La diferencia de diez puntos fue demasiada para el Frente de Todos (FdT) en Santa Fe que no tuvo remontada ni un descuento suficiente como para venderse con algo de maquillaje. Apenas pudo recortale dos puntos a Juntos por el Cambio (JxC), que repitió los 40% obtenidos en las PASO, y no logró salvar la ropa. Sin embargo, con algo de esfuerzo encontró en Rosario la puerta para mostrar algo que brille en medio de una provincia pálida, o, mejor dicho, amarilla.
La elección en la categoría Senado en el departamento Rosario tuvo una contundente victoria de Marcelo Lewandowski por casi cinco puntos con el 98% de las mesas escrutadas, y por poco más de un punto en la ciudad cabecera. La alianza radical-macrista se había envalentonado en la última semana y confiaba en quedarse con ese botín.
La lectura victoriosa del peronismo es más bien capitalizada por el ahora senador electo por la minoría, quien consolida su categoría de elector en la madre de todas las batallas santafesinas. “Quiero hacer un agradecimiento especial a todos los ciudadanos del departamento Rosario, porque en mi cuarta elección siguen respaldando. También a la ciudad de Rosario, mi ciudad, una ciudad lastimada, que ha confiado de nuevo”, sostuvo Lewandowski sobre el escenario del club rosarino Central Córdoba para demostrar su apalancamiento en la región a futuro.
Claro que este recorte termina siendo más usufructuado por el senador electo que por todo el PJ. En el centro norte no pesó ni Lewandowski ni el gobernador Omar Perotti, quien no pudo demostrar credenciales en el interior de la provincia donde se presumía que el aparato era el encargado de repuntar. La pregunta que asoma después de estos resultados es dónde el gobernador encuentra su mejor atributo: elector, conductor o gestor.
Sólo logró ganar tres departamentos de 19: Rosario, su lindante San Lorenzo, y Garay en el centro norte. Mientras que en las PASO había obtenido cinco departamentos. Por eso a la hora de rascar en la olla de la victoria, Rosario rankea, y puede ser también San Lorenzo, departamento del senador justicialista Armando Traferri, enfrentado con el gobernador sin posibilidad de retorno.
En el búnker del cierre también se empuñó la gran elección de Lisandro Cavatorta, el candidato a concejal de Rosario que terminó apenas a un punto de Ciro Seisas, el candidato del intendente Pablo Javkin y el aparato oficialista. Esto se presentó como una nueva demostración de fortaleza y avance peronista en la ciudad, después de muchos años de perder peso.
Santa Fe no terminó convenciendo en el análisis global del Frente de Todos y se mantiene en el casillero amarillo de la zona núcleo donde Córdoba pica en punta. El soñado descuento para encaminar la resistencia peronista no pudo ser y ahora los planes de cara al 2023 deberán ajustarse más de la cuenta.