ENTREVISTA | ALEJANDRO FINOCCHIARO

“Cambiemos tiene que ir al centro; si va hacia los extremos, se achica”

El exministro de Macri defendió la gestión PRO, dijo que Fernández es “responsable” en la crisis, ve a Vidal en la provincia y destacó a la oposición. “Nosotros no tuvimos luna de miel”, sostuvo.

En una semana turbulenta hacia el interior de Juntos por el Cambio, Alejandro Finocchiaro buscó poner paños fríos. Al definirse como "dialoguista", reconoció las diferencias entre los sectores que habitan la coalición opositora, pero sostuvo que es "sobredimensionado" hablar de rupturas.

 

En diálogo con Letra P, el exministro de Educación de la administración encabezada por Mauricio Macri defendió la gestión del PRO, aunque ensayó una autocrítica sobre la campaña y remarcó que la oposición debe "ampliarse". Destacó el trabajo "responsable" del Gobierno en torno al tratamiento de la crisis sanitaria, pero puso el foco en que el Congreso "debe sesionar y la Justicia tiene que funcionar". "Alberto Fernández tiene la oposición que a nosotros nos hubiese gustado tener", consideró.

 

BIO. Nació el 27 de agosto de 1967 en San Fernando (Buenos Aires). Abogado (UBA), especialista en Gestión Educativa y magíster en Educación (Universidad de San Andrés). Fue ministro de Educación, embajador argentino ante la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA), subsecretario de Políticas Educativas y Carrera Docente de la Ciudad y ministro de Educación de la provincia de Buenos Aires. Es doctor en Historia (Universidad del Salvador) y docente universitario. Quiere ser intendente de La Matanza.

Videoconferencia. Finocchiaro, con Letra P en modo cuarentena.

 

 

-¿Cómo evalúa de la gestión de la emergencia?

 

-Es un manejo responsable, pero no puedo dar una definición demasiado tajante porque no tengo información. Sí creo que el Presidente debiera formar una mesa que comenzara a trabajar para atender la situación económica y social por las consecuencias que ya trajo esta crisis y que se agravará una vez que culmine el período de aislamiento.

 

-¿Y el rol de la oposición?

 

-El Presidente tiene suerte de tener una oposición que no intenta sacar ventaja mezquina de esto y apoya su política sanitaria, sin deslindarse del rol de contralor, de crítica razonable y razonada. Alberto Fernández tiene la oposición que a nosotros nos hubiese gustado tener.

 

-El sector más duro, con Patricia Bullrich a la cabeza, dice que hay concentración del poder y riesgo institucional. ¿Coincide?

 

-En todo espacio político hay posiciones más duras que otras. Yo creo en el diálogo y que, cuando ese diálogo se agota, hay que poner toda la firmeza. El funcionamiento del Congreso y la Justicia es esencial en una democracia. El Congreso debe sesionar y la Justicia también debe funcionar.

 

 

 

-Quince diputados jugaron por fuera del bloque en una estrategia parlamentaria. ¿Corre peligro la coalición opositora?

 

-Está ocurriendo lo que les ocurre a los partidos cuando dejan el poder. Hay un reacomodamiento y eso produce fricciones. Hay un intercambio de pareceres en Cambiemos, pero hablar de ruptura es sobredimensionar el tema.

 

"Está ocurriendo lo que le ocurre a los partidos cuando dejan el poder. Hay un intercambio de pareceres en Cambiemos, pero hablar de ruptura es sobredimensionar el tema."

-Bajo ese intercambio, ¿tienen que rediscutir el funcionamiento interno ahora que son oposición?

 

-Estamos en la oposición y hay una evolución de las circunstancias. Un espacio político tiene que adaptarse a los cambios. El radicalismo de hoy no es el de (Raúl) Alfonsín, ni el peronismo de hoy es el mismo de (Juan Domingo) Perón ni de (Carlos) Menem. Siempre hay que evolucionar pensando en el futuro, no tratando de volver al pasado.

