En medio de la conmoción y las repercusiones por el atentado que sufrió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, desmintió que esté en análisis un proyecto de ley para sancionar a quienes promuevan y pronuncien "discursos de odio" y recordó que “hay otras herramientas como la ley de medios o el Código Penal” para regular los mensajes que inciten la violencia.
“No hay ningún proyecto que se esté analizando en ese sentido. La verdad es que se lo dije a todos los que me lo preguntaron, pero los medios se realimentan de cosas que quieren decir”, afirmó la funcionaria en declaraciones a El Destape Radio.
La aclaración ocurrió luego de los cuestionamientos que expresó este martes el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, respecto a la propuesta de la titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), Victoria Donda, quien pidió al Consejo Federal de Políticas Públicas Antidiscriminatorias la redacción de un proyecto de ley "contra mensajes públicos que promuevan discursos de odio" para que sea debatido en el Congreso.
"Hay legislación en la Argentina que pena como la ley de la defensa de la democracia en los 80 hasta el Código Penal, que incluye la incitación a la violencia y la persecución política. La ley de género incluye la violencia simbólica o política y la ley de medios, de la cual siguen vigente aquellos que aplican la sanción económica o de otro tipo a los medios que propicien la incitación a la violencia por política", indicó que la funcionaria.
En este contexto, frente a las críticas por parte de la oposición, Cerruti insistió en que "no es que no se puede debatir, discutir, o que no se puede investigar o denunciar", pero consideró que "hay límites que se cruzan y algunos medios que lo cruzan muy seguido".
"Los discursos de odio no son solamente que parecen que lo dicen con odio, son también informaciones falsas que crean un clima, que hacen que la gente en vez de vivir feliz, en armonía, odie”, agregó.