PROYECCIÓN '23

Asunto Capital, la guerra de nervios que irrita a Schiaretti y Llaryora

La sucesión del intendente es una papa caliente para el peronismo cordobés. Más aún si JxC llega a la Casa Rosada. Nombres en juego y la amenaza De Loredo.

CÓRDOBA (Corresponsalía) El gobernador Juan Schiaretti ratifica con cada movimiento que Martín Llaryora es el elegido para pelear la sucesión provincial. “Somos parte del mismo equipo”, insistió en un acto que compartió con su delfín esta semana, tomando el último dato fresco de las encuestas elaboradas por Management & Fit y Delfos, espías del humor social mediterráneo que gozan de plena confianza en el Panal. La ciudadanía cordobesa no solo aprueba las gestiones de los popes de Hacemos por Córdoba (HxC) sino que asoma el concepto de “continuidad” como segunda valoración positiva.

 

¿Quién será el bendecido para suceder al intendente en la capital? La respuesta estaría entre su compañero de fórmula en 2019 y funcionarios expectables del equipo municipal. El Partido Justicialista capitalino vive la única certeza -Llaryora, candidato a gobernador- con niveles de ansiedad propia de un espacio que esperó un cuarto de siglo la renovación. La senadora Alejandra Vigo autorizó a sus alfiles a colocarla en el pelotón de precandidaturas municipales para contener la guerra de nervios entre quienes emergen.

 

Ni el viguismo cree que la esposa del gobernador desee meterse en los trotes de la campaña que tendría como premio el Palacio 6 de Julio. Con todo, aseguran que vocación de poder no le falta, su posicionamiento en las encuestas es aceptable, aunque con un techo marcado. Vigo asoma, por ahora, como una administradora de la sucesión entre la larga lista de apuntados.

 

Segundo plano. El vice Passerini, candidato natural en disputa

El viceintendente Daniel Passerini y el secretario de Gobierno, Miguel Siciliano, se disputan el primer puesto. El primero, de extracción delasotista, tiene una larga tradición en el PJ. Ocupó cargos municipales, provinciales y legislativos. Hoy preside el Concejo Deliberante, con el verdadero desafío de llevar una oposición movediza por el fin de ciclo de Schiaretti y, a su vez, a un oficialismo que hace sus primeras armas en la política. No hay que olvidar que el PJ atravesó una situación de pleno empleo en 2019 cuando obtuvo un nuevo pase para conducir la provincia, logró el primer triunfo con un peronista paladar negro en la Municipalidad y recuperó 28 comunas opositoras, todo gracias a la división de Juntos por el Cambio (JxC).

 

Siciliano logró conocimiento público en el espacio que lidera su suegra, Olga Riutort, Fuerza de la Gente. Junto a la hija de la sanjuanina y actual esposa, Victoria Flores, sellaron su pase al peronismo en medio de una puja familiar por el liderazgo en 2016. Ambos trabajan en la construcción de una estructura propia, al servicio del PJ, conocida como Pensando Córdoba. El matrimonio tiene a su cargo carteras clave de la administración llaryorista, como Gobierno y la economía circular.

 

Hiperactivo. Al frente de Gobierno, Siciliano suma puntos

¿Schiaretti priorizará lealtad o desarrollo territorial? Siguen las preguntas.

 

Por detrás de los nombres mejor posicionados, se registra un lote de perfiles interesantes, que deben redoblar el esfuerzo para mejorar su posicionamiento. El responsable de la cartera caliente de la ciudad, Transporte, sobresale de esta segunda línea. Marcelo Rodio se autopercibe como llaryorista y goza de la vidriera de gestión que su jefe le proporciona. También hay varias anotadas, por supuesto, como la mencionada Flores (Córdoba Obras y Servicios), Laura Jure (ministra de Promoción del Empleo) y hay quienes apuntan a la diputada Natalia de la Sota.

 

En la fila. Rodio se suma a la lista de aspirantes a suceder a Llaryora

El último lanzamiento coincidió con el pedido de “bajar ansiedades” que hizo Vigo en el programa de televisión Día 7. Un dirigente de consulta permanente de Llaryora, el legislador Juan Manuel Cid, anunció su candidatura, animó al espació Fogón Peronista a viralizar el lanzamiento y, horas después, salió a matizar su intención. El hombre que tiene estrechos lazos con el Poder Judicial provincial primero adoptó una táctica defensiva ante los suyos. “¿Por qué no podría serlo?”, se le escuchó decir esa jornada de parafernalias frustradas. Luego, moderó, a la espera del careo con el alcalde local.

 

“Hay un fuerte enojo de Schiaretti y Llaryora”, tal fue la versión que circuló durante toda la semana, la misma que abrió con un supuesto asalto pugilístico entre Siciliano y Rodio, continuó con el lanzamiento de Cid e incluyó la amonestación pública de Vigo.

 

Más allá de los cruces y amagues, la dirigencia peronista será orgánica y realizará ejercicios de respiración para volver al “aquí y ahora” que le exigen sus jefes: la gestión. “La mejor campaña es no hacer campaña”, repiten como un mantra los precandidatos por consejo del ala veterana del PJ.

 

Ganar la Municipalidad de Córdoba en 2023 escala en las prioridades de buena parte de la dirigencia renovadora. Argumentos no faltan entre la militancia para justificar el objetivo siguiente al de coronar con el triunfo de Llaryora el sistema de postas de Schiaretti y José Manuel de la Sota en la provincia. Ahora bien, el análisis más novedoso que surge en los corrillos del edificio situado a la vera de la Cañada cordobesa coloca en el plano de la “obligación” mantener el gobierno de HxC en la capital. En el rosario se enhebra la cuenta de un futuro presidencial del sanfrancisqueño.

 

Estas elucubraciones suponen que si gana un presidenciable de JxC el año que viene, la lógica indicaría que el blanco será Llaryora. “¿Cuánto va a durar la gobernación de Martín si el radical Rodrigo de Loredo gana la Municipalidad? Cuatro años. Lo van a matar antes de que nazca. Van a asfaltar hasta el río Suquía con apoyo de la Casa Rosada”, empiezan la explicación para admitir después que, si el peronismo sueña con un nuevo cuadro nacional, debe blindar el territorio de las “amenazas” que surgieron después de las elecciones de 2021: Luis Juez y De Loredo.

 

Para las fuentes, Córdoba tiene que seguir siendo la “isla” peronista. El temor esconde otra foto que incomoda a la tropa oficialista: De Loredo -hoy- derrotaría a quien se le ponga enfrente si decidiera ser candidato capitalino.

 

Días de frustraciones y enojos para el PJ que se debate entre pegar la elección provincial y municipal, dividirlas o esperar que prospere la boleta única en el Congreso para subir a todos al carrito de un Schiaretti candidato a nivel nacional.

 

Karina Milei, Martín Menem y Sebastián Pareja.
Martín Menem y Sebastián Pareja en La Plata

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