ELECCIONES 2021

Schiaretti endurece su discurso y apuesta a la campaña en el territorio

El cordobesismo se para como opositor a la Casa Rosada para competir con JxC. Foco en ausentes, piso peronista y la meta en la capital. El rol de Llaryora.

El oficialismo cordobés se apresta a encarar un segundo tramo de la campaña en el que los discursos se endurecerán y los adversarios se multiplicarán respecto de las elecciones primarias. Luego de una etapa caracterizada por intentar imponer la agenda propia, por fuera de la grieta que nacionaliza los comicios, Hacemos por Córdoba (HxC) volverá a echar mano al protagonismo de sus dos principales principales actores políticos, Juan Schiaretti y Martín Llaryora, que reforzarán el accionar de Alejandra Vigo y Natalia De la Sota, las candidatas centrales del espacio. También buscarán apuntalar la presencia de los y las postulantes en el interior provincial, en donde Juntos por el Cambio (JxC) “se comió el territorio” en las PASO del 12 de septiembre.

 

Un adelanto de lo que se podrá ver en la campaña ya tuvo su ensayo general el miércoles, cuando Schiaretti recibió en la Casa de Gobierno a las autoridades de la Mesa de Enlace nacional y sus pares de Córdoba. Allí, el mandatario provincial se despachó con un discurso que llegó a “sorprender” a la dirigencia agraria por su convicción y la fuerza de la enunciación.

 

Schiaretti hizo propia la agenda de sus visitantes, pidió el “levantamiento inmediato del cepo a la carne” y propuso “una eliminación gradual de las retenciones”. También le pegó a la Ley de Biocombustibles y, de paso, le dio un palito al nuevo jefe de Gabinete del Gobierno, el tucumano Juan Manzur. “Se pusieron en riesgo miles de puestos de trabajo; sostenemos que hay que cambiar la ley nacional, y como cordobeses solicitamos que los biocombustibles del maíz y de la soja tengan el mismo tratamiento que el de la caña de azúcar”, aseguró. El lobby azucarero pesa fuerte en Tucumán y se hizo sentir en el debate de la norma que rechazan en Córdoba.

 

En uno de los pasajes de su mensaje, habló de los “anteriores gobiernos kirchneristas”: “La carne aumentó 1.800%. El remedio fue peor que la enfermedad y repetir errores redunda en contra del pueblo argentino”, dijo y allí identificó al adversario. Schiaretti decidió ponerse el traje de opositor.

 

Como preámbulo, en el inicio de la semana las candidatas y los candidatos se reunieron para definir el trabajo de cara a las generales. Desde la Justicia al campo, todos los lineamientos expuestos se concentran alrededor de iniciativas nacionales que los y las representantes provinciales intentarán limitar. Además de “defender los intereses de Córdoba”, claro. 

 

La fase peronista

El endurecimiento del discurso del gobernador, y también el de su equipo más cercano, no será la única herramienta con la que el cordobesismo saldrá a la cancha para sumar votos de cara a noviembre. También va a jugar la estructura. Al igual que casi todas las fuerzas, en HxC saben que es necesario “salir a buscar a aquellas personas que no fueron a votar”, que son muchas. Por eso habrá un trabajo mucho más constante y sostenido en el territorio, en donde el schiarettismo pondrá a jugar todo el aparato.

 

El mensaje que durante las PASO se concentró en torno a la idea de “progreso y crecimiento con justicia social”, a esquivar la grieta presentando una propuesta "garante de la institucionalidad y la gobernabilidad", el de la "defensa irrestricta de Córdoba", ya parece haberse agotado en su poder de seducción. “Esa identidad está afianzada, no va a quedar de lado, pero hay que jugar un partido más chivo que requiere posicionamientos más fuertes”, señalan en los tinglados oficialistas provinciales.

 

En ese sentido, el mensaje es claro. “El gobierno nacional no nos representa”, dicen y salen a buscar a los sectores que ensancharon el ausentismo y a los votos que quedaron huérfanos tras haber apostado por expresiones que no superaron el 1,5% requeridos para participar en las elecciones generales.

 

“Miremos los números y nos vamos a dar cuenta de que el 35% de los electores eligió una propuesta peronista, no es un mal piso para arrancar”, aseguran con confianza. El juego está claro. Así como hay un voto esencialmente antikirchnerista, la victoria de JxC también puede motorizar una vuelta a las urnas de sectores que se alarmen por esa avanzada. El oficialismo provincial apuesta a quedarse con ese “voto útil”.

 

Jugadores a la cancha

Algunos sectores del peronismo cordobés se ilusionaron con la reaparición pública de Schiaretti. “Se nota que se quiere comer la cancha”, advirtieron luego del discurso que siguió a la reunión con la Mesa de Enlace. Del mismo modo que en el final de la campaña previa a las primarias, se descuenta que el gobernador y principal “dueño de los votos” del presente cordobesista ocupará un papel central en el trabajo proselitista provincial.

 

Es parte de la nueva etapa de la estrategia que consistirá en ampliar una cosecha que dejó conformes pero alertas a quienes trabajan en el armado provincial. Si bien JxC se impuso en casi toda la provincia (ganó en 22 de los 26 departamentos), el schiarettismo saca un balance positivo. No solo por la comparación con las primarias de 2017, sino porque entienden que en el interior provincial la elección fue “buena”.

 

“Hay que fortalecer la Capital y se nota que Martín viene pidiendo pista hace rato”, advierten en el entorno peronista provincial, que calcula que en la capital cordobesa el techo está, todavía, bastante lejos. De hecho, en medio de tsunami amarillo de 2017, la lista de Unión por Córdoba, encabezada por Llaryora y Vigo, fue votada por 194 mil cordobeses. En estas PASO, orilló los 153 mil. Puertas adentro, la confianza para repetir aquellas cifras se mantiene intacta. Esa parece ser la razón del juego a dos bandas en el que, mientras Schiaretti se diferencia de la Casa Rosada, Llaryora, sin radicales históricos en el centro de la escena, chicanea a Luis Juez.

 

En esa dirección, también habrá una modificación en la estrategia. Si la primera parte de la campaña tuvo a Vigo y a De la Sota recorriendo todo el territorio en plan “instalación”, su presencia en la Ciudad de Córdoba, donde concentran la mayor parte de su capital político, será mucho más común en el camino que resta para llegar a noviembre.

 

El diputado provincial Enrique Cresto analiza la posibilidad de distanciarse del bloque del PJ en la Cámara de Diputados de Entre Ríos. 
Martín Llaryora y su ministro de Justicia, Julián López, en la firma de los pliegos de fiscales.

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