JUNTOS EN EL BARRO

En Córdoba, JxC pasa a cámara lenta la puja por las candidaturas

La mesa nacional pide definiciones antes de fin de mes, pero en la provincia quieren saber antes en qué fecha se votará. Ansiolíticos y autonomía, la receta.

CÓRDOBA (Corresponsalía) La última sesión de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio (JxC) en Río Cuarto cerró con una sugerencia para los partidos aliados de los nueve distritos que no cuentan con el mecanismo de las primarias abiertas para dirimir candidaturas provinciales. En el cronograma mental de la cúpula de la coalición opositora, el mes de julio asoma como el indicado para clausurar la discusión sobre la conveniencia de una interna abierta, la aplicación de las encuestas o la negociación política a la vieja usanza.

 

Que la consigna haya sido “bajada” en Córdoba no es azaroso. Es que la concentración de los socios en arrebatarle el poder a Hacemos por Córdoba obstaculiza las tareas de armado de las figuras presidenciables en el bastión. El cálculo es simple: los precandidatos mediterráneos exigen el apoyo nacional primero, antes de devolver gentilezas para las PASO.

 

La experiencia rupturista de 2019 enseñó al aliancismo cordobés que la prioridad de la liga mayor no siempre fue “ganar Córdoba”, sino más bien aprovechar los beneficios por mantener el statu quo con un mandatario no alineado al kichnerismo. En el presente, el fantasma de un acuerdo de la cúpula de JxC con el gobernador peronista Juan Schiaretti no los deja dormir y prefieren anticiparse.

 

En un intento de congraciarse con la mano de obra necesaria para todo sueño presidencial, el terceto amarillo que componen Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal Horacio Rodríguez Larreta y el radical Gerardo Morales afirman que JxC está en condiciones de ser el cambio en el bastión comandado por José Manuel de la Sota y Schiaretti durante un cuarto de siglo. Ahora bien, a los intereses nacionales camuflados en el consejo de apurar las definiciones de las candidaturas para los gobiernos locales, se antepone el tiempismo del cambiemismo cordobés, que rechaza la injerencia porteña.

 

JxC en la provincia responde con un ansiolítico de alto dosaje al cronograma de trabajo sugerido la semana pasada. Como es de esperarse, la intensidad de la respuesta es proporcional al peso específico de cada uno de los protagonistas de la alianza cordobesa. En las filas del precandidato a gobernador por el Frente Cívico (FC), Luis Juez, rechazan cualquier tipo de plazo perentorio.

 

El presidente del espacio, Ernesto Martínez, resumió la postura a Letra P: “Anticipar nuestra estrategia es un error cuando el peronismo todavía no fijó la fecha electoral”. Ahora bien, en privado, la réplica juecista no es tan solemne. Proponen desestimar cualquier consejo externo, como hicieron en las PASO de 2021, cuando se le plantaron al candidato del expresidente Mauricio Macri, Gustavo Santos, y desarrollaron junto al radical Rodrigo de Loredo una campaña que los consagró como las figuras centrales de la coalición cordobesa.

 

El famoso reglamento de JxC está redactado y fija como metodología la interna abierta, con un piso del 25% para acceder a la distribución de cargos electivos por sistema D´Hondt. El senador confía en que mantendrá números en las encuestas que desalentarán el internismo. En otras palabras, asume que seguirá con la racha matemática que le evitará enfrentarse a la estructura de la UCR y a la participación del peronismo en las urnas que tanto le teme. Hoy debe dilatar el cierre de la etapa metodológica para seguir musculando.

 

La Mesa Nacional de JxC en Río Cuarto con referentes locales

En sintonía con su par del FC, el titular de la Unión Cívica Radical (UCR), Marcos Carasso, antepone la necesidad de conocer el cronograma electoral a cualquier decisión interna, pero no marca una distancia rupturista con la Mesa Nacional cambiemista. “Nos parece bien que se consensúe un mecanismo cuando no hay PASO, sobre todo en provincias donde sus responsables no quieren elevar la calidad democrática”, opinó el diputado que se referencia con Mario Negri. Específicamente sobre los plazos, opinó que “los límites fijados por la Mesa no son determinantes”. Se plantó, aunque reconoció que un buen momento es entre julio y agosto si así lo marca la coyuntura local.

 

La posición intermedia es acorde al histórico “tiempismo” del negrismo, que adquiere carácter de urgencia en otro núcleo que controla el centenario partido. El exintendente Ramón Mestre es más expeditivo: pide reglas claras y un calendario de manera urgente para poder avanzar.

 

Como se sabe, apurar el reglamento es una manera directa de presionar a De Loredo para que defina si será el candidato a gobernador de la Lista 3 o buscará suceder a Martín Llaryora en el Palacio 6 de Julio.

 

En el PRO señalan que el “apuro” lo tienen quienes quieren alzarse con la precandidatura presidencial de JxC. El titular del partido amarillo local, Javier Pretto, no objetó el plazo marcado por la Mesa para definir un método, aunque reconoció que las candidaturas se conocerán cerca de fin de año. “Vemos bien la sugerencia. El reglamento ya lo tenemos, pero falta tomar algunas decisiones políticas, que esperamos ocurran dentro de este tiempo (julio). Tampoco es determinante ahora”, relativizó el también precandidato a intendente por el PRO, tras resaltar que “todas las decisiones" se tomarán en la provincia.

 

El presidente de la Coalición Cívica ARI, Gregorio Hernández Maqueda, ponderó la autonomía de la alianza: “Este espacio cree en la necesidad imperiosa de construir la alianza a través de un reglamento y un programa de gobierno. Valoramos esta oferta de coordinación de la Mesa, que no es lo mismo que una imposición, una vulneración de la autonomía de la coalición a nivel local”.

 

Surge como un carácter novedoso en JxC Córdoba el intento de impermeabilizar la interna local de la pulseada mayor entre presidenciables. Sobran motivos: la oportunidad para el aliancismo mediterráneo es histórica frente al recambio generacional que vivirá (y resiste) el peronismo. Además, la desconfianza por los vínculos vernáculos entre el schiarettismo y el macrismo sigue latente, e incluso se recrudece con la intención manifiesta del radicalismo de Morales y Facundo Manes de ampliar la entente con justicialistas.

 

Córdoba, primero. El nuevo lema aliancista.

 

Pablo Corsalini, líder del grupo de intedentes y presidentes comunales del peronismo de Santa Fe.
El ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona e Ignacio Yacobucci, nuevo titular de la UIF.

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