Hace una semana, a juzgar por los pronunciamientos, la Unión Cívica Radical de Entre Ríos se perfilaba para participar de una interna como las que se desarrollaban hace un poco más de una década. Presentación de listas, campañas en todos los medios, actos en los comités y seccionales. Ese imaginario fue fogoneado por Construir, un espacio constituido recientemente por los intendentes, que se habían puesto como objetivo número uno la necesidad de renovar el partido. La proa apuntaba al 18 de abril, fecha fijada para la compulsa partidaria. Sin embargo, la UCR volverá a ser conducida por la Corriente Illia, fundada y comandada por el diputado nacional Atilio Benedetti, el último candidato a gobernador radical, amo y señor del partido durante 10 años.
El viernes último, los diferentes los espacios internos, incluido Construir, llegaron a un acuerdo para el Comité Provincial y desde la chimenea de la sede de la calle San Martín, en Paraná, salió humo blanco. Se repartieron cargos en una lista de unidad y se evitó así la interna que en un momento parecía ineludible. La conducción actual está en manos de Leandro Arribalzaga, un intendente que había asumido con la bendición de Rogelio Frigerio en épocas que el ministro del Interior definía, incluso, el devenir de la UCR entrerriana.
El radicalismo lo presidirá ahora Jorge Monge, un dirigente formado y de bajo perfil que ocupó una banca de diputado provincial hasta 2019 y fue convencional constituyente en 2008. Es un abogado muy cercano a Benedetti, que vuelve a poner al frente de la escudería a un hombre de su confianza. El objetivo de renovar el partido, entonces, no se dio.
Tampoco se cumplió otro objetivo que se habían propuesto los intendentes: que la Illia no vuelva a conducir el destino de la UCR. Antes que se confirme el nombre de Monge y cuando la dirigencia en su conjunto ya comulgaba con la idea de evitar la interna, se especuló con la posibilidad de que al partido lo presida una mujer. En ese marco se había posicionado la diputada nacional Gabriela Lena que hace una semana estuvo en la comitiva radical que viajó a Formosa en plena crisis del gobierno de Gildo Insfrán. En la mesa de las negociaciones para el armado de la lista única su nombre fue vetado por su condición de militante a favor de la legalización del aborto. Algunos dirigentes argumentaron que sería contraproducente para la UCR tener una presidenta "pañuelo verde". Los que se opusieron, si los hubo, no tuvieron éxito. En una provincia con una ley de paridad que es ejemplo en el país, esta historia seguramente continuará.
Frigeriocentrismo
Conocida la nueva conducción partidaria, el sector de los jefes comunales celebró la unidad en un documento, en el que se preocuparon por mostrar que se quedaron con casi la mitad de los cargos titulares de la nueva conducción surgida por acuerdo. Es que las únicas candidaturas radicales que se asoman para la Gobernación en 2023 son precisamente la de dos intendentes: Pedro Galimberti, de Chajarí; y Darío Schneider, de Crespo. Por esa razón, ese espacio se había convertido en una difusora del “ser radical” ante la certeza de que Frigerio está lanzado a la carrera electoral y parte como el mejor posicionado.
El espacio de Benedetti es el único ámbito dentro del radicalismo que en un estricto off the record reconoce que si el exministro del Interior es el candidato a gobernador en 2023 o pretende encabezar la lista de diputados este año, no hay margen para pelearle. Frigerio ya confirmó ambas pretensiones.
Si bien el exfuncionario de Mauricio Macri terminó muchas veces acordando con el espacio de Benedetti, como referente del sector interno dominante en la UCR, hubo también varios momentos de enfrentamiento que abren la puerta a pensar que no todo está dicho. En la provincia se recuerda la formación del interbloque de diputados en 2018, cuando Frigerio alineó a casi toda la UCR en contra de la decisión impulsada por los benedettistas. También se lo acusa de haber demorado su aval a Benedetti como candidato a gobernador en 2019, mientras alentaba alternativas radicales con apoyo de intendentes.
Tercer sector
El otro sector que se sumó al acuerdo fue la Alternativa Radical, que conduce el exdiputado nacional Fabián Rogel. Luego del cierre de la lista única y tras resolver abstenerse de participar en la interna de Paraná, la ciudad de Rogel, esta tercera pata del acuerdo boinablanca dejó en el aire las ideas que se viene diciendo en voz baja desde hace tiempo en la centenaria fuerza. "Los problemas estructurales que tiene la UCR como partido nacional, provincial y local, son, en primer lugar, su pérdida de identidad. Se ha diluido una parte importante de nuestro contenido ideológico y hemos variado los intereses a los cuales últimamente estamos defendiendo", señalaron.
"No llevar candidatos a Presidente y Vice de la Nación en las dos últimas elecciones generales es una muestra concreta de la falta de vocación de poder”, marcaron en segundo lugar. Además, advierten que esta lógica puede repetirse. “La posibilidad de que el próximo candidato a presidente de la alianza que hasta hoy integramos, Juntos por el Cambio, no sea de la Unión Cívica Radical y que en Entre Ríos el candidato a gobernador tampoco sea del radicalismo agravan aún más las cosas", plantearon en un comunicado en alusión a Frigerio. También criticaron que algunos radicales piensen en "un candidato a intendente de la Capital del PRO”. La referencia es al exconcejal macrista, Emanuel Gainza.
Agrandaditos
La unidad de la UCR entrerriana no se replicó en todas las ciudades, y la disputa se dará por los comités de Paraná y de Gualeguay. En ambos distritos no hubo acuerdo y la tensión llegó por parte del naciente espacio Evolución, que a nivel nacional tiene como principal referente a Martín Lousteau.
Este sector no formó parte del acuerdo provincial y mantuvo conversaciones con el espacio de los intendentes para dar la pelea provincial a la hegemonía benedettista. Los jefes comunales, como se dijo, terminaron acordando.
Mientras las listas se cerraban y presentaban en el Comité Provincial, en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires, el radicalismo se aprontaba para protagonizar una dura pelea. Los candidatos apoyados por el senador nacional porteño obtuvieron buenos resultados, quedándose en Buenos Aires con la mitad de los votos e imponiéndose en CABA con el 90% de los sufragios. Venían de una derrota digna en Córdoba una semana antes.
Dirigentes de Evolución Entre Ríos no tardaron en postear los resultados en sus redes sociales y ratificar la idea de haber presentado lista en al menos esos dos distritos. Entienden que dejar testimonio en este proceso es esencial para 2023.