 

-Meses atrás, la UCR pedía hacerle un “service” a Cambiemos. 

 

-Es lógico. Cuando se pierde, viene el replanteo y la reflexión sobre lo que se hizo mal para proponer cambios a futuro.

 

-¿Hace alguna autocrítica sobre la campaña del PRO en 2019?

 

-Nuestro gobierno intentó hacer lo más difícil que puede intentar un gobierno, que es un cambio cultural. Intentamos hacerlo en cuatro años, cuando esos cambios, en realidad, demandan más tiempo. Siempre fuimos un espacio político de cercanía. No recuerdo otro gobierno en el que su presidente, ministros y legisladores estuviesen tanto en la calle. Creo que en algún momento perdimos la capacidad de interpretar lo que nos decía la gente.

 

-¿Juntos por el Cambio debería ampliarse o alcanza con el PRO, la CC y la UCR?

 

-Cambiemos debe ampliar su base de sustentación política. Para 2023, tenemos que seguir ampliándonos para que nos vote la mitad más uno de los argentinos. Se puede ganar con un margen menor, pero para gobernar se necesita que la mitad más uno defina que uno sea su gobierno.

 

-El discurso de Macri se radicalizó después de las PASO. ¿Cuál debería ser el enfoque político?

 

-Para poder llegar a más argentinos el mensaje tiene que acercarse al centro. Cambiemos tiene que acercarse al centro. Si vamos a los extremos, solidificamos, pero también nos achicamos.

 

-¿Habló con Macri luego de que terminara su mandato? ¿Qué rol debería tener?

 

-Durante el verano hablé. Está cumpliendo el rol que tiene que tener un presidente a seis meses de dejar el gobierno. Se mantuvo en un prudente silencio, porque todos creemos que cuando un nuevo gobierno comienza hay que dar un plazo para que pueda plantear sus políticas y después apoyar o criticar. Estamos siendo la oposición que nos hubiese gustado tener. Nosotros no tuvimos luna de miel política. Estuvimos bajo fuego desde el minuto uno de nuestra gestión.

 

 

 

-¿Y con Vidal? ¿Qué rol debería tener en la provincia de Buenos Aires?

 

-Sí, estamos todos muy activos, aunque sin salir de nuestras casas. Vidal es el liderazgo opositor de la provincia de Buenos Aires. Así lo va a ser, salvo que ella decida otra cosa.

 

-Usted fue candidato a intendente. ¿Se le puede ganar al peronismo en La Matanza?

 

-Siempre se puede ganar. Fuimos a una elección en un momento muy complejo, con 6% de inflación mensual y estadísticas que eran muy difíciles y, así y todo, sacamos más de 200 mil votos. La Matanza está peor que a fines de los setenta, cuando vivía allí. Yo viví desde fines de los setenta hasta los 2000. El peronismo gobierna La Matanza desde 1983 y el municipio está cada vez peor. El intendente (Fernando) Espinoza le dice a la gente que hay que lavarse las manos y pienso si está haciendo humor negro, porque no hay agua potable, no hay cloacas y la gente tira sus desperdicios sobre la misma calle, que no tiene asfalto y contamina las napas.

 

"Estamos siendo la oposición que nos hubiese gustado tener. Nosotros no tuvimos luna de miel política. Estuvimos bajo fuego desde el minuto uno de nuestra gestión."

-Le propongo hacer un ping-pong sobre los siguientes dirigentes políticos. ¿Macri?

 

-Cristalizó la idea del cambio en la Argentina.

 

-Vidal.

 

-Llevó el coraje a la gestión en una provincia que estaba destruida.

 

-Marcos Peña.

 

-Un gran estratega político.

 

-Horacio Rodríguez Larreta.

 

-Una locomotora de gestión.

 

-Rogelio Frigerio.

 

-Un dialoguista nato.

 

-Axel Kicillof.

 

-No lo conozco mucho. Por ahora, es un gobernador ausente.

 

-Cristina Fernández de Kirchner.

 

-Es el símbolo más acabado de la decadencia argentina.

 

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