En las últimas semanas, en la oficina de Olivos que se convirtió en el cuartel central del expresidente Mauricio Macri, se repitió una situación con varios de los exfuncionarios que estuvieron en la Casa Rosada durante los cuatro años de su presidencia. “¿Qué estás haciendo acá?” se convirtió en un hit del verano ya que en ese edificio confluye, además, la Fundación Mauricio Macri y otras actividades en las que el exmandatario ocupa su tiempo.
Mientras define qué hará en su futuro de corto y mediano plazo, con su candidatura 2023 revelada a través del columnista Carlos Pagni, Macri convocó a varios de sus excolaboradores para formar un equipo con el que tiene una interacción permanente. Con roles definidos y una nivel de actividad que, poco a poco, comienza a ir en aumento, el exmandatario comienza a recostarse en un grupo acotado de colaboradores.
El encargado de comandar todo es el exsecretario general de la Presidencia Fernando De Andreis, con quien lo une un vínculo familiar. La labor principal que tiene, según explican en su entorno, es coordinar el trabajo de todas las personas que están inmiscuidas en los diferentes niveles de comunicación del expresidente.
Ese es, justamente, el equipo más grande dentro de su estructura. En paralelo, se encuentran el senador nacional por la provincia de Buenos Aires José María Torello y el diputado nacional por la misma jurisdicción Hernán Lombardi, con quienes mantiene diálogos fluidos sobre el contexto actual en el que se encuentra el país.
A diferencia de lo que caracterizó a Macri durante sus años como jefe de Gobierno porteño y gran parte de su presidencia, quienes lo frecuentan remarcan que la campaña entre las PASO y las generales de 2019 le despertó un fuerte interés en la forma de “hacer” política. “Las marchas del 'Sí se puede' hicieron que se acercara a la "política tradicional", a ojos del PRO. "Le agarró el gustito a eso”, sostuvo uno de los integrantes de la mesa chica del expresidente.
Junto a De Andreis se encuentran varias de las exfuncionarias que estuvieron en Balcarce 50 con labores casi idénticas. Una es Mora Jozami, encargada del pedir los análisis de los estudios de opinión y las encuestas, además de desentrañar sus conclusiones. Otra es Fátima Micheo, con todos los temas de agenda a su cargo. En tanto, Fanny Peña tiene bajo su ala el desarrollo de los contenidos.
Julián Gallo sigue, tal y como sucedió desde las épocas del Macri jefe de Gobierno, comandando lo relacionado a la comunicación digital. Gustavo Gómez Repetto lleva la relación con la prensa. El discurso del exmandatario sigue siendo potestad de Julieta Herrero y Hernán Iglesias Illia.
A este grupo también se suma el legislador porteño Dario Nieto, histórico secretario del expresidente por quien pidió explícitamente para que ocupara un espacio “entrable” en la nómina para la Legislatura a modo de apoyo por la vinculación que tiene en diferentes causas de espionaje ilegal vinculadas a la administración de Cambiemos.
Una de las cuestiones con las que el macrismo se vanagloria y recuerda el paso de Macri por la presidencia es "la relación con el mundo". Si bien el encargado de coordinar esa labor en la administración nacional es la Cancillería, el exmandatario tuvo en el exsecretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo un verdadero canciller en las sombras. Ese rol, en el llano, sigue vigente para Pompeo, encargado de diagramar en detalle los movimientos internacionales de su jefe. “Habla con todos, con todas las terminales que hay dentro de Juntos por el Cambio: PRO, radicalismo, peronismo y Coalición Cívica”, explican cerca de Macri para justificar los motivos por los cuales reduce su número de colaboradores. “No se puede comparar con el equipo de otros (en alusión a Horacio Rodríguez Larreta) porque no tiene gestión en el día a día”, agregaron.