“La base está”, decía un reconocido y controversial técnico de fútbol. El abogado y militante popular Juan Grabois también proclama esa frase y dice tener tres ideas estructurales para sustentar su posibilidad de ser candidato a presidente en la interna del peronismo en todas sus vertientes y llegar a la Casa Rosada para gobernar “mejor” el país –se jacta- que Alberto Fernández y Mauricio Macri.
Grabois se mete en la interna del Frente de Todos y del peronismo diverso, que recalcula sus estrategias de cara a las elecciones 2023 tras el renunciamiento de CFK a ser candidata, con un objetivo claro: bloquear un eventual triunfo del superministro Sergio Massa en las primarias, a quien considera -lo reconoce sin vueltas y públicamente- un referente “de centro” dentro de la administración albertista, “funcional a la derecha” y con ningún anuncio para los sectores más vulnerables y excluidos.
El piquetero se autodefine peronista, humanista y cristiano, y sostiene la base de su sueño presidencialista y de futura gestión en tres ideas que subrayan la doctrina de Jorge Bergoglio sobre las 3T: Tierra, Techo, Trabajo. En el entorno de Grabois –detallaron a Letra P– lo presentan a modo de un plan quinquenal sobre tres pilares: unidad latinoamericana, políticas sociolaborales y cooperativistas, y distribución de la tierra atada a un plan de política habitacional.
Aunque niega ser vocero de Bergoglio, el referente mundial de los movimientos populares en el Vaticano apela en su discurso a enseñanzas doctrinales del papa Francisco, entre ellas su esperanza de que el sueño de la Patria Grande latinoamericana se haga realidad. Grabois matiza y amplifica esta primera idea de su plataforma de campaña con eventuales acciones a instrumentar: moneda única, banco central regional, un pacto educativo continental, pasaporte común y la constitución de un polo geopolítico y productivo para –plantea– “dar batalla” al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los ítems dos y tres del programa graboisiano están concatenados y ponen el foco en la asistencia de los sectores más necesitados en un país que, según datos recientes del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA UCA), hacen que la pobreza trepe del 43,1% al 50%, y la indigencia del 8,1% al 20%, sin planes estatales de contención social. También incorpora la instrumentación del Salario Básico Universal, los programas de desarrollo del empleo a través de cooperativas, el incentivo de las pequeñas empresas y reglas “claras y duras” para atraer a los inversores.
El punto más controversial de los dos es, a priori, la insistencia de Grabois en el reparto de tierras, para garantizarle un techo a personas en situación de informalidad a las que les sería imposible acceder a un crédito para la vivienda. “En Argentina faltan muchas cosas, pero tierra no falta, yo te lo resuelvo en un año”, prometió en declaraciones recientes a un programa del canal América.
En este sentido, Grabois no duda en poner en debate el tema de la distribución de tierras; hasta azuza la idea de la expropiación forzada de terrenos al “1% más rico del país y solo a ellos”. No obstante, diferencia ese proceder de compra por advenimiento de la otra parte, existente –fundamenta– en la Constitución Nacional, de la confiscación. Para el dirigente, solo hay que comprarles a los dueños, que son los que alquilan; y si no quieren vender –avisó- se "les expropia, pagándoles la tierra y punto”.
La política habitacional de Grabois incluye, además, la idea de los “alquileres públicos” para todos, similares a las políticas implementadas en Noruega, Alemania o Francia, y para una aplicación casi exclusiva en la Ciudad gestionada por el alcalde Horacio Rodríguez Larreta, donde no hay tierras ociosas, pero sí un gran número de departamentos que no se utilizan ni se alquilan.
Para construir su candidatura, Grabois apuesta a un armado –dijeron a Letra P sus operadores– de abajo hacia arriba, desde las bases de la economía popular. Prevé sumar también a los movimientos sociales en su más variada representación a diestra y siniestra, a las agrupaciones gremiales y a sectores del peronismo y del kirchnerismo descontentos de la dupla gobernante que identifica en Fernández y Massa.