcan tarifas, normas, acceso agrícola, ambiente, seguridad económica y comercio digital.
AmCham Argentina celebró el entendimiento como “una señal contundente de confianza mutua” que posiciona al país en un lugar favorable en un contexto global competitivo.
La entidad sostuvo que la eliminación de barreras “mejorará la competitividad del sector exportador argentino” y permitirá aprovechar tendencias de nearshoring y friendshoring impulsadas por Estados Unidos.