CÓRDOBA (Corresponsalía) El precandidato a gobernador de Córdoba Luis Juez vive días vertiginosos. En tan solo dos semanas, enhebró varios acontecimientos favorables para sus aspiraciones políticas: la cumbre de Villa Giardino de la UCR concluyó sin la proclama de una postulación a la gobernación; recuperó centralidad cuando la vicepresidenta Cristina Fernández bloqueó su ingreso al Consejo de la Magistratura; y fue arropado por toda la dirigencia local de Juntos por el Cambio (JxC) en el locro que organizó el Día del Trabajador.
En el encuentro serrano de los hombres y las mujeres boina blanca, la conducción del partido -que es producto del acuerdo entre el diputado Mario Negri y el exintendente de Córdoba, Ramón Mestre- obturó el intento del gobernador jujeño, Gerardo Morales, de consagrar a Rodrigo de Loredo como candidato a gobernador. Presionado, el presidente de la UCR nacional corrigió la expresión mediática de su deseo para abrir la posibilidad al exponente mejor posicionado de la alianza.
Juez se comió las uñas ese fin de semana porque temía que la declamación de liderazgo radical terminara con el bautismo de su aliado en las elecciones. La vieja guardia de la UCR frenó en seco a Morales, restringió la lista de oradores y confirmó tácitamente a Juez que está dispuesta a atrasar un poco más la renovación que expresa el joven diputado.
El encono juecista con Morales alcanzó su punto máximo días después, cuando quedó envuelto en sospechas por un presunto acuerdo con el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, para sumar a Roxana Reyes al Consejo de la Magistratura en representación de ese cuerpo y postergar a Juez por el Senado. No obstante, el entuerto terminó con la cobertura aliancista al jujeño y los micrófonos del país apuntando al que prometió ser “un juez para Cristina”.
Con todo, si de carambolas se trata, la foto que protagonizó Juez en el club Sociedad Belgrano con la plana completa de la UCR, PRO y la Coalición Cívica se convirtió en el hecho político más importante de la semana y todo un mensaje al gobernador Juan Schiaretti.
La asistencia perfecta al encuentro gastronómico admite la posibilidad de que Juez puede ser el candidato a gobernador de este frente opositor, según las lecturas juecistas. Ahora bien, si el cimiento esta plantado, ¿cómo se construyen paredes sólidas que el oficialismo provincial no pueda resquebrajar? Esta es la pregunta que se hacen en la mesa chica de Juez y en todo el sistema político. En su entorno adelantaron a Letra P cuáles serán los caminos que explorará el senador para blindar su candidatura a gobernador.
Para los próximos meses, Juez se plantea dos tareas: despejar las dudas sobre su confiabilidad administrativa y consolidar la sociedad con el radicalismo local.
Perfil de gestión, F5
Juez recibió un bochazo de la ciudadanía capitalina en 2015, cuando buscó su regreso al Palacio 6 de Julio escoltado por la peronista díscola, Olga Riutort. El cuarto puesto hundió la moral del hombre, el mismo que no podía creer la noche del escrutinio nacional de noviembre de 2021 que más de un millón de personas lo habían elegido en Córdoba. En el próximo turno electoral se sabrá si la carrera política del senador seguirá atada al ámbito legislativo o habrá otra oportunidad de gestión.
“Juez se rodeará de figuras gratas al Círculo Rojo local y de la ayuda programática que puedan ofrecerle para el delineamiento de ideas simples, pero con fuerza electoral”, resumió un estratega juecista. Por caso, el miércoles se reunió con el diputado liberal Ricardo López Murphy. En las filas de Juez anticipan que continuará con su acercamiento a la crema de la Bolsa de Comercio y la Fundación Mediterránea. En silencio, cultivará sus contactos con el verdadero espónsor de Schiaretti: la producción agropecuaria.
“A Juez se le impone sacarse el lastre que el oficialismo provincial le supo cargar, consistente en asegurar una administración provincial razonable”, resumía otra alta fuente del Frente Cívico el verdadero nudo gordiano de la táctica del exintendente.
En los campamentos del exembajador en Ecuador confían en que lentamente se conocerán los nombres que funcionen como garantía de una seria y sana administración provincial. “El equipo de Juez se irá develando con el correr de los meses, pudiendo incluirse, en el próximo año, funcionarios del actual gobierno, que no ven un horizonte junto a Martín Llaryora ”, tiran la piedra de la desconfianza para que haga olas en la laguna artificial que bordea El Panal.
La incógnita de siempre
Pese a que De Loredo no define si se postulará para la gobernación o la intendencia capitalina, Juez le avisa al peronismo que no se ilusione con la rebeldía del evolucionista. Sabe que será el próximo líder radical, pero le recuerda que la realidad es la que marca los tiempos. En el entorno del senador observan que De Loredo aún no es “hegemónico” en el viejo partido radical, ni fuera de su núcleo interno se le permitirá ese posicionamiento. El líder del FC fue astuto al buscar un acuerdo orgánico con la UCR, más allá de la sintonía con el alfil cordobés del economista Martín Lousteau.
Juez no admitirá que apostó a los dos polos de la UCR para asegurarse su futuro. Tampoco que De Loredo lo inquieta. Prefiere decir en privado que los acuerdos individuales con correligionarios hubieran facilitado la tarea de atomización que adjudican al peronismo. Como sea, le recuerda a De Loredo que sería arriesgado asumir una aventura provincial sin su aliado, cuando tiene por delante posibilidades ciertas en la Municipalidad capitalina.
“Los valedores nacionales de Rodrigo de Loredo, quienes condicionan efectivamente el crecimiento de “Evolución”, conocen perfectamente la situación y aconsejan dar pasos seguros”, opinan sobre los padrinos del diputado que, como adelantó este medio, lo sacarán de gira por la provincia en plan de fortalecer el partido y posicionar candidatos propios.
Las cartas están sobre la mesa. Solo resta esperar que el PJ juegue.