En el cierre de la segunda semana marcada por las repercusiones políticas del intento de asesinato que sufrió Cristina Kirchner, la vicepresidenta y el expresidente Mauricio Macri, sin dejar de lado las desconfianzas y las condiciones, acercaron posiciones públicas para llevar a cabo un encuentro que logre saltar la grieta y bajar las tensiones que existen en la Argentina de la confrontación.
El primero en hacer referencia a una posible reunión fue el senador por Neuquén y mano derecha de la expresidenta, Oscar Parrilli, quien este viernes aseguró que “ella nunca ha puesto límites para nada” a la hora de llevar a cabo una reunión entre las dos figuras políticas más polarizantes del país. “No quiero hacer elucubraciones, el tiempo lo dirá, pero ella no ha puesto límites”, aseguró en una entrevista con El Destape Radio, donde ejemplificó que Cristina Kirchner logró dejar sus diferencias con dirigentes con los que se supo distanciar. “Alberto Fernández es presidente después de la situación de separación que tuvo... Sergio Massa es ministro de Economía y forma parte de nuestro espacio. Hay pruebas más que elocuentes de que ella siempre ha estado dispuesta al diálogo y a pensar en el futuro”, señaló.
Por la tarde, durante una visita a la ciudad bonaerense de Junín, Macri no descartó la posibilidad de verse cara a cara con la titular del Senado, pero puso una condición: “Con la Constitución sobre la mesa, sí”, manifestó ante las preguntas de la prensa.
Luego del intento de asesinato que sufrió Cristina Kirchner en la esquina de su casa del barrio de Recoleta, por el cual ya hay cuatro personas detenidas por orden de la jueza María Eugenia Capuchetti, el oficialismo emprendió una campaña política para bajar las tensiones y terminar con lo que calificó como “ discursos de odio”, por los que responsabiliza a algunos sectores de la oposición y a determinados medios de comunicación a los que sindica como generadores del clima de violencia.
Este jueves, en su primera aparición pública desde el intento de magnicidio, Cristina Kirchner citó al papa Francisco -quien la llamó para manifestarle su solidaridad- al relatar que fue el sumo pontífice quien le aseguró que “los actos de odio y de violencia siempre son precedidos por palabras y verbos de odio y de violencia”. Durante su discurso, la exmandataria denunció que, con el ataque que sufrió, se rompió el “acuerdo social que había desde 1983” en la Argentina, el cual, consideró, la clase política debe “reconstruir urgentemente” a partir del diálogo y los consensos.
“¿Se piensan que si no hacemos eso es posible reconstruir económicamente el país para los que no pueden llegar a fin de mes? ¿Se puede construir un país y reconstruir la economía en un país donde solo se insulta y se agravia?”, declaró junto a organizaciones populares de la Iglesia Católica y agregó: “Si la economía tiene problemas, hay que discutir números y ponernos de acuerdo. Lo más fácil de discutir son los números porque dos más dos es cuatro”.
El primer atisbo de negociación que emprendieron Cristina Kirchner y Macri este viernes llega después de las críticas que la oposición realizó al discurso del presidente Alberto Fernández de la noche del ataque, donde el jefe de Estado acusó a ciertos sectores políticos y la prensa por sus discursos violentos,y tras la ausencia de Juntos por el Cambio (JxC) en la misa que se realizó en la basílica de Luján.