El núcleo que se referencia en el exintendente de la capital cordobesa Ramón Javier Mestre mantendrá su poder al frente del Foro de Intendentes Radicales por lo menos durante los próximos dos años, tras un nuevo acuerdo interno que confirmó a Ariel Grich (Monte de los Gauchos) y Oscar Saliba (Huinca Renancó) al frente del influyente nucleamiento que congrega aproximadamente a 120 autoridades municipales y comunales de la UCR Córdoba. Alineada con el oficialismo partidario que está siendo cuestionado por el ala Evolución, que comanda a nivel nacional Martín Lousteau y en la provincia Rodrigo De Loredo, la conducción revalidada del Foro deberá hacer equilibrio para dejar de lado la grieta interna que cruza al partido de Alem para sostener la unidad en vistas de no debilitarse de cara a 2023 en el distrito.
Grich, asumió la presidencia del espacio cuando Mestre dejó el gobierno de la Municipalidad de Córdoba en 2019 y, por ende, la jefatura del Foro. Luego de un año de mandato, dejó su lugar a Saliba, que ahora lo secundará. Volverán a repetir el movimiento a finales de 2022.
A diferencia de Saliba, un hombre más abierto al juego con referentes de diferentes espacios dentro del partido, Grich es un hombre apegado a Convergencia, el lineamiento mestrista dentro del radicalismo de Córdoba que integró el armado que, en alianza con el sector liderado por Mario Negri, se quedó con la conducción partidaria. Tras la aplastante victoria el 12 de septiembre en la interna de Juntos por el Cambio de la boleta que lideraron Luis Juez y De Loredo, Convergencia quedó prácticamente excluida de la lista de la coalición opositora para la Cámara de Diputados.
Pese al traspié, Grich se encolumna con la idea de la conducción partidaria que busca “garantizar la unidad del partido para volver a poner al radicalismo a la cabeza de Juntos por el Cambio”. “Sabemos que somos más de 120 intendentes e intendentas, pero convivimos con un montón de otros referentes de la Unión Cívica Radical que tienen como objetivo gobernar la provincia”, asume el nuevo titular del Foro.
En la discusión interna, se descuenta que el intendente de Monte de los Gauchos, localidad de la zona agrícola del departamento Río Cuarto que suma poco menos de mil habitantes, evitará la tentación de querer posicionar a la totalidad de las cabezas municipales detrás del bloque oficial del radicalismo en el Congreso. De hecho, comparte ese nucleamiento interno con Soledad Carrizo, la diputada que comenzó su tercer mandato en la Cámara baja, es la secretaria legislativa del bloque y ocupa la vicepresidencia tercera del Comité Nacional que preside Alfredo Cornejo. De todos modos, esa disputa está hoy alejada de los intereses de la nueva conducción. “Son temas que deberán resolver los representantes a nivel nacional y las autoridades del Comité Provincia. Los dirigentes locales estamos abocados a la gestión y esa discusión no llega al cotidiano de nuestras preocupaciones inmediatas”, asume Grich.
De todos modos, la discusión está abierta, principalmente porque después de las elecciones, los intendentes y las intendentas que apoyaron a De Loredo se fueron sumando a partir de la fuerza que fue cobrando el partido a nivel provincial detrás de su figura.
A la cabeza de ese grupo se ubica Marcos Ferrer, intendente de la ciudad más importante entre las que gobierna el radicalismo, Río Tercero. También Gustavo Botasso, intendente de Hernando que ocupará la Secretaría General del Foro, y Luis Picat, el titular del Ejecutivo de Jesús María que integró el armado de SUMAR en la interna partidaria, pero que no forma parte del foro, al menos desde lo estrictamente formal.
En el reparto de responsabilidades institucionales, Ferrer será el representante principal del radicalismo en la Mesa Provincia – Municipios. En ese espacio deberá unir fuerzas con dirigentes de otros espacios políticos para acercar al gobierno provincial los reclamos del interior profundo.
En lo inmediato, además de las urgencias locales y regionales, aparece en el horizonte el debate en torno a la modificación de la ley electoral que permitiría, por única vez, un tercer mandato para quienes están al frente de municipios y comunas que no cuenten con cartas orgánicas propias. Esa discusión, de la que ya dio cuenta Letra P, tiene posiciones encontradas en el seno del radicalismo y del propio oficialismo provincial. Ambos espacios reconocen las divergencias internas, y mientras Hacemos por Córdoba espera “un gesto del Panal”, el sector boina blanca esperará “hasta después de las fiestas” para ponerlo en consideración. Según se especula, para evitar “costos”, la acción que puede encontrar vía parlamentaria para su modificación o vía judicial para su reinterpretación, sería activada a finales de año o a comienzos de 2022. Si el debate es a través de la discusión legislativa, podría darse recién en febrero.
El grupo identificado con UCR Evolución, el espacio que comandan De Loredo y Lousteau, ya rechazó pública y enérgicamente “cualquier iniciativa o norma que permita la reelección de las mismas autoridades, ya sea por un tercer mandato o de manera indefinida”. Si bien no hay ningún proyecto “oficial” al respecto, en el seno de universo municipal del radicalismo la discusión no está saldada.