“Queremos recuperar terreno en lo político”, se sincera un funcionario provincial ante la consulta de Letra P. Con ese objetivo, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, lleva adelante una agenda de encuentros con aliados y adversarios del Frente Progresista y Juntos por el Cambio.
Cuando empezaba a hacer pie en la gestión, la ola gigante de la pandemia le movió la tabla sobre la cual surfeaba los primeros meses de gobierno. La nueva realidad lo obligó a concentrarse casi exclusivamente en la gestión y restringió la rosca. Como reveló Letra P, desde distintos sectores del PJ emergió el malestar, un acuse, siempre off the record, de “falta de jefatura” en el oficialismo.
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En esa línea, el mandatario santafesino arrancó la ronda de reuniones la semana pasada con los diputados y diputadas propias. Fue la primera vez desde su asunción que convocaba al bloque que no la tiene sencilla, seis legisladores de un total de cincuenta y bajo la mayoría socialista y radical. Allí, Perotti escuchó las quejas y demandas, pero se comprometió a dotarles de una oficina dentro de la Casa Gris a los diputados. Con un vínculo más estrecho, Ejecutivo y Legislativo pueden desarrollar una agenda más trabajada y sin albedrío.
Ese mismo día, la mano derecha de gobernador Roberto Mirabella y un comensal de la mesa chica perottista, Luis “Piojo” Pfeiffer, cenaron con el radical Julián Galdeano y el PRO Federico Angelini. Los opositores salieron conformes, fueron escuchados y les reconocieron las malas. Se verá si sus demandas son cumplidas.
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La contención es hacia adentro y hacia afuera. “Después de esto viene la pandemia económica y después las elecciones, no tenemos margen”, apunta a este medio la misma fuente con despacho en la Casa Gris. Tiempo hay, pero no mucho.
En esta revisión de su estrategia, Perotti le vio las caras este martes a su antecesor Miguel Lifschitz y a otros referentes del Frente Progresista. Pegaron el faltazo los intendentes de Rosario y Santa Fe, Pablo Javkin y Emilio Jatón, de diálogo frecuente con el gobernador por temas de gestión. La reunión fue a agenda abierta, en buen tono y sin la tirria que distanciaba al PJ y el Frente a principios de año.
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“No hay margen para mezquindades ni tironeos cuando la gente está mal y esperando, como mínimo, que las fuerzas políticas pongan lo mejor de sí para darle una solución”, concedió Perotti antes del encuentro. “Es la primera reunión oficial del gobierno con el Frente Progresista, eso es positivo, sobre todo en un momento en el que la grieta se profundiza a nivel nacional, en la provincia podemos dar una señal distinta”, devolvió Lifschitz a la salida.
El recorrido de Perotti no termina con el encuentro de este mediodía. Seguirá a la noche, al lado del ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, con una cena junto a los doce apóstoles peronistas del Senado. También será la primera vez que los reúna a todos. Dicho bloque reencausó su relación con el gobernador, pero mantiene su fortaleza y vida propia y condiciona, además, la agenda legislativa del oficialismo. Contener es la cuestión.