El presidente Alberto Fernández condenó esta noche el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, hecho al que catalogó como “el más grave desde que recuperamos la democracia”, y ratificó la línea de declaraciones del oficialismo al emparentar el hecho con “el discurso del odio que se ha esparcido desde diferentes espacios políticos, judiciales y mediáticos de la sociedad argentina” que -indicó- “han quebrado la convivencia democrática”. Además, dispuso feriado nacional para este viernes, para que “el pueblo pueda expresarse en defensa de la vida y de la democracia y en solidaridad con nuestra vicepresidenta".
“Podemos disentir, podemos tener profundos desacuerdos, pero en una sociedad democrática los discursos que promueven el odio no pueden tener lugar porque engendran violencia y no hay ninguna posibilidad de que la violencia conviva con la democracia”, dijo el Presidente en un mensaje leído en cadena nacional de apenas un minuto de duración, al filo de la medianoche de este jueves, unas tres horas después de que un hombre intentara matar a la vicepresidenta en la puerta de su casa.
Luego de leer sucintamente lo sucedido en la esquina de Juncal y Uruguay -donde el hombre identificado como Fernando André Zabak Montiel, de 35 años y nacionalidad brasilera, le puso un arma en la cara, tras lo cual fue detenido-, Fernández indicó que “este atentado merece el más enérgico repudio de toda la sociedad argentina, de todos los sectores políticos y todos los hombres y las mujeres de la república, porque estos hechos afectan nuestra democracia”.
“Estamos obligados a recuperar la convivencia democrática que se ha quebrado por el discurso del odio que se ha esparcido desde diferentes espacios políticos, judiciales y mediáticos de la sociedad argentina. Podemos disentir, podemos tener profundos desacuerdos, pero en una sociedad democrática los discursos que promueven el odio no pueden tener lugar porque engendran violencia y no hay ninguna posibilidad de que la violencia conviva con la democracia”, indicó el Presidente, en línea con las declaraciones que horas antes venían realizando dirigentes de la coalición oficialista denunciando una virulencia extrema por parte de la oposición.
Como contó Letra P, el más taxativo durante la jornada fue, justamente, el diputado Máximo Kirchner, quien durante la mañana en una entrevista radial había manifestado “la oposición está viendo quién mata al primer peronista”. Tras sus dichos, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, había afirmado que “en Juntos por el Cambio están buscando un muerto”.
“Estamos ante un hecho que tiene una gravedad institucional y humana extrema. Se ha atentado contra nuestra vicepresidenta y la paz social ha sido alterada -siguió Fernández en su mensaje en cadena nacional-; la Argentina no puede perder ni un minuto más. Ya no hay tiempo. Es necesario desterrar la violencia y el odio del discurso político y mediático y de nuestra vida en sociedad”. Una hora antes, en un duro comunicado que también incluyó un mensaje a la oposición, ministros y ministras del Gabinete habían convocado “a la oposición y los medios de comunicación a que reflexionen acerca de las nefastas consecuencias de la propagación de los discursos de odio y cesen de inmediato la producción y reproducción de esos mensajes contra la vicepresidenta”.
“Necesitamos aislar, no convalidar y repudiar las palabras descalificadoras, estigmatizantes y ofensivas que solo nos dividen y enfrentan”, siguió el presidente Fernández, y reveló que se comunicó con la jueza que sigue el caso del atentando y le pidió que esclarezca rápidamente las responsabilidades y los hechos y que “asegure la vida del acusado directo que se encuentra detenido”.
“Que la conmoción, el horror y el repudio que este hecho nos genera se convierta en un compromiso permanente para erradicar el odio y la violencia de la vida en democracia. Por ese motivo, he dispuesto declarar en el día de mañana feriado nacional para que, en paz y armonía, el pueblo argentino pueda expresarse en defensa de la vida, de la democracia y en solidaridad con nuestra vicepresidenta”, cerró Fernández.
El hecho
Eran cerca de las 22 cuando un hombre le apuntó con un arma a la vicepresidenta e intentó dispararle en la cara. El atentado, que se ve con claridad en imágenes que inundan las pantallas de televisión, ocurrió cuando CFK bajó del auto que la trasladaba desde el Senado hasta su casa ubicada en calles Juncal y Uruguay, en el barrio de Recoleta, en medio de un grupo de personas que la esperaban, como viene ocurriendo en los últimos días.
El hombre, identificado como Fernando Sabag Montiel, brasileño de 35 años, fue atrapado cuando intentaba escapar por la calle Uruguay y está detenido.
Las imágenes muestran claramente cuando el hombre se acerca a Fernández de Kirchner, estira su brazo empuñando un arma de fuego, le pone el cañón a centímetros de la cara y hace el movimiento de gatillar, al tiempo que la vicepresidenta reacciona bajando su cabeza.
El primer parte de la Policía Federal indica: “A las 21.00 aproximadamente se observa la llegada de la Sra. Vicepresidenta al domicilio y en breves minutos se produjeron desmanes y 5 personas comenzaron a correr a un masculino por Uruguay en dirección a Talcahuano, sindicándolo como opositor a Cristina y con intenciones de matarla. Rápidamente, personal de PFA demora al masculino, lo identifica como Fernando Andrés BRASILERO de 35 años. En inmediaciones del domicilio PFA halló una pistola sobre la calzada”.
El atentado ocurrió al término de otro día de tensión y horas después de que importantísimos referentes del Frente de Todos alertaran sobre el riesgo de hechos graves. El diputado Máximo Kirchner aseguró por la mañana, en declaraciones radiales, que “la oposición está viendo quién mata al primer peronista”, en tanto el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, en la misma línea advirtió que “en JxC están esperando un muerto”.
La oposición
La reacción de todo el arco político fue inmediata. Salvo excepciones de personajes impresentables, como la diputada santafesina Amalia Granata, que habló de “pantomimas”, la oposición repudió enérgicamente el hecho y se solidarizó con la vicepresidenta.
El expresidente Mauricio Macri, máximo referente de Juntos por el Cambio por su condición de exjefe de Estado y adversario acérrimo de CFK, expresó su “repudio absoluto al ataque sufrido por Cristina Kirchner que afortunadamente no ha tenido consecuencias para la vicepresidenta”. En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, el líder opositor agregó que “este gravísimo hecho exige un inmediato y profundo esclarecimiento por parte de la justicia y las fuerzas de seguridad”.