CÓRDOBA (Corresponsalía) El exintendente capitalino Ramón Mestre (h) acudirá al encuentro que la UCR de Córdoba realizará este viernes y sábado en Villa Giardino con una premisa que comparte con una parte de la dirigencia: dada la crisis que atraviesa el país, resulta desatinado centrar la discusión en los nombres que deben encabezar las listas para los comicios del año próximo. Antes, el partido debe consolidar una propuesta que canalice las demandas de una ciudadanía insatisfecha.
Esa propuesta, remarca, debe definirse en oposición al proyecto cordobesista que encabeza Juan Schiaretti, a cuyo delfín deberán derrotar en las urnas.
No obstante, admite la necesidad de incorporar otras fuerzas al entramado de Juntos por el Cambio (JxC), tanto para una contienda nacional que prevé crucial como para fortalecer el espacio en Córdoba.
-¿En Villa Giardino se va a debatir la necesidad o no de impulsar candidaturas propias para 2023?
-En estos ámbitos, los partidos políticos tenemos que discutir las preocupaciones que tiene la gente, no la agenda de los dirigentes. Los argentinos estamos pasando un momento muy difícil, con grandes preocupaciones: inflación, inseguridad, pobreza, un sistema educativo golpeado. Para la UCR tiene que ser más importante esa difícil realidad que los nombres propios. Por supuesto que quiero un candidato radical, pero no es tan urgente la necesidad de ponerle nombre propio.
-¿La UCR debe seguir siendo parte de Juntos por el Cambio?
-No hay dudas que el vehículo para el cambio en Argentina debe ser Juntos por el Cambio. Nuestra estrategia debe ser fortalecer el radicalismo con unidad, dentro de JxC, trabajando con reglas de juego claras. Hay que trabajar en un programa de gobierno. El contexto es muy difícil. Necesitamos un radicalismo unido y fuerte.
-El nombre de Rodrigo de Loredo parece indiscutido. ¿Debería encabezar la lista radical? ¿Se debe abrir el juego a otros nombres?
-El radicalismo debe tener candidatos y candidatas en todos sus niveles, pero no es tiempo de poner nombres propios. Si lo hago, ya estoy planteando un esquema distinto al contexto que los argentinos vivimos. De acá a tres meses vamos a estar con el agua por encima de la boca, sí o sí habrá que tomar definiciones. Hoy, la preocupación es poner en marcha los partidos políticos que estamos en la coalición. No quiero volver a vivir lo de 2019. Fue una decepción. Tratemos de no tropezar con la misma piedra. Por eso pido un reglamento consensuado, con reglas de juego claras. No vaya a ser que después se haga una interna y el que pierda se enoje y se vaya.
-No quiere hablar de nombres, pero los dos que parecen más consolidados, De Loredo y Luis Juez, han sido adversarios suyos.
-Hablo con los dos. Hablo con todos los dirigentes del partido y de los otros partidos de la coalición. Tengo una responsabilidad como secretario en una mesa de coordinación de JxC a nivel nacional, donde muchas veces se ven proyectos personales y no se dan cuenta de que es tiempo de plantear propuestas para salir de esta difícil situación. Una vez concluido el reglamento de JxC, hay que convocar a otras fuerzas, organizaciones independientes que quieran participar. En 2018 planteé un Cambiemos a la cordobesa. Hoy muchos lo plantean, bienvenido sea. En política nunca es tarde para lograr un objetivo.
-¿Schiaretti debe ser parte de ese proyecto?
-Somos distintos. Así como JxC vino a cambiar la Argentina, también vino a cambiar Córdoba. Después de transitar 24 años de gobierno del mismo signo, tenemos el desafío de construir ese cambio y hacer de Córdoba una provincia desarrollada en serio, que no esté sometida a las internas del peronismo. Ahora el gobernador parece distante del kirchnerismo, pero en un momento le regalaron la lista de diputados nacionales. Ha tenido un movimiento zigzagueante , propio del peronismo que le hace a la sociedad resolver sus dificultades.
-Quienes alientan una alianza nacional con Schiaretti hablan al mismo tiempo de enfrentarlo y ganarle en Córdoba. ¿Es posible?
-Hay que ir por partes. Nosotros queremos gobernar la provincia. Tenemos madurez y objetivos claros. Nuestro proyecto es totalmente distinto al que expresa Schiaretti. Soy muy crítico de su gobierno, pero tenemos que pensar que lo nacional puede tener una convocatoria de distintos dirigentes de todo el país, con quienes muchas veces nosotros no compartimos ideas. Debemos tener respeto en aras de construir una Argentina que vaya por la ancha avenida del medio, por la avenida del centro popular, que es la que caracterizó históricamente al partido que represento.
-A nivel nacional hay socios de JxC que quieren ir más a la derecha. ¿En Córdoba planean incorporar figuras o partidos de esa orientación?
-Son dos andariveles distintos. Tenemos que entender que hay que armar un eje muy potente, más amplio, dar lugar a que otros sectores se incorporen a JxC. Ya estamos trabajando en la Mesa Federal con muchas fuerzas, entre ellas gente del peronismo federal, para la construcción de un proyecto que le permita a Argentina volver a la senda del progreso. En Córdoba el peronismo plantea hacer una elección en abril o mayo, porque si se junta con la nacional, nos da ventaja a nosotros. Entonces, con esta lógica de construir el partido cordobés, tratando de mostrarse distintos, ahora vemos a Schiaretti y sus diputados planteando cosas que nosotros ya hemos planteado y que ellos votaban como parte del oficialismo nacional.
-Más allá de su actual rol institucional, ¿dónde se ve en ese armado futuro?
-Voy donde me necesiten y pueda ayudar. Debemos tener una cuota de humildad, aportar un granito de arena para que los egos dejen de llevarnos como náufragos.