Roberto Sukerman, ministro de Gobierno, Justicia, Derechos Humanos y Diversidad de Santa Fe, es el funcionario de mayor rango que jugó para Agustín Rossi, en la picante interna del PJ que superó con mucha ventaja la lista bancada por el gobernador Omar Perotti. El funcionario habló con Letra P y aseguró, a pesar de quedar bajo fuego cruzado, que trabaja para que el rafaelino sea el “mejor gobernador de la historia”.
El actual ministro, que estuvo muy cerca de convertirse en intendente de Rosario en 2019, se mostró en contra de la disputa que vivió el peronismo santafesino y cree que hubiese sido mejor encontrar otra salida. “Si a nivel nacional se hubiese trabajado de otra manera, la interna se podría haber evitado”, disparó.
Sukerman indicó que con el resultado de los comicios, en los que la lista de Perotti dobló a la de Rossi, se ratificó “el liderazgo de Perotti” en el peronismo. Por otra parte, tras los dichos del gobernador de que hará modificaciones en el gabinete a fin de año, el rosarino explicó que “tiene la renuncia a disposición desde el primer día que asume como ministro” y no está “atornillado a ningún sillón".
-¿Cómo está la unidad en el peronismo santafesino?
-El Partido Justicialista emitió hace algunos días un documento propiciando la unidad. Sin dudas que las diferencias entre distintos sectores existen, por lo tanto, la elección interna fue producto de desacuerdos internos. Cuando esas diferencias traspasaron los límites de Santa Fe y se empezó a discutir en el ámbito nacional en lugar de ver de qué manera se podían armonizar esas diferencias acá, lo que se hizo fue resaltar esas discrepancias. En lugar de solucionar un supuesto conflicto o tensiones, lo que hicieron fue explotar esa situación. De alguna manera hay características que coinciden en el plano provincial con lo que es el Frente de Todos en lo nacional.
-¿Se debería haber evitado la interna?
-Yo era de los que tenía una postura que entendía que había que llegar a acuerdos, pero tampoco hay que rasgarse las vestiduras por una interna. Nosotros siempre dijimos que Omar Perotti, al ser el gobernador peronista, claramente era el líder del justicialismo en la provincia. Más allá de las diferencias, lo único que sucedió con esta elección fue ratificar el liderazgo de Perotti como jefe del peronismo. Lo ratificó en las urnas al estar como candidato suplente, apoyar y conformar una lista.
-¿El hecho de que desde Buenos Aires se decidan ciertas cuestiones electorales generó una interna que se podría haber evitado?
-No digo que se podría haber evitado, sino que a nivel nacional no se buscó armonizar esas tensiones, como pasó seguramente en provincia de Buenos Aires y no terminó habiendo internas. Si a nivel nacional se hubiese trabajado de otra manera, la interna se podría haber evitado. Pero bueno, asumo que el que gana conduce y el que pierde acompaña, la primaria ordenó. Aspiro a que los distintos sectores trabajen en conjunto, no solamente para las elecciones de noviembre, sino también para gestionar el Estado provincial. Debemos llegar bien posicionados a la elección del 2023, que no depende solamente de una gestión exitosa del gobierno o el gobernador, sino también de que se pueda repetir en 2023 la unidad que nos llevó a la victoria en 2019.
-Perotti anunció que hará cambios de gabinete a fin de año, ¿cómo se ve en el futuro?
-En realidad no es una cuestión de diciembre o no diciembre... uno tiene la renuncia a disposición desde el primer día que asume como ministro. En eso no hay que confundirse, el cargo de ministro no es un cargo electivo: en cualquier momento puede haber una circunstancia que haga que uno no continúe. Entiendo que también tengo una responsabilidad institucional, yo podría haber seguido siendo concejal de Rosario porque tenía dos años más de mandato y decidí renunciar para venir a ser ministro.
-¿Qué significa eso?
-Que uno no decide las cosas caprichosamente o de manera individual, uno forma parte de una gestión y trata de aportar lo mejor que tiene. Yo quiero que Perotti sea el mejor gobernador de la historia y para eso trabajo, más allá de una interna que se dio en la cual yo no participé, no fui candidato y tampoco estaba de acuerdo. Trabajé con perfil bajo todos los días como ministro de Gobierno tratando de quitarle intensidad o apariciones públicas para no generar incomodidad. No estoy atornillado a ningún sillón, todo esto en realidad no hace falta ni decirlo, uno siempre tiene a disposición la renuncia al gobernador y él resolverá qué es lo mejor.
-¿Cómo toma el cargo de ministro de Gobierno?
-Para mí ser ministro no es una decisión personal, tiene que ver con un compromiso de tener que apostar a la gestión. El Ministerio de Gobierno es algo que también está muy vinculado al ser abogado, docente de Derecho Constitucional, a temas de autonomía municipal: claramente puedo desenvolverme en este terreno con mucha tranquilidad y solvencia, pero tampoco soy el único que puedo ocupar este lugar. Considero que la decisión del gobernador sobre quién es su ministro de Gobierno no tiene que pasar solamente por determinadas características del ministro, sino por la confianza y por el vínculo. El gobernador tiene que tener un ministro de Gobierno de su absoluta confianza, y no solo sobre si uno es solvente o si está haciendo una buena gestión.
-Norma López y Lisandro Cavatorta se sacaron una foto post PASO, y Eduardo Toniolli y Roberto Mirabella se reunieron, ¿es posible que haya un acercamiento entre Rossi y Lewandowski?
-Cualquier foto puede ser bienvenida, pero son circunstancias distintas. Cavatorta y López van a compartir la lista, lo mismo ocurre con Toniolli y Mirabella. En el caso de Lewandowski y Rossi no van a compartir la lista, es decir ganó uno que va a ser candidato y el otro no lo va a ser, no es determinante en ese sentido. Por supuesto sería bueno que esa foto pueda estar, pero también quiero decir que, y lo ha dicho en campaña Agustín Rossi, ¿Qué pasó cuando Rossi ganó elecciones internas y sintió que no lo han acompañado, a diferencia de cuando él perdió elecciones internas y acompañó a los que ganaron? Lo puede decir mejor Rossi que yo, que fue el que lo vivió en carne propia. Son hechos objetivos que sucedieron y son cosas que uno quisiera que no vuelvan a ocurrir. Debemos trabajar todos los sectores en conjunto y es una grandeza que tiene que tener no solamente el que perdió, sino también el que ganó.
-¿Es una buena estrategia que el gobernador intente provincializar las próximas elecciones?
-Creo que va a haber una diferenciación entre lo que va a manifestar el gobernador, de lo que va a pasar con la lista de los candidatos en concreto. Tengo la sensación, más todavía pasada la interna, de que Perotti se va centralizar sobre la gestión y que tendrán que ser los candidatos los que hablen sobre la elección. Lo veo al gobernador gestionando y defendiendo a Santa Fe como siempre lo ha hecho. Es importante entender que Omar no es alguien sumiso al poder central, más allá de que sea del mismo signo político tiene sus visiones, sus particularidades. En definitiva, los que tienen que recorrer la provincia y acercar sus ideas son los candidatos y son ellos los que determinarán, de acuerdo a la estrategia, de qué tienen que hablar. No me parece mal que haya tópicos que tengan que ver con méritos de la gestión como Billetera Santa Fe, como el Boleto Educativo Gratuito, la vacunación u otras políticas. Eso no implica que no haya que plantear algunas cuestiones nacionales porque en definitiva se están votando legisladores nacionales.