Tal posibilidad motivó una severa advertencia de uno de los socios cambiemitas, dirigida especialmente a las voces de la propia alianza que avalan la intentona. “Es incompatible con los valores Juntos por el Cambio”, subraya Gregorio Hernández Maqueda, presidente de la CC-ARI y referente directo de Elisa Carrió en Córdoba.
En diálogo con Letra P, el joven abogado de 30 años también subraya la necesidad de revisar el rol cumplido por JxC, muchas veces funcional a la gestión de Hacemos por Córdoba (HxC).
-¿Está satisfecho con la conformación final de la mesa de JxC en Córdoba?
-Muy satisfecho. Era un objetivo de la Coalición Cívica y una especie de obsesión personal. Juntos por el Cambio es una alianza muy exitosa, con muchos votos, pero estaba en la anarquía más absoluta en cuanto su organización. Fue un trabajo de mucho tiempo lograr que los actores centrales de los seis partidos nos sentáramos en una misma mesa para conformar un ámbito permanente de discusión y consenso. Es clave para ordenar el sistema democrático y proyectar una fuerza política que represente una alternancia en el poder después de seis períodos consecutivos de Hacemos por Córdoba.
-¿Por qué algunos de esos partidos eran renuentes a conformar la mesa?
-Es una combinación. En algunos casos, por no saber cómo funcionan estos sistemas. En otros, por funcionalidad al gobierno provincial. Tantos años bajo el reinado de un mismo partido, un único líder, que es el gobernador, de alguna manera va haciendo un camino de servidumbre. Entonces, todos empiezan a admirar a quien detenta el poder. A decir que no se lo puede criticar porque tiene el 70% de imagen positiva. ¡Cómo no va a tener un 70% de imagen positiva una persona cuya oposición no se organiza y no señala sus puntos débiles! Por supuesto que los va a mantener en la medida en que esa sea la creencia. En la Legislatura, los partidos opositores, acompañaron iniciativas centrales del gobierno. No fue el caso de la Coalición Cívica. Estuvo muy desdibujado el rol de la oposición.
-Lo que dice va en línea con la hipótesis de un acuerdo entre el gobierno provincial y el PRO.
-Ya es algo obvio. Lo dije el 3 de enero de 2019 cuando estábamos armando la alianza para competir en las elecciones provinciales: era evidente que no había voluntad de derrotar a Schiaretti. En ese momento, pagué los costos por decir la verdad. Hoy queda más que claro y está absolutamente fuera de discusión. Eso no quiere decir que hoy Juntos por el Cambio a nivel nacional sea la ley de la selva que era antes, donde los más influyentes terminaban signando el futuro de las provincias desde Buenos Aires. Hoy existe la mesa nacional y será más difícil que las vinculaciones nacionales entre líderes incidan más que las instituciones.
-¿En la mesa se analizarán estrategias o candidaturas?
-La mesa no definirá candidaturas. Será un ámbito de coordinación para que después los órganos de cada partido refrenden el reglamento de la alianza, la máxima norma que tendremos. Un único reglamento para dirimir en elecciones internas, un método democrático y transparente que incluya a todos los actores, las candidaturas unificadas para la elección provincial. Esa será la clave. Si nos dividimos nuevamente, será triunfo asegurado para el gobernador. Si alguien no trabaja por la unidad y busca romper o ir por fuera, quedará claro que trabaja para el gobernador.
-Intendentes oficialistas y de la oposición impulsan una reinterpretación de la Ley 10.406. ¿Por qué la CC ARI Córdoba se expresó en contra?
-Hay valores fundamentales para JxC. Sobre todo, el contrato republicano con la gente que nos ha votado, que quiere que nos diferenciemos categóricamente del kirchnerismo y del peronismo cordobés. No tener diferencial ético y republicano nos volvería una copia trucha del populismo reinante en Córdoba y Argentina. Sería avalar un retroceso grande, que pone a Juan Schiaretti al lado de Axel Kiciloff, que fue quien impulsó que los intendentes de Buenos Aires tengan un nuevo período. Lamentablemente, lo avaló una parte de JxC y eso podría pasar también en Córdoba. Por eso nos anticipamos. Para prevenir los conflictos, como dice Elisa Carrió. Frente a la presión de más de 200 intendentes para perpetuarse en el poder, marcamos que avalar eso es incompatible con JxC. Debemos ser contundentes con ese mensaje.
-La revisión de la ley cuenta con un consenso que incluye a representantes de los partidos que conforman la alianza.
-No va a pasar. Hablé con los presidentes de los demás partidos y hay unanimidad de que no puede ser aceptado. Hemos aprendido, después del desastre que fue que algunos legisladores del espacio promovieran la legalización del juego online en la provincia. Con 50% de pobreza y 100% de inflación acumulada en dos años no tenemos margen para especular con perpetuidad en los cargos. Tenemos que pensar qué vamos a ofrecer a la gente para dejar atrás al peronismo de Córdoba que, después de 22 años, se ha fusionado con el Estado.