LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Mauricio Macri y Néstor Grindetti cerraron un flamante acuerdo político de cara a 2023 que le pone límites a las aspiraciones expansionistas de Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, la dupla del ala blanda de Juntos por el Cambio (JxC) que va por los dos principales sillones: la presidencia de la nación y la gobernación de Buenos Aires. El acuerdo entre los dos viejos conocidos tomó forma entre la fotografía que se sacaron juntos en las oficinas que el expresidente tiene en Avenida Libertador, en Olivos, apenas se rompió la mesa de Juntos, y el desembarco que hicieron juntos en Monte Chingolo, localidad de Lanús, que significó el regreso de Macri al barro del conurbano después de la estrepitosa derrota que lo sacó de la Casa Rosada. ¿El objetivo? Empujar para que Macri retome el mando unívoco de la estrategia electoral del PRO en la coalición opositora y Grindetti camine el territorio bonaerense con chapa de candidato a gobernador representando al fundador del partido amarillo. Ya delinearon agenda de recorridas por distritos, en la que volverán a mostrarse juntos.
Macri “se merece el segundo tiempo”. La frase del intendente lanusense apuntala la virtual candidatura del egresado del Cardenal Newman y estira a cuatro el número de duplas del PRO para la administración central y la gobernación del territorio del 40% del padrón electoral nacional: Larreta - Santillila, quienes lanzaron una estrategia de campaña que combina bajadas al territorio de manera conjunta y por separado con discurso vinculado a la producción y el trabajo; Patricia Bullrich - Javier Iguacel, que tendieron puentes con Emilio Monzó en busca de electores filoperonistas y de centro; y María Eugenia Vidal – Cristian Ritondo, la exgobernadora mudada al útero porteño y el presidente del bloque amarillo en la Cámara de Diputados nacional, quien, como le confirmó él mismo a Letra P, competirá por la sucesión de Axel Kicillof, para lo cual cuenta con la estructura política que conserva aquella.
Esta multiplicidad de nombres para competir en el 23 fue lo que convenció a Macri y Grindetti de volver a amalgamar sus intereses políticos en las urnas, tal como lo habían hecho en la campaña de 2015 cuando el por entonces candidato a presidente de Cambiemos respaldó la postulación de su ministro de Hacienda para competir por la intendencia de Lanús. Ahora, en el entorno del intendente del municipio ubicado en la Tercera sección electoral suman una lectura que también repiten en otros distritos de la oposición: “Está bien que el candidato a gobernador de Horacio sea Diego, pero ese no era el acuerdo que tuvimos en 2021”. La frase, casi histórica teniendo en cuenta los numerosos acontecimientos que sucedieron desde el desembarco de El Colorado en Buenos Aires, hace referencia al contrato no escrito entre Larreta y los intendentes para que estos apoyaran a Santilli en las legislativas y corrieran todos con las mismas ventajas en 2023.
“Horacio no cumplió el acuerdo. Hubo una reunión en la que todos coincidimos en que el mejor candidato a diputado era Santilli, por eso lo íbamos a respaldar, y que después del 10 de diciembre todos estábamos en condiciones de correr y sumar voluntades para intentar llegar a la gobernación. Eso no sucedió. Para Horacio, el candidato siempre fue Diego… nosotros construiremos nuestro camino y al final veremos quién está mejor”, comentó a Letra P un dirigente del núcleo de Grindetti.
Como sea, mientras armaba para Santilli candidato a diputado por Buenos Aires -fue su jefe de campaña-, Grindetti había avisado que no se bajaba de la pelea: “No descarto ser candidato a gobernador”, le dijo a Letra P en aquel momento, con la pretensión de trasladar el modelo Lanús a la provincia.
Para el nuevo objetivo, se rodea de sus incondicionales, entre quienes está el diputado provincial Adrián Urreli, su principal espada legislativa y quien volverá a estar al frente de la jefatura de campaña, y el jefe de gabinete municipal, Diego Kravetz, su elegido para sucederlo en el distrito. Con ellos saldrá a recorrer distintos puntos del territorio bonaerense. En principio, visitará 9 de Julio, Bragado y Chacabuco entre fines de junio y principios de julio, y algunas localidades de la costa atlántica más hacia agosto. A algunos de esos desembarcos se sumará Macri, quien mientras construye la plataforma de lanzamiento para su segundo tiempo se inmiscuye como nunca en cuestiones bonaerenses. Lo hizo en su momento al sentar posición sobre la negociación por los cargos en organismos del Estado y la reforma jubilatoria del Banco Provincia que se debatía en la Legislatura y, ahora, al poner reparos a la candidatura de Santilli, a quien observa con cierta suspicacia.